Crimen en el Expreso de Oriente

Salvo contadas y honrosísimas excepciones, el de los setenta posiblemente sea el cine que peor ha envejecido, prueba fehaciente de lo cual es esta «Asesinato en el Orient Express», saludada en su día con un notable éxito de crítica y público —nominaciones y galardones incluidos— que hoy se antoja difícilmente comprensible.
Las holguras presupuestarias, traducidas en un atractivo diseño de producción y un reparto de campanillas, no encuentran continuidad en una dirección sumamente deslavazada, casi diríase labor de un debutante, amateur incluso, de todo punto impropia de un realizador de la talla de Sidney Lumet.
Como si de un resfriado se tratara, dicha desgana parece contagiarse a todos y cada uno de los integrantes del —insisto en que lujoso— elenco, excepción hecha de un Albert Finney que peca precisamente de lo contrario: su Hércules Poirot convierte en histriónico caricato a quien no hacía tanto se había erigido en imagen de los «Angry Young Men».
Tampoco el guion se libra de la desidia generalizada —ello resulta especialmente grave habida cuenta de la celebérrima novela que pone en imágenes—; hasta tal punto que el desenlace consiste en una prolija explicación —casi un cuarto del metraje total— por parte del perspicaz detective.
En fin, soberana decepción, particularmente lastimosa a la vista de su opulenta ficha técnica—ni el maquillaje está bien puesto—. La verdad, no recuerdo mayor desperdicio de talento desde la participación de España en el mundial de 2014, mi nota de selectividad o cualquier festival indie que se les ocurra.

Adaptación de una de las novelas de Agatha Christie, con el célebre detective belga Hércules Poirot (Finney) investigando el caso de un asesinato cometido en el legendario tren Orient Express... A Lumet le entregaron un equipazo actoral (los consignados más Richard Widmark, Vanessa Redgrave, Jacqueline Bisset, John Gielgud, Jean-Pierre Cassel, Michael York...), una alineación de galácticos, pero como tantas veces eso no significó que se consiguiera formar un buen equipo. "Asesinato en el Orient Express" es, pese al excelente esfuerzo de Finney, un funcional y monótono film de intriga, sin carisma, cuyo mayor interés radica precisamente en comprobar, asombrados, la salida al terreno de juego de todo ese equipo, en el que cada jugador, eso es cierto, posee sus momentos de lucimiento. Es más, le dieron un Oscar y todo a Ingrid Bergman por semejante trabajito. Para compensar, imagino, el fiasco de la empresa, muy cara y poco lucida. Otra explicación no tiene; ¿o sí?.

"Asesinato en el Orient Express" consigue adaptar con éxito la famosa novela de Agatha Christie, y lo hace planteando una película de intriga de corte clásico, apoyada en un buen elenco.

Se trata de una obra con cierto carácter teatral, que toma lugar durante gran parte del metraje en tan sólo uno o dos compartimentos del tren, donde el inspector va interrogando a los viajeros y atando cabos sueltos. De esta manera la atención cae por completo en un guion que evoluciona con un ritmo pausado en el tramo intermedio de la película, pero que termina por ofrecer una conclusión satisfactoria.

El resultado final es una historia de intriga que no resulta especialmente variada a nivel visual, y que puede adolecer de un ritmo algo lento en algunos momentos, pero que se hace fuerte en su guion para terminar ofreciendo una investigación clásica que resulta recomendable.

La película en realidad es aburrida, o sea no es para cualquiera. La trama está buena y es interesante como sus personajes, pero no hay mucho suspenso e intriga, ya que hay demasiados diálogos y son bastante excesivos. Esta película está sobrevalorada porque por más que sea un clásico, no es emocionante. Si es bastante fiel la novela original, eso no lo sé porque no la leí para sumarle más puntos, pero la versión del 2017 es mejor y superior a esta cinta porque tiene más emoción e intriga. Puede que esta película haya sido genial en su época, pero no envejeció bien por lo que veo. Mi calificación final para esta película es un 5/10.

Entretenida, sin más. El enrevesamiento a veces no funciona. Y esta película es puro conflicto. Con un trabajo de guión estupendo, muy pulido, sobre el que se sustenta la cinta.
Con un elenco de actores de impresión: Albert Finney, Lauren Bacall, Ingrid Bergman, Sean Connery, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Jacqueline Bisset, Richard Widmark, Martin Balsam, Jean-Pierre Cassel, John Gielgud, Michael York, Wendy Hiller, y Rachel Roberts.
Buen trabajo de dirección, tremendamente condicionado por la novela y por el guión.
Se deja ver, es entretenida y amena. Mantiene el interés por la trama, no por la estética de la cinta, que no es poca. Pero no es su mayor logro. Aunque el ambiente está muy bien legado, los decorados son muy vistosos, la ropas y todo el atrezzo también son notables. Quizá la música no esté en consonancia con la cinta, pero es una opinión seguramente muy criticable.