Bastardos sin gloria

Digamos que Federer ¡digo Tarantino! aburre...
De iterativo, de repetitivo, de lento muy lento lento rayando lo cansino...
Al igual que Trier éste es un megalomano con exceso de monoamino oxidasa sin tratar...
La película fruto de un post-pre-market con "estrellas" como ¿Pitt? que se endiosa mirando a su dios o su dios mirando a Brad, es un miasma de insensateces -habida cuenta de los manidos diálogos sempiternos-sofismas-abstrusos que no van a ninguna parte (¡Bueno sí, a las partes, los güevos de sendos protagonistas! en una estúpida escena megaloguionizada, por supuesto) que abocan al espectador dentro de su caja de palomitas llenas de baba infantil buscando la dentadura después de unas pertinentes carcajadas cuando contempla sin parpadear y ansioso como revientan al personal fílmico con un bate o una ristra de balas...
La interpretación: vulgarmente tendenciosa, sin más.
En cuanto al 'primo' de Roger (¡Joder, se le parece, vaya!) que en vez de 'manuelarse' a nuestra costa como si fuéramos imbéciles -aunque cuando pagamos por ver esto, lo somos-, que se emascule a la salud de Death Proof.

The I