Un mundo perfecto

Nos enternecemos con la figura del niño pobrecito; todos se divierten menos él. Por el otro lado, el lado oscuro: Los fugitivos.
Y por el lado que queda: Eastwood.

Eastwood. Duro. Policía. Sombrero vaquero. Gafas oscuras. Rostro imperturbable.

¿Cómo puede lucir un poquito más el duro policía? Pues con una admiradora en el conjunto, guapa y rendida. Un poco tontita, sin mucho sentido… Pero queda bien.

¿Cómo darle aires crepusculares a la película?

Extraordinario trabajo de Clint Eastwood y Kevin Costner, de las pocas películas que he visto de ambos por ahora, pero en está muestran que son grandes actores y realizan un trabajo sensacional, al igual que el pequeño protagonista que como debut cinematográfico no pudo tener mejor. La película muestra con un toque de ternura como los niños fantasean con el mundo que les rodea, como les gustan cosas como el algodón de caramelo y cosas poco significantes, pero que en el fondo son felices y se encariñan mucho con las personas que les hacen serlo, y nosotros los más adultos nos encariñamos con ellos pronto. Y ese es el eje central de la película; los niños, que siempre necesitan su imaginación y su ingenuidad, y además una figura paterna a su lado, es algo que les marca mucho si no está. La película es un alarde de ingenio y emoción, con unos diálogos muy bien trabajados, con escenas emotivas y de complicidad, y otras que te hacen agarrarte al sillón desde buen comienzo del film hasta la última escena. Juega extraordinariamente bien con las dos historias, la de los fugitivos y la de los que van tras ellos, yendo de una a otra sin que ello vuelva loco al espectador, todo lo contrario, deja al espectador en todo momento con ganas de saber como transcurrirán las cosas. Al final vemos como la realidad se muestra ante nuestros ojos con toda su crueldad y también ante los ojos de los niños.

En otro orden de cosas, la película trata por encima, pero cabe destacarlo, el papel de la religión a la que se tilda de prohibir hacer cosas (con más razón que un santo, nunca mejor dicho), una auténtica crítica extraordinaria que puede llegar a pasar por alto, sin olvidarnos de la crítica que se hace a los padres que maltratan a sus hijos, de lo mejor de la película.

Maravilla de película que nos muestra con toda crudeza e ingenio como el mundo en el que vivimos no es perfecto, aunque a todos viendo esta película nos gustaría que así fuera, pero al final siempre la realidad se nos acaba imponiendo y ello puede ser, a veces, un golpe muy duro o difícil de superar.

Estoy completamente de acuerdo con lo que se dice en algunas de las críticas anteriores: Esta película es una completa desconocida y de esta forma infravalorada dentro de la filmografía de los años 90 en general, y de Clint Eastwood en particular, y en mi opinión, también se sitúa dentro de las 5 mejores. La culpa pudo ser del cartel promocional, desde luego muy mejorable. Desde el principio de la cinta (atención a los primeros fotogramas) la historia empieza a atraparte lentamente y cada vez con más intensidad hasta llegar al impactante desenlace, que no te deja en absoluto indiferente. Muy buen guión, un ritmo en la narración que resulta dinámico sin ser vertiginoso, con algunos momentos en los que sube la tensión hasta dejarte sin pestañear, y muy buenas interpretaciones, destacando sin lugar a dudas Kevin Costner en la piel de un complejo personaje. Es verdad que hay otros que no añaden nada y eran del todo prescindibles, pero a pesar de este detalle, creo que se trata de una película redonda. El mundo no es perfecto, pero esta película está muy cerca de serlo.

¿No es paradójico pensar que en un mundo perfecto Butch y Philip nunca se hubieran encontrado? ¿Y acaso esto no hubiera sido una tremenda imperfección?

Da un poquito de lástima ver toda la admiración que parecen despertar algunos criminales que pululan, a cual más miserable, por el celuloide, y sin embargo haya otros, dignos de todo nuestro respecto, que pasen desapercibidos. Puestos a admirar a alguien, admiremos a Butch Haynes: asesino, delincuente, carne de presidio, fugitivo y secuestrador. Ahí es nada. Lo que le diferencia del resto es que él sí tiene una sólida historia detrás que explica su presente y le humaniza; una historia amarga que sirve para buscar y encontrar los orígenes del crimen, mientras se disecciona al criminal y lo muestra tal cual es.

Y una vez diseccionado hasta las entrañas, vemos sobrecogidos que este asesino encantador es esencialmente bueno, con una bondad casi instintiva. Lo que podría ser polémico, resulta completamente creíble gracias a la construcción del personaje y de la trama. Tanto es así, que nos sentimos abocados a quererle, como le pasa a Philip. Le queremos por el hombre que es a pesar de las circunstancias, sin darse cuenta, y por el hombre que pudo haber sido en un mundo perfecto.

Kevin Costner está inmenso; tan inmenso que estremece cada minuto que aparece en pantalla. Son ya antológicas algunas de sus escenas (impresionante la del baile), diálogos y hasta vestuario, con las gafas de sol bien puestas y el cigarrillo pegado a los dedos. T. J. Lowther cumple perfectamente con su personaje de niño reconvertido a fantasma, terrible voz de la conciencia del adulto Butch. Ambos consiguen la mejor Road Movie que recuerde, con un viaje tragicómico que dura en realidad toda una vida.

Clint Eastwood, por fin, da en el clavo gracias al buen guión con el que cuenta, aunque a su estilo le sigue faltando intensidad y un poco más de elegancia a la hora de recalcar ciertas ideas; el desenlace, por ejemplo, es una provocación desmesurada al llanto. Yo caigo, desde luego, consciente de sus intenciones, y se lo perdono porque no podemos andarnos con pequeñeces cuando estamos ante lo grandioso. Laura Dern, y eso no se lo perdono, sobra por completo.

Bella e inolvidable película de carreteras limpias y solitarias; campos idílicos donde echarse a dormir, máquinas del tiempo con la música al máximo, cohetes espaciales en forma de helicóptero, un sol resplandeciente, un cielo azul y una Alaska convertida en paraíso.

Dicho así, ¿no suena todo perfecto?

Hablando de Eastwood, artista completo, hombre renacentista, hace todo bien menos de buena pareja.
“Un mundo perfecto”, digna de ver y recomendar. Kevin Costner estupendo, una de sus mejores actuaciones, el propio Clin magnífico en su papel secundario y el guión redondo, lo mejor de la película: el poder de afectación del ámbito familiar y del estrato socio-económico.
La música magnífica sobre todo el tema escrito por el propio Eastwood y que suena en la peli en un tocadiscos y en un vinilo a un ritmo medio y cadencioso, muy del sur.
Debéis verla.