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CODA: Señales del corazón

Drama Ruby (Emilia Jones) es el único miembro oyente de una familia de sordos. Ella es una CODA -child of deaf adult-. A sus 17 años, trabaja por la mañana con sus padres y su hermano en Gloucester, Massachusetts, antes de ir a clase, tratando de mantener a flote el negocio pesquero familiar. Ávida de encontrar nuevas aficiones, Ruby decide probar suerte en el coro de su instituto, donde no sólo descubre una latente pasión por el canto, sino ... [+]
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Críticas 88
Críticas ordenadas por utilidad
20 de febrero de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La empecé a ver con cierto escepticismo por ser una versión reinventada, a la conveniencia de la directora, de la película francesa “La familia Bélier” (Érik Lartigau, 2014) que tanto me había encantado. Les aseguro que, si no fuera porque está nominada al Óscar, la hubiera dejado pasar. Pero no, reconozco que me lo pasé genial viéndola. Uno de los productores de la cinta original, Philippe Rousselet, se había quedado con los derechos para hacer un “remake” y la jugada le salió de perlas.

Se hizo un casting para localizar a actores sordomudos para localizar a los personajes de esta película. Ese, a mi entender, fue uno de los éxitos fundamentales del equipo técnico y su directora a la cabeza. Todos están impresionantes. El saldo arroja, como balance, la nominación al Óscar de Troy Kotsur en el apartado de Actor Secundario. Merecidísima. Un papel en el que tiene que resolver muchos matices diferentes, cabreado con los compradores del pescado que saca del mar con sus manos, los enfados que se lleva a casa, la ternura con la que protege a su familia y más. Y todo con soberbias pinceladas y unos diálogos brillantes. Quizás sea una cosa que no se suele valorar en los guiones: los diálogos. Siempre nos centramos en evaluar si las tramas funcionan, si el ritmo es el adecuado, si los personajes son creíbles, etc.

En esta cinta, quiero reivindicar que, parte de la fuerza y de que se tan emotiva sin caer en la ñoñería, la tienen unos diálogos muy cuidados. Obvio que unos son hablados y otros, gesticulados (y subtitulados, no se asusten). Generan tensión, ternura y encajan a la perfección con la psicología tan diferente de todos los personajes. El guion está nominado al Óscar también en la modalidad de Adaptado ya que viene de una película ya estrenada. Es por esto que están nominados, tanto la directora Sian Heder, como los guionistas de “La familia Bélier”, Victoria Bedos y Stanistas Carré de Malberg.

Recalcaremos que es la primera película para cine de Heder, que tuvo que aprender lenguaje de signos mientras escribía el guion de esta cinta. Que, en el casting que hizo con actores sordos, eligió a Troy Kotsur, a Marlee Matlin y a Daniel Durant; que ya habían coincidido juntos en el musical de Broadway “El despertar de la primavera” (Spring awakenings). Todos brillantes. Marlee Matlin ya tiene un Óscar. De hecho, es la actriz más joven en ganar, con solo 21 años, la estatuilla a la Mejor Actriz Principal por su papel de Sarah en “Hijos de un dios menor” (Randa Haines, 1986). Pero su vis cómica es innegable. Me encantaba verla haciendo de Ruby, la abogada sordomuda de Joy, la esposa de Earl, en la serie “Me llamo Earl”. Otro personaje que me encantó de matices es el mexicano Eugenio Derbez en el papel del profesor de música que quiere aparentar ser duro y demuestra sutilmente su ternura mientras intenta ocultarla.

Dejo para el final, lo mejor. La interpretación de Emilia Jones es espectacular y conmovedora. Y sí, me emocionó varias veces en la película (cosa que mis amigos saben que no tiene mérito). Que, todos sus miedos, sus ilusiones, las presiones familiares, el amor oculto y su lucha por conseguir ser ella misma se transmitan tan claramente; intuyo que no es fácil. Como dije antes, apoyada en unos diálogos brillantes, creo que quiero ver alguna película más en la que salga esta chiquilla a la que ya pudimos ver haciendo de extra en “Piratas del Caribe: En mareas misteriosas” (Rob Marshall, 2011). Es la chica inglesa que le pregunta a su padre: "¡Date prisa, papá! ¡O nos perderemos el ahorcamiento!". Tendré que verla en la serie Locke & Key. Por cierto, CODA significa Children Of Deaf Adults (hijo de padres sordos). De nada. Y que sepan que, si tengo que ver, de nuevo, una de las dos, sin duda: “La familia Bélier”.

