Sin valor estético, ni filosófico, ni científico.

Este pastel es una mezcla torticera de new age, pseudociencia y conspiranoia. No intenta mostrar una información, si no venderla, mezclando un montón de temas interesantes de forma parcial e inconexa para que encajen con calzador en unas premisas delirantes. Sus únicos argumentos son los de autoridad (esto es verdad porque lo dice nosequién) y no dejan de mostrarnos supuestos expertos que no paran de mezclar contextos, hechos y personajes históricos legítimos con chorradas y teorías de mano negra. El uso de la música y de los recursos cinematográficos es absolutamente subjetivo y hace que todo se parezca más a una producción de Iker Jimenez que a un documental serio de la BBC.

Esta película NO es para todos los públicos, me sorprende que venga auspiciada por Netflix pero bienvenida sea en cualquier caso.

Debido al caos, la brutalidad y la forma de abordar las "peculiaridades culturales" japonesas, casi desde el principio me vienen a la cabeza Visitor Q o Ichi the killer de Takashi Miike. Sin embargo TFOL no es una emulación, esta llena de detalles que la hacen muy personal y original, empezando por su estética cinematográfica que me parece muy acertada, si no fuese por esa forma tan experimental de rodar podría haber sido algo infumable.

Argumento:
Joe Murata es un estafador desalmado, que derrocha carisma y explota en su beneficio a la gente que le rodea. Mientras acecha a una de sus víctimas se cruza en su camino un equipo de rodaje amateur y a partir de entonces la historia se convierte en una en espiral muy loca de gore, violencia y fetichismo mientras se mezclan la realidad y la ficción.

Conclusión:
Me atrevo a decir que para el gran público esta película resultara difícil de digerir. Para mi ha sido una delicia, un festival excesivo y dionisiaco pero con una gran sensibilidad cinematográfica.

Es inevitable la referencia a la serie Kingdom porque esta película nace claramente de su estela. Aqui se dan mas o menos el mismo escenario y los mismos ingredientes pero tratados con un estilo un poco mas simplón: un malo muy malo, un grupo de heroes muy buenos y muy valientes que luchan por una causa noble...

La película se centra tanto en presentar a los protagonistas y crearles una trama en la puedan encajar, que todo el tema de los zombies queda en segundo plano hasta la "batalla final". Las intrigas palaciegas quedan infantiles en comparación con Kingdom, en mi opinión uno de los grandes atractivos de la serie.

Funciona como peli de espadas y aventuras, y ademas salen zombies. A cualquiera que le gusten esas premisas le gustara Rampant, pero mas para pasar el rato que como obra fundamental del genero.

En esta historia el protagonista es un hombre gris, un funcionario que se ha sacrificado al máximo durante 30 años por un trabajo aburrido, ingrato y en gran medida inútil. Todo cambia cuando le diagnostican una enfermedad terminal y empieza a cuestionarse sus decisiones y a buscarle sentido a la vida.

Tanto la dirección como los interpretación de los actores es sobresaliente, tiene una narrativa ingeniosa y por si hay algún aprensivo con el cine asiático: el ritmo no es nada lento ni aburrido.

Esta película es en primer lugar una inteligente, elegante y profunda reflexion sobre la vida y la muerte. Y en segundo lugar es una brutal disección de la cultura japonesa, especialmente del ámbito laboral pero también de las relaciones familiares. Muy recomendable para cualquier japanofilo.

Gran película se mire por donde se mire.

Lanzar buenos ingredientes en un proyecto asi, sin mas, no garantiza un buen resultado. Y eso es lo que pasa en the undoing. Aquí hay buenos actores y todas las cuestiones técnicas son de primera, pero el guión flojea mucho, nos cuenta una historia manida de una forma que no atrapa y cada giro en la trama tiene aun menos fuerza que el anterior.
Se salvan Kidman y Sutherland por los pelos, el resto es un telefilme de domingo por la tarde disfrazado de gran producción de HBO.