Haz click aquí para copiar la URL

Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasada

Fantástico. Drama El Tío Boonmee sufre una insuficiencia renal aguda y decide acabar sus días entre los suyos en el campo. Sorprendentemente, los fantasmas de su mujer muerta y de su hijo desaparecido se le aparecen y lo toman bajo sus alas. Mientras medita sobre los motivos de su enfermedad, Boonmee atraviesa la jungla con su familia hasta llegar a una cueva en la cima de una colina, el lugar donde vino por primera vez al mundo. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 10 11 >>
Críticas 51
Críticas ordenadas por utilidad
28 de octubre de 2010
28 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
En “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” hay conexiones continuadas con el pasado. Y es que la amalgama que nos propone Apichatpong Weerasethakul no es meramente narrativa sino un reflejo cinematográfico. Los enlaces son visibles desde el tratado de la ficción de “Mysterious Object at Noon” y la inclusión de una de sus actrices, las tendencias documentales de “Blissfully Yours”, el repliegue sobre lo onírico, la ensoñación, la realidad y la ficción de “Tropical Malady” o “Syndromes and a Century” e incluso el surrealismo, humor absurdo y tratamiento del melodrama de “The Adventure of Iron Pussy” sin que exista un mero resquicio en el conjunto. Pero los méritos de la magnífica propuesta de la Palma de Oro de 2010 no son meras referencia y lugares transitorios y comunes sino de valerse de vidas e instantes pasados para iniciar un nuevo punto de partida.

Es cierto que una secuencia como la del monje budista mirando un móvil puede recordar a fragmentos e intenciones de “Syndromes and a Century” e incluso remitirnos a imágenes de “Shijie” de Jia Zhangke. Hay muchas más vidas pasadas. Pero los caminos que ha elegido esta vez el director tailandés son proponer elementos que sugieran ciertas respuestas tanto al espectador como a su protagonista. No es una novedad pero la narración de un cuento dentro de otro cuento, dentro de otra vida y de un camino, en constante evolución y fusión, son esbozos que se convierten en estrellas en el negror de la noche. Referencias perceptibles que unidas por líneas invisibles nos sirven de guías presentes, pasadas y venideras.

Propuesta insólita y bizarra (por valentía ‘bizarre’) en la que existen números espejismos y reflejos, como la intención de rodarla espaciada, pero no distanciada, en seis diferentes partes con estilo y cadencia propias. El conjunto, finalmente, resulta armónico y consecuente. No hay realidades ni invenciones, simplemente hay películas dentro de otras películas proyectadas en una pantalla y, al mismo tiempo, nos sugiere nuevas referencias en ‘nuestras vidas pasadas’. Cada uno antepone el mismo evento a sus experiencias vividas que es lo que nos hace completamente diferentes ante la misma percepción. Ese desdoblamiento de la realidad se desliga de la misma película.

“Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” es cine de futuro, contemporáneo, salvaje, cautivador, radical y provocador en su justa medida y, sobre todo, hundido hasta sus cimientos en un territorio furtivo sin explorar. Es pura tierra indómita y completamente feroz. Forma parte de nuevos caminos cinematográficos que sugieren a un director que ha llegado del futuro para proyectarnos su recorrido venidero.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de diciembre de 2010
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sales del cine con un 4 rozando el 5 en la cabeza...pero pasan las horas y te convences de que es un 5. Al día siguiente te ves explicándosela a un compañero y te das cuenta de que merece un 6, sin duda es interesante. Pero ya cuando vas a la cama empiezas a construir un discurso que separa la película de las demás…”si si un 7, ésta película es buena”, te dices. Por último, te decides hacer una pseudo-crítica en FA y mientras la escribes el 8 te ataca y confirmas que es sin duda una película notable. Finalmente, auguras que una vez le hayas dado al “Enviar” habrás querido ponerle el 9, porque señores, esta película es muy buena.

Ver la película no es tarea fácil, se recomienda tomar un par de cafés antes para luchar contra el sueño, ya que te encuentras (como acertadamente dice GVD) con un sinfín de “planos fijos peleándose por ver cuál dura más” y eso mata a cualquiera. Habría que decírselo a Weerasethakul que eso no se hace. Pero vamos, si tachamos y suspendemos la película por eso es que hemos visto muy poco cine, pues tendríamos que barrer una cantidad ingente de CINE (con mayúsculas) que goza de gran posición y de grandes discípulos. Bresson, Dreyer, Bergman, Leone, Peckinpah, Haneke o el catalán Serra (y demás terroristas cinematográficos) caerían en las manos de la demagogia y del dogma del mercado americano, la cual cosa es una tarea un tanto absurda y cansina. Vamos, que no es necesario centrar tu crítica en la duración de los planos de una película. Por ello prefiero centrarme en el impacto del contenido: la materia de la película.

El señor Filmaffinity puso tan sólo “Drama” en el apartado de género, imagino que poner los tópics; “comedia dramática”, “costumbrista”, “fantástica”, “cine experimental”, “cine independiente”, “fantasmas”, “comedia absurda”, “surrealismo” y/o “vejez” no le cabía, se entiende. La película da para mucho. Yo propongo uno: "Cine Fade-Out”.

(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rodolfo Lasparri
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de noviembre de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La productora catalana Eddie Saeta, con Lluís Miñarro a la cabeza, participa en la producción de una de las películas del año. Lo es porque el jurado de Cannes con Tim Burton y Víctor Erice -entre otros- se encargó de promover la culminación del ascenso de Apichatpong Weerasethakul. Si uno echa la vista atrás y se percata de la trayectoria del director tailandés, comprobará que era cuestión de tiempo que ese cine rupturista, personal y contemplativo se proclamara a nivel internacional como quinta esencia del cine de vanguardia. Pero, desde luego que 'Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas' no se trata de algo nuevo, sino que va muy en sintonía con lo que Apichatpong proponía hace ya casi una década. En 2002 sorprendió con 'Blissfully yours', partiendo en dos mitades la película y situando los títulos de crédito en la mitad de la cinta. Toda una revolución en la sección Un Certain Regard de Cannes. Por aquel entonces, ya se vislumbraba una historia de amor con la selva como atmósfera primigenia de una película que en la segunda parte se encarga de aborrecer todo lo que tenga que ver con una concepción narrativa de las que entendemos por convencionales.

Lo mismo sucedió con 'Tropical Malady' en 2004, recompensada con el Premio del Jurado ya en la sección oficial de Cannes, y considerada como una de las diez películas de la década por Cahiers du Cinéma, quienes han alabado el trabajo de Apichatpong llegando al clímax total con 'Uncle Boonmee...'. En un mismo entorno se jugó la carta de las apariciones místicas y misteriosas a través de un tigre inquietando y adormeciendo a la vez durante más de media hora. Porque eso es lo que ha conseguido Apichatpong no solo con el público sino también ante la crítica. Mientras que unos consideran que es el verdadero reconocimiento al cine más puro y audaz del momento, otros ven una concepción del cine fuera de los cánones establecidos y se niegan a compartir tal complacencia. El debate está encima de la mesa y el cine parece haber entrado de lleno en el juego de esta dualidad de la sociedad de consumo. ¿Eres del derechas o de izquierdas? ¿Eres del Madrid o del Barça? ¿Ves cine comercial o independiente? Cada año se evidencia aún más la polarización que hay entre estas dos categorías de puristas. Como nunca me he considerado uno de ningún tipo, me mantengo al margen de estos debates y esta vez, tengo que reconocerlo, disfruté con 'Uncle Boonmee…'. Lo hice de la misma forma que admito que esta propuesta tiene un punto de majadería, y lo asiente el propio Apichatpong cuando al poco de entrar en escena el hijo fallecido del protagonista reencarnado en un simio, a este se refiere uno de los personajes secundarios nada más verle con un: “¿Qué hacéis hablando con un mono? Estáis chiflados.”

(continúa en el spoiler por falta de espacio...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
hpbordon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de febrero de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A los del Festival de Cannes se les debió ir la mano con algunas sustancias el día que premiaron esta película, o esa convocatoria fue de una penuria fílmica sin precedentes. Simplemente no lo entiendo. El aburrimiento se apodera de uno desde el primer plano y yo creo que le dura hasta pasadas unas horas del visionado de la película. A la dejadez y abandono total de trama y ausencia de elementos de interés técnico, visuales, no sé, algo... se une lo absolutamente inverosímil de la aparición de fantasmas, hombres-monos con ojos de semáforo impertinente, desdoblamientos. Tampoco se entienden muy bien los incisos de otros planos narrativos, que a juzgar por el título deben ser las vidas pasadas del "uncle" en cuestión, aunque nada justifica tan aventurada hipótesis, puede que hayan acabado allí por un simple error de montaje.
Un consejo de amigo: si estaban pensando verla, no lo hagan. Ese tiempo que habrán ganado. Que la vida es breve y el cine es largometraje.
poldybloom
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de diciembre de 2013
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la última conversación entre Siddhartha y Govinda, el primero exponía las reflexiones a las que le había conducido su retiro...

El tiempo no es real y delimitable; la existencia es el incesante flujo de agua de un río. Lo aprendió junto a Vasudeva.

La medición del tiempo sirve como fin organizativo. Aunque sólo tengamos ojos, oído y tacto para el presente y para una pequeña porción de pasado y futuro, toda la eternidad reside en nosotros.

El mundo había de ser contemplado con amor. Todo es unidad. Esta pequeña piedra, dice, también es existencia, como lo soy yo.

Govinda besa en la frente a Siddhartha y ve en él miles de rostros. Destrucción y nacimiento constante. Una gran cantidad de seres amándose, renaciendo en la eternidad, hijos del mismo padre. Siddhartha sonrió con la sonrisa de los seres perfectos.

...

La película me ha remitido constantemente al corpus de la novela de Hesse. El buey de la primera escena es existencia, el fantasmagórico primate también, y los espectros de vidas pasadas. Y la cueva. El tío Boonmee la recuerda de algo. Quizás la visitó él, o yo, o alguno de vosotros.

Honestamente, la película de Apichatpong Weerasethakul dista de ser perfecta: es morosa en muchos momentos, y contiene pasajes y escenas que parecen no tener un sentido narrativo claro. Hay una redundancia espesa. No obstante, alberga momentos de indudable belleza, que consiguen embriagarte con el arcano misterio de los relatos y cuentos milenarios.

Gracias.
Nuño
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 11 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow