Haz click aquí para copiar la URL

La mosca

Ciencia ficción. Fantástico. Terror Un científico se utiliza a sí mismo como cobaya en la realización de un complejo experimento de teletransportación. La prueba es un éxito, pero empieza a sufrir unos extraños cambios en su cuerpo. Al mismo tiempo, descubre que dentro de la cápsula donde realizó el experimento con él se introdujo una mosca. (FILMAFFINITY)
<< 1 10 15 16 17 25 >>
Críticas 121
Críticas ordenadas por utilidad
12 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La Mosca" es una contundente y sólida muestra del “body horror”, dirigida por David Cronenberg, y protagonizada por Jeff Goldblum y Geena Davis. El científico Seth Brundle seduce y conquista a la periodista Verónica Quaife para que documente el proceso de su último experimento, un dispositivo que puede teletransportar objetos entre dos cabinas, a la par que inicia un romance. Sin embargo, en una de las pruebas, Brundle, convertido en un arrogante hombre de ciencias por los avances de su trabajo, experimentará con su propio cuerpo sin percatarse que en el momento de la teletransportación, una pequeña mosca ingresará a la cabina, mezclando su ADN con el del insecto. Donde el director tendrá total libertad de incidir directamente en el guión, imponiendo su visión de exponer el mayor tiempo posible la desesperada lucha de un hombre por conservar su humanidad, evitando la transformación inmediata. De esta forma, Cronenberg propone un proceso de transformación más lento, y por ello más terrorífico y angustioso, porque quiere que el espectador esté siempre consciente de que detrás del monstruo hay un ser humano.

De esta manera, además de las evidentes ideas que se repiten del film anterior, como la obsesión del científico por triunfar en sus experimentos y trascender para alcanzar el éxito y la fama como también el traspaso de la ética científica al experimentar con fuerzas que no están sujetas al poder humano, el espectador podrá encontrar ideas evidentemente kafkianas respecto al existencialismo como la metáfora de sociedad autoritaria hacia el individuo diferente, el egoísmo ante el bienestar de los demás y la lucha por no dejar de ser humano. En primer caso, una sociedad totalitaria que aisla y discrimina al que es diferente, primero en la figura del científico y luego como monstruo. En segunda instancia, en la constante manía de Brundle de saciar sus instintos sexuales con su novia Verónica, sin importarle las nuevas sensaciones, contradictorias a todo esto, que la periodista empieza a tener respecto a su novio científico. Y en tercer lugar, la lucha hasta el final de conservar su naturaleza humana, más allá incluso de su propio ser y que remite al segundo punto, en donde no permite que Verónica aborte el engendro que está gestando en su vientre.

La pareja que forman Seth y Verónica, se ve un tanto forzada en la trama para que se desarrollen los acontecimientos, el director no tiene empacho en mostrar los vaivenes de la pareja, a la que se agrega un tercero que las circunstancias obligan a mutar, de villano acartonado en el triángulo amoroso a un providencial héroe mutilado en el clímax. Los celos, esa característica psicológica tan humana como destructiva, posibilitarán que la tragedia comience a gestarse, con un Seth emborrachándose porque Verónica se verá con Stathis Borans para acabar formalmente su romance, y probando su experimento en esas condiciones, sin saber que un pequeño insecto destruirá su vida. Un error que le costará carísimo y que da cuenta de esa soberbia que el científico adquiere cuando juega a ser Dios y se siente invencible. Además de estas diferencias en el tratamiento narrativo de la trama, enfocadas en los aspectos psicológicos del protagonista, el filme apostará por una brutal y explícita transformación física, una degradación física que realmente se vuelve repulsiva y vomitiva, en especial en el último segmento. El director quiso espantar al espectador para exponer la más explícita monstruosidad, que tiene escenas tan recordadas como asquerosas, como Brundle vomitando enzimas digestivas para poder comer y digerir los alimentos, la pérdida progresiva de partes del cuerpo como el cabello, la piel, las orejas y las uñas, pero principalmente el clímax en que pierde toda su carcaza humana para revelarse un repulsivo ser y luego la fallida teletransportación que lo convierte en un aún más deforme engendro, que finalmente pide a Verónica acabe con su sufrimiento.

Las actuaciones son correctas, queda la impresión de que Cronenberg no desea que el espectador sienta simpatía por Seth Brundle, bien lo supo al interpretar a un personaje egoísta y excéntrico, obsesionado con sus propios intereses y descubrimientos científicos, que en realidad no muestra la más mínima de las consideraciones con los demás, y lo que es peor, nunca se redime. Y aunque tiene una aceptable performance, le falta histrionismo para trascender y tampoco aprovecha la oportunidad que el maquillaje le otorga. Le falta un poco más de carisma, y queda una vez más la sensación de que le cuesta mucho mostrarse versátil en sus interpretaciones, pareciéndose todas demasiado a lo largo de su carrera. Por otra parte, Geena Davis, que en aquel tiempo era pareja real de Jeff Goldblum, interpreta a la periodista Verónica Quaife, un personaje que pudo haber sido mucho mejor dibujado en el guión y que se queda más que nada como nexo de Brundle con el aspecto más sexual de su personalidad, desperdiciando los dotes interpretativos de la ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto. Un reparto bien reducido es completado por John Getz como el celoso Stathis Borans, antagonista amoroso de Brundle. Joy Boushel como Tawny, chica que Brundle conoce en un bar y que planea usar en sus experimentos. Leslie Carlson encarna al Dr. Cheevers. Y un cameo del propio David Cronenberg como el ginecólogo que supervisa el embarazo de Verónica.

En definitiva, una película que conserva el regusto a buen cine de serie B, a producto artesano. Puede que no apasione, pero tampoco defrauda, siendo una de las más logradas de la filmografía del canadiense. Una muestra de como un ajustado presupuesto, una trama simple pero efectiva, tres actores y un escenario casi teatral pueden conformar un sólido y entretenido ejercicio cinematográfico. El maquillaje es tan brillante como asqueroso, superando el impacto visual y mediático de la original, sin lugar a dudas. Aunque quizás en algunos aspectos puede haberse quedado anticuada.
DavidFilme
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese hilo que se comienza a tensar y al final envuelve tanto... y que partiendo de un episodio como lo es un avance científico, se acaba convirtiendo en un sorprendente tejido que convierte a la película en un discurrir de géneros e ideas más que digno de admirarse. Mientras se nos repugna, aún hoy, con unos muy acertados efectos especiales, sucede una trama ante nosotros (de la que no nos damos mucha cuenta debido a los impulsos violentos de la metamorfosis, que todo lo domina) que, aún siendo simple, habla en un subtexto acerca de lo viejo y lo nuevo, de lo explorado y lo inexplorado, de la relación conservadora y la revolucionaria; tanto en lo referente a las relaciones de los personajes, como en cuanto la trasmutación que surge de entre las carnes del protagonista; y también de las consecuencias que tiene todo ello.

Y lo mejor que tiene la película, sin ninguna duda, es esa capacidad kafkiana de implicarnos tan abruptamente en un personaje, usando de forma acertada pocos personajes y un buen punto de vista narrativo, que se aleja del protagonista sólo cuando tiene que hacerlo para que una vez volvamos a él, sintamos un cambio aún mayor; son unas elipsis muy acertadas que centran el discurso. Y así, a cada evento que ocurre, a cada diente que se escurre, se siente; ni satura ni se queda corto. Nos repugnamos. Y aún con ello deseamos que todo acabe bien, pues luchamos como el protagonista que, siguiendo sus intereses personales, choca con algo más grande, algo que le hace no sólo cambiar, sino confrontarse con este cambio de una manera sólo definible con una palabra: nueva carne. Una identidad redefinida, que queda plasmada más con imágenes que con palabras, y eso, es cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Fer
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de mayo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha parecido espléndida. Sutil y muy lograda. Las películas de ciencia ficción no me agradan, pero esta es distinta. Mitad película de culto, mitad ciencia ficción. Versión paranoica de la clásica película de cine B de los años 50 para consumo doble en cines de medio mundo. Es un remake de una cinta del mismo nombre de 1958 de un director para mi desconocido: Kurt Neumann.
Con unos protagonistas magníficos, tanto Jeff Goldblum, muy en su papel de siempre y Geena Davis musa del cine de los años 80.
El cambio de carácter de él después de la teletransporación está muy conseguido. Se ha hecho más fuerte, mental y físicamente. Su vigor físico es tremendo.
Ha conseguido que la descomposición del yo y su construcción definitiva de nuevo yo consiga un ejemplar más perfeccionado de sí mismo. Pero le ha cambiado el carácter, su forma de ser, su manera de abordar las cosas, las relaciones y el sexo básicamente. Definitivamente algo no funciona, algo va mal. Su cambio físico es evidente, su aspecto y su presencia física, muy lograda en la cinta. ¡ Se está conviendo en una mosca !
Y el resto de la película trata de desvelarnos qué es eso que no funciona y cómo puede ella ayudarle...
Geena Davis estaba empezando en el cine, con su guapura tan peculiar, su mirada tan significativa, su presencia tan imponente. Su pelo rizado sigue pareciéndome insufrible.
ÁAD
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabría decir si "La Mosca" rinde mejor como historia de amor o como historia de terror pero lo que sí es seguro es que mezcla perfectamente ambas facetas para resultar en una muy entretenida película de ciencia ficción donde el suspense se presenta con gustosa repulsión servida a ritmo de excelente maquillaje. Hay que tener en cuenta que hablamos de una película con casi 40 años de antigüedad y en la que a pesar de su aspecto ochentero con tufo a Serie B, la notable transformación paulatina del personaje se deja en manos de unas labores de maquillaje alejadas de los ordenadores y de los fondos verdes, lo que le otorga mas atractivo si cabe y convierte el resultado en un placer virginal digno de ser explorado.