@MiPropiaLuna
Luis Alberto Serrano
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13 de abril de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me ha parecido nada injusto que CODA se haya llevado el oscar de mejor película del año, como si la actitud políticamente correcta de la Academia quisiera congraciarse con los sordomudos otorgando el premio a una película de este tipo, como ya hiciera en anteriores ediciones con los homosexuales (Moonlight) y los negros (12 años de esclavitud). El preciado galardón se lo ha ganado por derecho propio. Lo tiene más que merecido ante unos rivales un tanto discretos.

Se trata de una obra muy digna contada desde la perspectiva inédita de los sordomudos, acerca de una joven que se debate entre ayudar a su familia sordomuda de pescadores y estudiar canto en la universidad. Me han enamorado los personajes, desde su maravillosa protagonista con sus sentimientos y emociones y sus incuestionables aptitudes para cantar, pasando por su cachondo padre, su hermano y el encantador profesor de música.

Todo está contado con mucha elegancia y es una de esas historias emocionantes y agradables que te hacen sentir bien cuando termina. Se agradece ver películas como esta entre tanta mediocridad irrelevante.
Harold Angel
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1 de enero de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no tienen dónde caerse muertos, al menos delgaditos y pintones, no como otros. Vamos a ver:

- Si una familia muy vulnerable, de mudos, vive en una pequeña localidad, es seguro que todos se volcarán con ellos y les intentarán ayudar y, por supuesto, les respetarán. No se meterán con ellos y les harán la vida aún más imposible. Hace unos años, se llamaba gen altruista, porque, sí, la especie humana es la mejor sobre el planeta. Los animales son obviamente peores que las personas. Una pena que algunos tengan que aprender esto tan facilito de golpe y pagarlo con su vida. Te acercas demasiado a algún animal y pasa lo que pasa, mucho más habitual de lo que parece. De estúpidos que se creen este tipo de gilipolleces tan crueles (reírse y humillar a un mudo) está el mundo lleno. Le correrían del pueblo sin piedad.

- Chistes con los mudos, caca, culo, pedo (oloroso), pis y polvo ruidoso. Reivindicaciones de sordomudos falsas y facilonas. Como comedia no funciona.

- La historia de amor con su pareja de escenario, otro bodrio de sobremesa. Lo único que mola es su camiseta de Discipline de K.C. La historia de enamoramiento no enamora, tampoco funciona.

- The Clash, Bowie, Joni Mitchell... no me gusta nada la banda sonora. La música a mí no me funciona. Sobre todo Joni Mitchell, que ha pasado de olvidada a estar entre las tres primeras de la cada vez menos ínclita lista Rolling Stone por criterios de cuotas.

- Niña con voz bonita, como otros cinco millones de triunfitas, con una historia también cinco millones de veces contada. Profesor de la academia de O.T. capullo y que no tiene ni puta idea. Bob Dylan no tiene una voz de pegamento y arena, por mucho que lo dijera Bowie, simplemente canta como el culo. Su imitador español, Sabina, la peor voz grabada nunca, canta como los ángeles también, no te jode, voz de orujo y sal, p.ej. Algo así como el descubridor del pachuli, es este cantamañanas del profe. Hay que echarle muchas horas a la música, rica. Eso de que el éxito está al alcance de dos gorgoritos es estafar a la peña, aunque a veces alguno/as les toca la lotería, eso no es lo habitual y mucho menos lo recomendable. Como superación personal no funciona.

- El desarrollo de la historia es alargado y repetitivo. Es que te duerme como el nazigordi marcado. No es ni tierno, sabes como acabará ese dilema de la obligación y la oportunidad. El drama sentimental no funciona.

Nada funciona, todo apesta a ya contado muchas otras veces mucho mejor. Mensajes falsos que hacen daño más que ayudan; bombas escondidas en falsos clichés y la peor película oscarizada desde Slumdog millionaire.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bartleby
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1 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es el largometraje escrito y dirigido por Sian Heder, responsable de “Tallulah” y de las entregas de “Little America”. Ruby es el único miembro oyente de una familia de sordos. A sus diecisiete años, trabaja por la mañana con sus padres y su hermano en Gloucester, Massachusetts, antes de ir a clase, tratando de mantener a flote el negocio pesquero familiar. Ávida de encontrar nuevas aficiones, Ruby decide probar suerte en el coro de su instituto, donde no sólo descubre una latente pasión por el canto, sino también una fuerte atracción física por el chico con el que debe realizar un dueto. Su entusiasta profesor ve algo especial en ella y la anima a que piense en la posibilidad de entrar en la escuela de música, algo que la obligaría a tener que tomar una decisión de cara a su futuro: o sus estudios, o su familia.
Esta coproducción estadounidense, remake de la notable cinta francesa “La familia Bélier” (cuyo visionado no tengo muy fresco) es un sencillo drama familiar en que la discapacidad auditiva se trata de manera menos profunda que en la original y las canciones son mejores en la de 2014. Resulta obvia la historia de iniciación de una chica que debe elegir entre seguir ayudando a su familia o perseguir su sueño. Esta traslación norteamericana ha sabido llevar bien la historia si bien es previsible y un poco formulaica, carece de golpes bajos y tiene un tono optimista aunque no destaca en el aspecto formal cinematográfico excepto en una escena. Cabe destacar el reparto de actores formado por Emilia Jones como Ruby, Troy Kotsur y Marlee Matlin como sus padres en la ficción, Daniel Durant como su hermano (son actores sordos realmente menos la joven protagonista), Eugenio Derbez como el profesor, y Ferdia Walsh-Peelo (“vista en “El amor en su lugar”).
El film triunfó el año pasado en el festival de Sundance donde fue el más premiado con el gran premio del jurado a mejor película USA, el premio especial del jurado a mejor reparto, el premio del público y el de mejor dirección en drama y fue comprado por la plataforma Apple TV por una gran cifra de dinero. Luego ha estado presente en la temporada de premios como una de esas feel-good movies que son reconocidas: elegida en el top 10 del American Film Institute y como uno de los mejores títulos independientes del año por el National Board of Review y ganó dos premios Gotham a mejor interpretación de reparto para Kotsur y revelación para Jones. La carrera dio un giro cuando el film fue premiado en el sindicato de actores, productores y guionistas a mejor reparto, película y guion adaptado y finalmente hizo pleno al ganar los tres Oscar a los que estaba nominado a mejor largometraje, actor de reparto para Kotsur y mejor guion adaptado. En un año sin un título que causara entusiasmo, “CODA” fue la opción de consenso y hace sentir bien al espectador aunque no sea el mejor. Antes de triunfar poca gente la había visto pero el efecto Oscar se ha notado en la presencia en cines, algo de lo que me alegro.

Valoración: 6
Lo mejor: el reparto de actores, en especial Jones y Kotsur.
Lo peor: no se sale de la típica fórmula parecida a un telefilm.

https://josh-cine.blogspot.com/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Joe Diaz
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3 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre tanta película sesuda viene bien en ocasiones disfrutar una sencilla, a la vieja usanza como es el caso de Coda ("Child of deaf adult") de Sian Heder. Un filme sencillo, predecible y bonito. La historia de una joven inmersa en una familia de sordos, por lo que se ve inmersa en la dificultad de tener que lidiar entre ser "la intérprete" de su padre/madre, y sus propias ambiciones.

La película se desarrollará en una línea bastante comprensible y amena, con una primera parte que entrega buenos momentos de comedia para en su segunda parte pasarse directamente a la tensión y el drama. Entre medio, conoceremos las idas y vueltas de Ruby (Emilia Jones), quien deambula entre el trabajo y sus estudios, fuera de enfrentar la posibilidad de desarrollar sus habilidades de canto junto a un profesor (Eugenio Derbez) que intentará constantemente motivarla. Coda triunfa en todo aquello que se propone, nos hace reír cuando debe hacerlo y también lloramos junto a la historia cuando se nos provoca para aquello, y ahí, el rol de Troy Kotsur (actor efectivamente sordo, que como a estas alturas todos sabrán ha ganado un Oscar por su labor) es extraordinario, quien sostiene sobre sus hombros los momentos más efectivos de la película. Con él reímos y lloramos, sin necesidad de una sola palabra, solo gestualidad.

En definitiva, una historia bonita y emotiva pero también bastante predecible. Coda es una (muy) buena película en lo suyo pero mucho más allá de eso no llega. Simbólicamente, el que haya contado con la participación de actores y actrices sordas le entrega al filme un elemento tremendamente potente y digno de ser destacado, sin embargo, en términos de guión la película se sabe por donde irá y si bien cuenta con momentos dramáticos muy bien logrados y que emocionan hasta las lágrimas, no sorprende.

¿Lo mejor? Troy Kotsur.
¿Lo peor? Es una película bastante tradicional en su desarrollo.

www.politocine.blogspot.com
emartinec
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