Haz click aquí para copiar la URL

La rueda de la maravilla

Drama En la Coney Island de la década de los 50, el joven Mickey Rubin (Timberlake), un apuesto salvavidas del parque de atracciones que quiere ser escritor, cuenta la historia de Humpty (Jim Belushi), operador del carrusel del parque, y de su esposa Ginny (Winslet), una actriz con un carácter sumamente volátil que trabaja como camarera. Ginny y Humpty pasan por una crisis porque además él tiene un problema con el alcohol, y por si fuera poco ... [+]
<< 1 2 3 4 10 23 >>
Críticas 114
Críticas ordenadas por utilidad
29 de enero de 2020
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me pareció una especie de obra de teatro, trasladada al cine. Woody Allen construye historias sencillas, en ocasiones incluso con ese regusto romántico de los personajes folletinescos del XIX, aunque sus protagonistas se encuentren anclados en cualquier lugar de su universo único.

El director cuenta lo mismo desde hace décadas... diálogos discursivos, actores con poco trazo para que la historia encaje sin esfuerzo...
En "Wonder Wheel", retrata la historia de dos triángulos amorosos, con vértices comunes. Fluye atravesada por una iluminación y fotografía maravillosa, que ayuda a evocar el instante que retrata.

Hacia la mitad, el parloteo barato de los protagonistas, fundamentalmente el de Kate Winslet, me puso nervioso, inquieto... Estaba deseando que terminara.

Conclusión: Lo mismo de siempre en distinto envase. Fallos y aciertos comunes a ese cine del reconocible director octogenario.
LEUGIM
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de diciembre de 2017
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frenética e incesante producción cinematográfica de Woody Allen ofrece, por fuerza, muchos títulos menores. Películas de ver y olvidar que aumentan el grueso de su filmografía pero no así su prestigio. La parte buena es que, también, de vez en cuando el maestro de Brooklyn acierta en el blanco, y nos regala una de aquellas delicias en forma de film que te reconcilian con el cine. Este es el caso que nos ocupa, una “Wonder wheel” que contando con todas las constantes de sus películas, refuerza y engrandece un estilo propio que ya es marca de fábrica en la industria de Hollywood.

Lo destacable, en todo caso, es como Allen sabe tejer una gran historia, de tintes trágicos, partiendo de unas sencillas premisas. Y sobre todo como es capaz de dibujar unos personajes que superan al propio film. Porque, básicamente, esta es una película de personajes. Pero qué personajes! Cuatro espléndidos roles que merecerían cada uno de ellos su propia película, y a los que cuatro fantásticos actores les dan voz y alma, cuerpo y sentido. Nunca han estado mejor Belushi y Timberlake, Temple es una agradable sorpresa, y Winslet... qué decir de ella que no se haya dicho ya? Otra lección de interpretación, otra clase magistral de la indiscutible reina del cine de nuestro tiempo.

Un Allen de los más inspirado, de aire teatral, iluminado, en todos los sentidos, por la fotografía de Vittorio Storaro (hay planos que son auténticas postales), altamente recomendable. Un goce para ver y escuchar, que hace bueno aquello de que quien tuvo, retuvo.

Lo mejor: el cuarteto protagonista, con especial mención para Kate Winslet.

Lo peor: el personaje de Richie no encaja demasiado bien.
AMQE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de enero de 2018
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wonder Wheel es una metáfora. Tanto significa "rueda de la fortuna" como "rueda mágica" o "rueda maravillosa". Y esa rueda que nos hace rodar como si fuéramos piedras, como rolling stones, es la rueda del destino humano, del drama humano. El drama es estructural en nosotros, como el drama de Edipo; drama y humanos son de alguna manera sinónimos. Allen nos escupe en la cara que no importa cuánto dinero tengamos o cuán pobres seamos; no importa cuánto esfuerzo hagamos por esconder nuestras cabezas en los celulares como avestruces cibernéticas, no importa de cuánta tecnología nos rodeemos ni cuántos satélites tengamos, no importa nada si nacimos en el año menos tres mil o más diez mil, si fuimos prehistóricos, griegos o viajeros del espacio, porque siempre nuestro destino fue, es y será rodar. Rodar como piedras, como rolling stones.
gladiador
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de enero de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película entra en una casucha mal insonorizada de un parque de atracciones de Coney Island y me doy cuenta de que lo que Woody Allen pretendía en Wonder Wheel es hacer una película teatral: véase, esos guiños a Tennesee Williams, Tranvías llamados deseos… tienen lugar en su mayor parte en un cubículo familiar muy apto para desgracias humanas. En ese sitio de tres al cuarto donde Kate Winslet y Jim Belushi malviven al cuadrado por metro cuadrado. El centro de operaciones, el escenario principal. El drama (¡melodrama!) de los años 50. Es, pues, una aproximación al Woody Allen íntimo y circunspecto de September, Another woman. O Balas sobre Broadway, el Balas sobre Broadway comedia, aunque ahí no hablo del enfoque sino del tema: el amor. Y la mafia.

