Me leí el libro en su día, y cuando me enteré que se iba a rodar una serie tomando como principal fuente el libro de Valeria, sentí curiosidad por ver cómo iban a plasmar Los Javis la historia. Si caerían en la vulgaridad, o encumbrarían a un pedestal a La Veneno. Y es que, con un personaje tan polémico, lo más sencillo habría sido caer en una serie que pasara sin pena ni gloria.
Al poco tiempo se desvelaron nombres del casting. Reconozco que por entonces, algunos de esos nombres no me hicieron especial gracia.
Hoy, tras haber terminado de ver la serie no puedo estar más agradecido a Los Javis por como han tratado la historia, como no has hecho ver quién fue realmente la Veneno. Detrás de las caretas de prostituta, transexual, icono de los 90 y estrella de la televisión, hay una persona que solo reclamaba amor. Y es que así es como se nos muestra Cristina en sus testimonios a Valeria. Una persona que toda su vida ha luchado por tener la aceptación de su madre, y que se fue a la tumba sin ella. Una persona que se agarraba a un clavo ardiendo con tal de conseguir lo que más ansiaba en este mundo: amor.
Especial mención a Eva Leira y Yolanda Serrano. El casting ha sido todo un acierto, y han conseguido que me haya tenido que tragar mis palabras.

Hasta ahora hemos ido conociendo casos de pederastia en el seno de la iglesia católica con un goteo más o menos cesante.

Con esta serie documental, Netflix intenta darle un enfoque más global al caso, detallando algunos de los casos de una forma que no dejará indiferente a nadie y bastante neutral, pues no solo cuenta con los testimonios de los afectados, sino que también recoge testimonios de los presuntos responsables y de las instituciones a las que pertenecían (aquellos que han querido hablar) y de periodistas que han seguido los casos.

Dejando de lado el contenido en sí, y el mal cuerpo que te deja el dar un par de pasos de atrás, ver el problema en un mayor conjunto con la perspectiva que nos presenta Netflix y comprobar la dimensión de la madeja e interconexión de los casos, la serie en sí no brilla en exceso por su aspecto técnico, pero sí destaca sobre todo por el hecho de que el hilo conductor sea uno de los afectados, y vaya recogiendo testimonios a lo largo de la misma.

Es una serie necesaria, para no dejar que caiga en el olvido, sobre todo por el esfuerzo que han hecho sus protagonistas por dar su testimonio, pero dura, muy dura, que costará verla entera.