Cuando éramos soldados

Auténtico cine bélico, descarnada y cruda revisión de la Guerra de Vietnam en donde al principio puede que la película pueda parecer un tostón, una película mala; nada más lejos de la realidad.
Los diálogos dejan entrever a sus personajes, los actores son los apropiados (magnífico Mel Gibson como en el es habitual) y el doblaje está muy conseguido sobretodo el de Sam Elliott al que dobla magistralmente con su voz grave y rotunda un Constantino Romero que como siempre lo borda.
Centrandonos más en la trama se agradece esta película la mejor belica junto con" Salvar al Soldado Ryan ". Las escenas de combates son una pasada no tienen descanso una tras otra sin parar pero con un realismo bestial en todo, muerte a raudales, sangre, acción sin cesar, pero todo con orden bien hecho, crudo como la guerra misma, donde muchos van y nunca regresan.
El reparto femenino por supuesto es conmovedor sobretodo con el rol que le toca a Madeleine Stowe, con escenas francamente conmovedoras y tristes pero muy fieles a la realidad.
Randall Wallace dirige esta película dejandonos ver su buen hacer y su correctísimo manejo de las cámaras en donde incluye planos acertados en una película dura, bastante dura.

Cine infravalorado, un auténtico peliculón, no una fantasmada ni una película deleznable como dicen muchos. Me parece una película maltratada y que no se merece su nota tan baja, personalmente me ha encantado me ha parecido soberbia, de lo mejorcito de Mel Gibson y de lo mejorcito del cine bélico.
Y es que esta tambien magnífica porque los vietnamitas son tratados con respeto.

La recomiendo encarecidamente no sólo a los buenos amantes del cine bélico, sino también al cine en general que como en este caso deja ver que a veces las cosas no son lo que aparentan en esta infravaloradísima cinta.

Un film impresionante (siempre bajo mi humilde opinión claro está).

Un saludo y disfruten del cine.

En fin. Históricamente cuestionable. Por lo demás terrible. Las escenas de batalla no están mal, pero es lo único salvable. Lo más patético cuando Mel Gibson define la guerra: " una guerra es cuando un país invade a otro país y nosotros tenemos que ir a ayudar". Frase para el recuerdo. Se supone que los americanos van a Vietnam a ayudar a la humanidad y resulta que los malvados vietnamitas les están esperando, hay una lucha terrible, y al final, sorpresa, gana quien tú te imaginas. banderitas americanas por todos lados, frases estúpidas en medio de la batalla, patriotismo por todos lados ( solo faltaba a los vietnamitas cantar dios bendiga a América, por momentos me lo temí). Haga cualquier cosa antes que verla. Un insulto al cine.

Esta película tiene un mensaje claro y la vez contradictorio que quiere hacernos creer y no me gusta nada, todos se llevan de maravilla, ponemos al típico sargento con malas pulgas y un coronel valiente y todo funciona... y no nos olvidemos de sus esposas preocupadas sacando la lágrima fácil.
Lo único que me gustó fueron las escenas de acción, por su realismo.

El reparto está totalmente desperdiciado, Greg Kinnear no viene a cuento, Sam Elliott solo pone cara de cabreado, Chris Klein está más perdido que Wally, Mel Gibson está correcto, aunque yo destacaría a Barry Pepper.

En fin, una película simplona, que desprende un patriotismo barato y contradictorio.

Ni siquiera los medios de comunicación sabían los verdaderos motivos de la guerra del Vietnam, lo único cierto y seguro es que los gerifaltes de la industria armamentística americana se pusieron la botas.

Duro documento histórico sobre una gran batalla en Vietnam de los americanos, donde 300 soldados del 7º de Caballería Aerotransportada pudieron con más de 1800 vietcongs.

Vergonzosa y vergonzante, una vez más, la actuación del país prepotente que no ha aprendido de sus errores.

Memorables las actuaciones de Mel Gibson y de Sam Elliott, así como la de Madeleine Stowe repartiendo los telegramas que anunciaban la muerte de algún soldado de la Compañía a sus mujeres que residían en la misma base en EE UU, telegramas que normalmente entregaban los taxistas.

Gran película, en mi opinión, del género bélico; con "Salvar al soldado Ryan", dos verdaderas obras de arte.

Matrícula de honor, 10.

Claramente el film apunta a ser una de las cientas representaciones de la dolida guerra de Vietnam llevadas al celuloide. He tratado de abstraer la historia, la trama que no toque el celebérrimo patriotismo estadounidense pero es imposible. En ningún momento he visto la historia de un personaje que este respaldado por el ideal del ejército americano, ni siquiera la historia del otro bando (vietcong) escapa a las alabanzas del altruismo militar yanqui. Yo pensé que el cine bélico había madurado, pero parece que no, lo que me queda por decir es que es muy recomendable paraa aquellos que admiren el espíritu norteamericano.