Basada en hechos reales

seré breve y concisa:
¿Puede ser más mala esta película?

Para quien disfrute de este género y conozca las fuentes de este filme cada escena será como una arcada, un arcada infinita, una repetición de todo lo que ya conoces pero sin llegar a ningún lugar, acabas aborreciendo este género que tanto amas, un quiero y no puedo, y lo que es peor: nunca terminas de vomitar.

Aún así, y como puntos a favor (que son pocos), digo que tanto visualmente (la fotografía y puesta en escena) como musicalmente me ha gustado (Desplat en la BSO), pero eso no va a quitar que argumentalmente me haya parecido predecible y obvia, porque lo es. Ves venir muchas cosas, y eso no es nada bueno. ¿Dónde coño queda la sorpresa?

Creo que últimamente Polanski no está muy en forma, y no lo digo por El oficial y el espía (cinta que aún no he visto), lo digo por otras anteriores...

Parece uno de esos culebrones que echan siempre en A3 los sábados por la tarde, pero en versión "Deluxe".

Meh

La novela de Delphine de Vigan Basada en hechos reales parece haber sido escrita para que Roman Polanski la llevara al cine (pocos personajes y desquiciados, poco escenarios y desquiciadores, relaciones de dominación física y moral). Una escritora y una admiradora (estupendas Emmanuelle Seigner y Eva Green) establecen una peculiar relación que se va haciendo progresivamente enfermiza. Polanski aporta su talento para la puesta en escena y la creación de una atmósfera opresiva, pero ciertamente no lleva demasiado lejos la situación, no le extrae todo su jugo. Aún así es una película muy notable. Polanski es mucho Polanski.

El coste que supone para algunos creadores el proceso de concreción de sus obras, lo que ponen de ellos en ese proceso y las secuelas posteriores son el tema de esta película de Polanski.
Es muy difícil sorprender en estos tiempos con historias originales. Muchos creadores echan mano de otros aspectos de la creación, en la industria cinematográfica también, casi siempre aspectos ajenos al núcleo creativo, como por ejemplo los avances técnicos, con el fin de atraer al espectador. Cuando no de ocurrencias o de un elenco atractivo para las masas.
Roman Polanski casi nunca hace eso, se acerca a las historias con absoluta entrega. Va al fondo de ella misma y la escudriña hasta agotar todas sus posibilidades.
En esta es previsible desde el principio, al menos para mí lo ha sido, el papel que iba a jugar esa admiradora de la famosa escritora que acaba de presentar al público una novela con un gran éxito y que protagoniza el film. Así como las cartas anónimas que recibe.
Pero a pesar de conocer el intríngulis de la historia vi el film con mucho interés.
Emmanuelle Seigner está envejeciendo muy bien, su rostro gana matices, y eso da a los personajes que interpreta un plus. Y a este personaje, esos matices de su rostro le viene como anillo al dedo.
Se trata de una novela autobiográfica, en la que pone al descubierto su intimidad y la de parte de su familia. Tiene éxito y fama.
La pregunta, ¿tiene derecho a ganar dinero, fama y éxito poniendo al alcance del público intimidades ajenas?
Esta pregunta es a la que trata de contestar el film y eso es lo que atormenta a la protagonista.
La respuesta que Polanski da en el film es abierta. Que juzgue cada uno.
La historia está contada de manera sobria, llena de matices, que sin agotar el tema, lo deja sobre la mesa bastante bien destripado.
Hay que decir que este asunto que tanto preocupa a la protagonista de la película le trae sin cuidado y le parece anecdótico a los cientos, miles, de personas que hay hoy en día en internet o en televisión ventilando sus asuntos más íntimos tan ricamente, digo lo de éticamente porque algunos se hacen ricos con ello.
Polanski hace buen cine, de otro tiempo sobre temas que mucho me temo preocupan a muy pocos.

Parece mentira que esta película tan burda, obvia y maniquea pueda ser de Polanski. "Basada en hechos reales" tiene visos del genio polaco, como ese aire a depravación, misterio y locura que definieron obras como "Chinatown" y "Lunas de hiel", pero termina perdiéndose por un camino excesivamente simple.

Y ese camino tiene nombre propio: Eva Green. Bueno, la actriz no, que es magnífica y no hace falta decirlo, sino su personaje. Se la ve venir en la primera escena y es digna de cualquier telefilme de después de comer. En el lado opuesto reside una protagonista brillante interpretada por una Emmanuelle Seigner más que decente, muy superior a la que vi en sus comienzos. Su personaje posee una situación personal y laboral que podría protagonizar hasta una trilogía, pero lo dicho, la otra lastra el conjunto de forma dramática, dejando a la película en algo parecido a un chiste sin gracia.

Polanski, déjate de chorradas y saca tus demonios a pasear, te lo pido por favor.