Kate Winslet tiene migrañas (me identifico contigo, querida Kate; malditas migrañas, nadie sabe lo que son hasta que se sufren) porque trabaja de camarera en mitad de un infierno de parque de atracciones (petardos, escopetas de feria y bullicio 24/7), porque tiene que intentar dormir entre pastilla y pastilla para la cabeza y porque su segundo marido se ha convertido en un tipo francamente difícil de tratar, un Jim Belushi reencontrado para la ocasión y algo pasado de kilos (¿o pesaban los años?).

La cosa va de huidas. Kate Winslet está casada con Belushi porque huye de un pasado (aspiraciones frustradas de actriz de teatro por un amor infiel) y acaba así, retraída (o castigada, maldición divina) del mundo con un mal (y amor) menor; y de un presente huye también Juno Temple, hija del primer matrimonio de Jim Belushi y que acude al hogar protector del padre porque la mafia me persigue. En éstas, Justin Timberlake, un vigilante de la playa guapete y seductor, quiere triunfar en el teatro y de paso flirtear con Kate y con Juno. Y si la Winslet tiene migrañas es porque algo le reconcome, algo va mal en su cabeza. Y conoce a Timberlake. Y éste a la Temple. Y ahí tiene usted condimentos para el conflicto. Señor Tennesse Williams, please…

No, señor Woody Allen.

Un Woody Allen que trata el affaire amoroso de siempre pero con un trasfondo teatral que tira para atrás. En ocasiones demasiado hasta que la película incluso se resiente. De ahí tanto plano secuencia, en una intención clara a su vez de desnudar al actor: si eres bueno, lo vas a demostrar; aquí montaje, el justo, y cuando hay algún contraplano se nota, y hasta sobra. Y quién demuestra si eres bueno en tales condiciones, quién no tanto: la Winslet lo hace. Aunque sea a ratos. Si el teatro desnuda a los actores, alguno muestra, más que algunas carencias, sus vergüenzas.

Woody Allen, recuerdas a Bergman, lo que ya hiciste en September, por ejemplo, pero en 1987 te salió mejor. Justo treinta años pasaron. Y recuerdas el teatro filmado de Un tranvía llamado deseo, evidente. Esa Kate Winslet en el mejor momento de toda su actuación y de la película, en una escena casi final en la que recuerda sobremanera a Blanche DuBois. Podría haber sido una comedia perfectamente, por cierto. Pero el teatro tira más al drama. Y como en Another woman, el ramalazo es tragicómico.

Que será verano y tal en Coney Island, pero las nubes (buen Storaro en la fotografía de interior, también en la de exterior) y la lluvia (clave en la historia, buena elección ésa, vive Dios) lo cubren todo en pro del tono drama de la película. El sol sale menos esta vez con Woody Allen…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de diciembre de 2017
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una tragedia griega en un parque de atracciones; la más perfecta oda a la hipocresía; una obra hecha de contradicciones y una gran contradicción en sí misma. Eso es ❝Wonder Wheel❞, la película de Woody Allen estrenada en 2017.

La cinta muestra de forma sublime la ironía de todo lo que sucede en ella, con unos personajes que piensan una cosa y la contraria, eufóricos y deprimidos a la vez, y juega con el doble sentido de una forma excepcional.

La fotografía es abrumadora, incomparable. Debo reconocer que en ocasiones me quedaba con la boca abierta y la cabeza ladeada durante varios minutos descubriendo cómo los colores de toda la escenografía cambiaban de la forma más sutil según evolucionaban los sentimientos de los protagonistas, todo ello dentro de un mismo encuadre. Así, durante unos planos estáticos que podían durar diez minutos o más, las luces de los neones se filtraban en cada uno de los elementos presentes en la escena y acompañaban la noria emocional de los protagonistas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
HBatarón
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 23 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow