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España España · Santiago de Compostela
Críticas de Chief_Brody
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
8
27 de abril de 2017
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si lo estaré exagerando subconscientemente por lo que la saga Alien supone para mí, pero cada vez que veo/leo/soy bombardeado en twitter por algo referente a Covenant lo tengo más claro: esta no es una campaña de marketing más, es LA CAMPAÑA. El seguimiento que está realizando 20th Century Fox es alucinante, con una retroalimentación brutal por parte de medios, y a esta publicidad High Cuality hay que sumarle la cantidad de material rodado que se ha puesto a nuestra disposición, ya que no olvidemos que este es el segundo corto que se realiza basado en la película.

Empezamos con un trailer muy del estilo Ridley, un bombardeo de imágenes con música y ambientación asfixiantes, pero sin mostrar mucha cosa. Bien.

Posteriormente un segundo adelanto, que puede ser considerado la joya de la corona en cuanto a promoción de la cinta. Como convertido a la iglesia cinéfila por dos pilares del séptimo arte como son Tiburón y Alien, no soy de esos que se relame viendo una y otra vez al monstruo en una película, pero considero que nos merecíamos disfrutar de un xenomorfo como el que sale al final del susodicho. Son muchos años disfrutando de esa máquina perfecta de matar entre la oscuridad, los vapores y los pasillos estrechos, y tratando de olvidar esos movimientos robocopianos del alien-perro de Fincher (me olvido del engendro de Alien Resurrection y de esos dos sacrilegios que fueron Alien vs Predator), y ya era hora de verlo a plena luz del día y mostrándose cómo es, una criatura implacable y ultraviolenta.

En cuanto a los cortos, en el primero (titulado La última cena, Ridley y sus referencias bíblicas, ya saben) se nos presentaba a la tripulación de la Covenant. La verdad es que, a diferencia de otros cortos de presentación que he visto, donde el "argumento" está cogido por pinzas, este me pareció muy fresco, se desarrolla una escena muy natural, y aún mas importante, se nos explican dos cosas que parecen capitales para la trama: la tripulación de la Covenant está formada por parejas, y su misión es la de crear una colonia en un planeta adecuado para ello. ¡Y por fin sale James Franco! Además de esto, a mí, que no estaba muy convencido con ciertas elecciones del casting -aunque no pongo la mano en el fuego por estos fugaces cinco minutos- me dejó más tranquilo (sí, me refería a Danny McBride, pero el tío se basta con dos chascarrillos para tomar el relevo de aquel Idris Elba tan desaprovechado en Prometheus).

Por último tenemos esta maravilla de casi 3 minutos. Shaw repara a David, y juntos van a cantarles las cuarenta a esos mamones que nos quisieron vaporizar hace 2000 años con sus inestables armas biológicas. Hasta aquí lo imaginable para todo aquel que haya visto acabar Prometheus. Pero llegan al planeta, y nos encontramos en el momento que llevamos cinco cinco años esperando. Sólo se me ocurre una palabra para describir toda la escena de la llegada de la nave; PRODIGIOSA. La estética gigeriana lo impregna todo; la ciudad que se ve al fondo, ese muelle de atraque con forma de aguijón de escorpión... todo unido a esa pulcritud y clase con la que el señor Scott rueda siempre sus amplísimos escenarios. La multitud, tan impaciente por ver quién los visita como nosotros por dejarnos los dineros que haga falta por ver la delicatesen plagada de escenas desagradables y bichos de pesadilla que se nos presenta en apenas unos días, se agolpa unos cuantos metros por debajo de la nave. Una enorme escotilla inferior se abre (¡en espiral, como no!), y ahí está David. ¡¿Pero David, qué haces?!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chief_Brody
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7
12 de mayo de 2017
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de cómo empecé a ver Legión es, cuanto menos, curiosa. Todo surge de una conexión errónea de referencias seriéfilas, pues enfrascado yo en la búsqueda de algún estreno que ver, y como apasionado de Hannibal, los ojos se me abrieron como platos al conocer que Brian Fuller tenía entre sus planes la adaptación de la novela de American Gods. Además -y lógicamente entre otras, ya que actualmente escribes "series 2017" en el buscador y te puedes pasar días leyendo recomendaciones- había oído hablar de una muy particular adaptación de un personaje de la Marvel -más concretamente de los X-MEN-, David Haller, también conocido como Legión.

Dejando madurar unos días esta contundente mezcla, que sin lugar a dudas no me iba a dejar indiferente, llega el día, o más bien la noche, de ponerse a ello. No sé bien por qué, quizás por lo propicio del argumento -un diagnosticado esquizofrénico que en realidad es un mutante con poderes mentales- para su manera de dirigir y contar tan febril y propensa a los juegos mentales, pero mi cerebro creó una Legión tutelada por Brian Fuller que sin lugar a dudas tenía que empezar esa noche. Y a ello que me puse.