"La Mosca" no deja de ser algo realmente guarro, por momentos macabro y tenebroso, donde la asquerosidad campa a sus anchan por la pantalla y va cogiendo velocidad a medida que la película avanza. Viscosidad, sangre, vómito y otros tantos fluidos se dan cita en un espacio sucio, medio abandonado y tan desordenado que hasta haría potar a una cabra. Se logra así crear un ambiente lúgubre y opresivo entre cuatro paredes y sin apenas tiempo ni espacio para respirar un mínimo de aire fresco.

El guion y la trama son sencillos y con un objetivo claro que abordar desde el inicio. No hay rodeos ni pérdidas de tiempo y los personajes los mínimos para que todo fluya en linea recta y sin frenos. Me encanta la interpretación de Jeff Goldblum dando vida a ese pobre científico ingenuo que creyó tener el mundo a sus pies y que acabó arrodillado frente a sus propias aspiraciones. Una forma de hacernos ver que hay fuerzas que no son controlables por mucho que nos empeñemos y que hasta la más estúpida casualidad que pueda escapar a nuestra voluntad puede hacer que la suerte cambie para mal en un puto abrir y cerrar de ojos. Baste el simple e impredecible vuelo de un insecto para comprobar que el éxito, el amor y la gloria más absoluta se pueden ir a tomar por culo sin que nos hayamos dado cuenta del motivo. Bueno es por lo tanto aquel famoso dicho de "El hombre propone y Dios (o en este caso una puñetera mosca) dispone".

Así que como hay pocas cosas que de verdad podamos controlar, limítate a sentarte frente a la pantalla y disfrutar de esta historia. Seguro que después verás las moscas con otros ojos...
JulesVincent
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos 20 años después de que la trilogía de The Fly protagonizada por Vincent Price llegara a su fin, David Cronenberg revive este relato de ciencia ficción con un enfoque distinto orientado al horror corporal. Esta versión se podría interpretar más como un reinicio o una reimaginacion porque las diferencias con la película original de 1958 son bastante grandes, pero el concepto es lo que no cambia. Aquí no hay intercambios de partes del cuerpo como en la película original que se volvieron tan icónicos al punto de ser parodiados en muchas caricaturas, David prefirió que los genes de Seth fueran fusionados con la mosca intrusa para dar lugar a una grotesca mutación que se va manifestando a lo largo de la película. La película original pertenecía a la era atómica y en esa época era común que diera mensajes sobre los riesgos de la tecnología. Aquí hay un mensaje similar, pero usando la filosofía de Cronenbergn sobre como la tecnología puede influir en la biología humana de formas inimaginables.

Hay que admitir que Cronenberg es un maestro en el área de la ciencia fisión con su concepto sobre la tecnología influyendo en la biología de los seres humanos. Esta versión de The Fly resulta ser una estupenda película en muchos aspectos por ser una versión más grotesca de la historia original. Jeff Goldblum ha ofrecido un muy buen personaje que hizo que esta película sea al igual que Jurassic Park, una de las razones por las que Jeff es recordado. Vemos como Seth va lentamente cambiando hasta volverse una criatura grotesca, pero ese cambio no se limita solamente a su apariencia física. Se puede ver con claridad como la mutación lo va afectando psicológicamente volviéndolo mentalmente inestable. La película original también usaba eso, pero de una manera más sutil. Aquí la decadencia psicológica de Seth es mucho más explícita.

Lo más memorable de esta película es indiscutiblemente los efectos especiales. El maquillaje parte desde algo sutil hasta luego ir reflejando la criatura en la que Seth se convierte. Las películas de Cronenberg no decepcionan en ofrecer bizarras secuencias de efectos de maquillaje y esta película cumple con eso. La banda sonora de Howard Shore también merece ser mencionada por ofrecer una buena ambientación y tener un poco del aire de la película original.

The Fly es otra de esas películas de los años ochenta que no dejan de ser recordadas o queridas por la buena dosis de monstruos y efectos especiales que pudieron ofrecer. Otra de película de David Cronenberg que cumple los estándares de los amantes de los monstruos y los efectos especiales prácticos. Mi calificación final para esta película es un 9/10.
Elvis Del Valle
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 15 16 17 25 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow