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Batman

Fantástico. Thriller. Acción Cinta basada en el cómic homónimo. La oscura y peligrosa ciudad de Gotham tan sólo se halla protegida por su corrupto cuerpo de policía. A pesar de los esfuerzos del fiscal del distrito Harvey Dent y el comisionado de policía Jim Gordon, la ciudad es cada vez más insegura hasta que aparece Batman, el Señor de la Noche. La reputada periodista Vicky Vale intentará descubrir el secreto que se oculta tras el hombre murciélago. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 202
Críticas ordenadas por utilidad
15 de diciembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aplaudida y taquillera cinta de Tim Burton, el "niño que quería ser Godzilla", y una de las obras más importantes de la década de los ochenta. Cuenta con el honor personal de haber sido la primera película que vi en la gran pantalla, con mi padre, cuando aún era un niño imberbe. Aún no me explico cómo me dejaron entrar cuando, por aquel entonces, no dejaban entrar al cine si no se cumplía la edad recomendada para ver una película.

Tras varias adaptaciones de cine y TV, el "Batman" de Tim Burton da un giro radical a la visión "pop" del personaje que hasta entonces se tenía, y toma más ideas de las novelas gráficas de Frank Miller, con gran influencia de "The Dark Knight". Le insufla la estética burtoniana de lo gótico, rodeando al personaje de sombras, tonos grises y noches perpetuas en una Gotham City más oscura que nunca. Pero no sólo Batman es oscuro; lo son también todos los personajes que lo rodean empezando por el mismo Joker: un ser deleznable, ya desequilibrado cuando era Jack Napier (un soberbio Jack Nicholson) y totalmente ido en su transformación de homicida psicótico de eterna sonrisa.

La sensación de pesimismo y amargura es notoria también en el entorno: robos y violencia continua, policía corrupta e inquietud generalizada de los ciudadanos ante la presencia de una misteriosa criatura alada que sobrevuela la ciudad.

Si bien el filme de Burton es de una calidad innegable, no es una adaptación muy fiel del cómic y ha recibido variadas críticas de los aficionados. Entre ellas, el escaso papel del comisario Gordon (Pat Hingle) y su aparición como un hombretón fofo, todo lo contrario al Gordon atlético de los cómics y mano derecha de Batman en la policía. Otra gran contradicción reside en los orígenes de Jack Napier, mucho más humildes que en el filme, y su transformación totalmente distinta en el Joker.

En las interpretaciones, Michael Keaton repite con Tim Burton después de "Beetlejuice" y encarna a un Bruce Wayne algo insípido pero correcto. Kim Basinger, todo un icono de los '80, sigue desprendiendo sensualidad a la que le añade una elegancia clásica. Y, por último, el que se lleva la palma es Jack Nicholson, con una actuación histriónica y repleta de muecas y gestos. Los hace tan suyos que ni siquiera roza los límites de la sobreactuación.

La partitura de Danny Elfman es, una vez más, soberbia. Alcanza un grado de épica magistral, y realza en gran medida la nota media del filme.

Ojalá todas las películas comerciales tuvieran tanto encanto como este "Batman". Gracias, Tim, una vez más.
Richy
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11 de septiembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta cuanto menos curioso cómo evolucionan las preferencias y tendencias, ya no solamente en el mundo del cine, sino en todo el espectro de canales que difunden la cultura de la sociedad en la que vivimos. A veces surgen fenómenos que cambian radicalmente el concepto que tenemos acerca de una idea preconcebida, fenómenos que nos golpean provocando una sensación de desconcierto, shock y asombro en el mejor sentido de los términos. Yo diría que desde que en 1989 se estrenó Batman, algo cambió en el arquetipo del héroe que se mostraría de ahí en adelante en las pantallas de celuloide. Y es que aparte de una gran película, Batman de Tim Burton redefine el concepto del superhéroe clásico hacia un tipo motivado por los más oscuros asuntos de un universo gótico, más cercano a ensoñaciones surrealistas que a la realidad de su propio cómic. De esta forma, y a pesar que esta película constituiría el origen de una franquicia dedicada al hombre murciélago, Burton da sólo unas pinceladas del mismo, difuminándolo en favor del Joker de Jack Nicholson y sus secuaces, los cuales literalmente ahogan al protagonista en un ambiente de pesadilla del que continuamente intenta aflorar para explicarnos quien es. Y al final ¿quién es Batman?, esta es una pregunta que la película ni siquiera se molesta mucho en explicar, al contrario lo presenta como alguien misterioso y enigmático del que sólo podemos vislumbrar sus motivaciones de justiciero vengador. Partiendo de esto podemos afirmar que la película carga todas las tintas en el ambiente y la estética sin molestarse demasiado en elaborar una trama creíble. Ejemplos de esta perspectiva heroica perduraron en obras posteriores burtonianas como Eduardo Manostijeras, Batman Returns, (donde se perfecciona esta fórmula), o ajenas como El Cuervo o Dark City (ambas de Alex Proyas), entre otras muchas de los años noventa, las cuales son deudoras de este film. Pienso en definitiva que Batman de Tim Burton abre un ciclo de oscuridad en la estética del cine de esa época.
No obstante con todo lo anterior quiero concluir haciendo justicia a sus actores secundarios que son los que de verdad lucen, responsables de llevar a buen término con sus actuaciones la personal visión del director. Jack Nicholson, Kim Basinger, Michael Gough y el resto del reparto, han hecho de este fenómeno de masas y merchandasing, un pequeño clásico del cine de entretenimiento que ha perdurado después de los años, sin olvidar la espléndida partitura de Danny Elfman, que completa un espectáculo a veces bajo de ritmo, que si bien no es perfecto si resulta redondo.
verbenas
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8 de mayo de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de que en los años 50 en los comics o en los 60 en la serie de televisión cuando todo el mundo se pensaba que Jamas harían algo decente en la gran pantalla llego el señor Frank Miller y Alan moore para hacer comics acojonantes de lo que dejaron asentado a Batman como el señor de la noche. Inmediatamente después de eso, y ya que en la Warner Bros buscaban desde hacia años un director para hacer algo decente de Batman, contactaron con Tim Burton, director que habia hecho La Gran aventura de Pe Wee o Bitelchus.

Era un director bastante inexperto y joven, pero el se fijo en los comics de Frank Miller como por ejemplo El regreso del caballero oscuro, Batman Año Uno, o La broma asesina de Alan Moore. esas fueron las claves necesaria para llevar a Batman como se merecía a la gran pantalla.

La película fue un autentico taquillazo para su tiempo, un autentico fenómeno, donde Batman fue llevado como se merecía, un personaje oscuro, con sentimientos. los actores no eran para menos, por un lugar tenemos al gran Michael Keaton haciendo de el mejor Batman que por ese entonces era conocido por la anterior película que ya había hecho Bitelchus con el mismo director. al gran Jack Nicholson haciendo de el Joker de forma magistral, a la gran Kim Basinger haciendo de Vicki Vale, mas los extras, y los secundarios, todos muy bien caracterizados.

El argumento fue bastante acertado, y la película para nada se hace aburrida en ningún momento, es entretenida, ya lo era en su tiempo y lo sigue siendo, porque las obras maestras siempre son buenas y lo serán siempre. La música es algo brutal, Danny Elfman dándolo todo con la banda sonora que es mágica en todos los sentidos de la palabra.
Kyo Jackson
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13 de junio de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre murciélago siempre fue popular dentro del mundo de los comics, pero no fue hasta 1966 donde una serie protagonizada por Adam West lo llevará a una expansión general en todo el mundo. Y aunque esta serie era entretenida y graciosa, nunca mostraban la verdadera esencia del encapotado, así como su oscuridad y misterio.
Así fue cuando en 1989 el joven (ahora lo conocemos todos como no) Tim Burton fue el encargado de llevar a la pantalla grande por primera vez al personaje y cuando dijo quién sería el encargado de interpretarlo todo el mundo se decepciono: Michael Keaton, en aquel entonces frecuente actor de comedias.
Bien, ahora vamos con la película que arranca a toda orquesta con la espectacular banda sonora de Danny Elfman que suena increíblemente bien y creo que no se podía haber hecho un tema mejor para Batman.
Pero, a pesar de la decepción general del público, Keaton es realmente un muy buen Batman. Capaz de reflejar todo su tormento y incomodidad con una sola mirada, pero su verdadero defecto no es él, sino que la película le cede totalmente el protagonismo al gran Jack Nicholson como El Guasón, que es espectacular, pero ni siquiera eso le da el mérito de quitarle todo el protagonismo al que verdaderamente lleva el título de la película.
Lo que realmente decepciona por lo menos a los que somos fans de los comics, es que personajes como el Comisionado Gordon o Harvey Dent queden relegados a roles tan secundarios cuando sus personajes son trascendentales en los comics.
Las escenas de acción son muy buenas pero hay demasiada diferencia entre una y otra, ni hablar del lentísimo climax donde estan El Joker y Vicky Vale subiendo las escaleras de la iglesia a paso de tortuga y Batman abajo siguiéndolos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lautaro
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17 de abril de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine y el comic siempre han mantenido una relación tan estrecha como esquiva, no han acabado de congeniar siendo dos artes eminentemente visuales, aunque uno, el comic, esté privada del sonido y tenga que concebir el movimiento con líneas estáticas, mientras que el otro, el cine, necesita de la tecnología para reproducir aquello que en los tebeos y novelas gráficas, sólo necesitaba, lápiz papel y tinta. Afortunadamente con las nuevas tecnologías digitales, lo que antes era muy trabajoso plasmar en el cine, ahora se resuelve con cierta facilidad, más aún con el 3D. Pero cuando este “Batman” fue llevado al cine, la tecnología digital aún estaba naciendo, por lo que hay que valorar el film visualmente en su contexto histórico, cosa que algunos espectadores actuales suelen olvidar, a la hora de enjuiciar el personaje creado por Bob Kane.

Se ha hablado mucho de la supuesta influencia en el primer “Batman” de Tim Burton de dos comics capitales para el personaje complejo y atormentado de Bruce Wayne: “El señor de la noche” de Frank Miller y “La broma asesina” de Allan More y Brian Bolland, en una especie de criminal al servicio del bien. Sin ánimo de desmerecer ambas obras, que son excelentes, a poco que recordemos la filmografía de Burton, desde una perspectiva actual, se hace evidente que la raíz de su aproximación oscura al hombre murciélago, tiene serias influencias del universo interior del mismo director, ya que encaja a la perfección en su visión tenebrosa de la vida y en su manifiesta simpatía hacia los personajes de apariencia imperfecta, que suelen aparecer en sus películas y que convierten a Batman en un hombre oscuro, ambiguo y torturado por sus recuerdos.

Buen ejemplo de ello son, las imágenes en las que aparecen los títulos de crédito, ilustrada con la fascinante música de Danny Elfman, resultan toda una declaración de intenciones, ya que son una hermosa metáfora visual de la mente de Batman: la cámara se desliza por un laberinto tenebroso e inhóspito, oscuro y lleno de recovecos para, al alejarse mostrarnos que se trata del símbolo que nuestro héroe lleva en el pecho. Una sugerente forma de transmitirnos que es el traje de murciélago bajo el que se esconde el justiciero no es más que una proyección exterior de su visión de su propia psique, torturada y retorcida. Hasta su traje de superhéroe es, prácticamente negro, si exceptuamos unos pequeños detalles amarillos, es lógico que su oponente sea alguien tan lleno de vitalidad y colorido como el Joker que encarna de forma histriónica Jack Nicholson, aquí sí que ese histrionismo es acorde con el personaje.

La habitual identificación entre el bien como “luz” y el mal como “oscuridad”, está invertida en esta película, conservando el contraste necesario entre protagonista y antagonista para funcionar dramáticamente, pero provocando en el público cierto distanciamiento hacia el héroe, ayudado por la inexpresividad de Michael Keaton como Wayne y una inevitable corriente de simpatía hacia el villano. Todo ello sirviéndose de unos gags muy cercanos al comic, que producen una cierta hilaridad dentro del fin maligno del villano que roza en algunos momentos la parodia. Batman se convierte en lo opuesto al Joker, ambos viven con una obsesión, pero cada uno eligió una senda distinta. No en vano, cuando la bella fotógrafa Vicky (Kim Basinger) le interpela a Wayne, “Creen que es usted tan peligroso como Joker”, éste justifica su propia anormalidad afirmando que “Tampoco el mundo es perfecto”.
Antonio Morales
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