Normalmente, los pilotos tienen dos funciones capitales: presentar la historia y sobre todo enganchar, dejar esa sensación en el espectador, mientras se funde a negro, de "uff, a ver el segundo". A este fin, se nos suele tirar el anzuelo con un buen cebo en forma de trama que -lógicamente- no llegamos a anticipar demasiado bien, pero que amenaza con unas enormes posibilidades de desarrollo, un protagonista con el que empatizamos, y un final de capitulo apoteósico, generalmente con una sorpresa que nos crea la necesidad de seguir la historia, una revelación referente a la trama que no esperábamos, o una escena que contribuye a crear un vínculo entre espectador y protagonista (se me ocurre el final del piloto de The Leftovers, tre-men-do).

Aquí, tenemos todos los ingredientes y sin embargo, el piloto no me engancha por lo que muestra, sino por la manera de hacerlo. La inconexión entre escenas que forman el capítulo me parece una manera maravillosa de hacernos formar parte de ese trastorno que padece David. Empatizamos con él y sentimos su ansiedad, ya que no deja de ser la nuestra, al no lograr enterarnos de multitud de cosas que están pasando a pesar de tener toda nuestra atención puesta en la trama. La secuencia final, aunque previsible, pone las cartas sobre la mesa; tenemos dos bandos enfrentados, los buenos (David y sus nuevos aliados, una alianza de personajes -con los que nos familiarizaremos a lo largo de la temporada- mutantes también como él, y con unos poderes significativamente más originales que los que todos nos podemos imaginar cuando oímos la palabra "superhéroe", y por ello -al menos para mí- más satisfactorios), y los malos, una corporación dependiente del gobierno que trata de usar a los mutantes para su beneficio, o eliminarlos en caso de no poder hacerlo.

Animado por la manera de contarnos la historia y por su potencial, continúo, y conforme avanzan los capítulos se va gestando en mi mente una idea según las sensaciones que me producen. La conclusión de todo esto es la división de esta primera temporada en dos partes claramente diferenciadas. La inicial serían los cuatro primeros capítulos y medio y, lógicamente, la segunda los tres y medio restantes. Y es que considero que a la serie le cuesta demasiado arrancar, ya que vivimos una especie de impasse en SPOILER 1; pero una vez llegamos a SPOILER 2, la evolución y avance de la trama ya se muestra imparable.

Paralelo a este progreso camina el desarrollo del protagonista. Reconozco que me desesperaba al principio siendo testigo de los diálogos de David. Creo que no termina ninguna frase durante los primeros capítulos, todo son balbuceos y una incapacidad de acción y de controlar su propia mente que enerva. En esta evolución, que a grandes rasgos me parece de lo más satisfactorio de la serie, y que va paralela de una inconexión cada vez menor en los capítulos -resultándome esto particularmente satisfactorio, por entenderlo como algo realizado conscientemente, construyendo sensaciones también así-, destaco un enorme punto negro; SPOILER 3

Todo esto queda empequeñecido por esos tres y medio capítulos finales que suben el listón en cuanto a nivel, y que recompensan sobradamente a todo aquel al que, como a mí, se le haya hecho un poco pesada la primera mitad, y aún más importante, recompensa esa sensación que la serie produce desde un principio de enorme potencial, ya que aquí lo vemos totalmente liberado.

Estos tres capítulos y lo que destaco de ellos se encuentra en el SPOILER 4.

En definitiva, y a riesgo de ser pesado, Legión es una serie que por supuesto recomendaría, principalmente porque no está atada a ningún tipo de convencionalismos que otras series tienen que seguir, y por las enormes posibilidades que un mundo tan rico en libertad ofrece. El único límite es la imaginación de sus creadores, lo que me permite confiar en más dosis de psicología, onirismo supercreativo, habitaciones del subconsciente y un David cada vez más autoconsciente...aún sin Brian Fuller.

Más críticas, escenas, teorías, y en definitiva un espacio para departir acerca de cine en https://cronicasdebigwhiskey.wordpress.com/
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Chief_Brody
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5
22 de marzo de 2017
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No negaré que el día no fue ni mucho menos propicio para mis intereses: después de dormir tres horas la noche anterior, y de pasarme toda aquella mañana de sábado -"¡Shomer Shabbat, hostia!" que diría el gran Walter Sobchak- de aquí para allá, al llegar a casa solo quería comer y morirme en el sofá. Pero, ¡oh, discordia!, sonó el teléfono. Mi primo pequeño, un cabroncete de 10 años al que le está empezando a picar el gusanillo del séptimo arte, quería ir al cine. En un principio traté de librarme, pero cuando uno oye esa voz preadolescente, que aún no sabe aparentar indiferencia, decir "no te preocupes, da igual", hay que tener el corazón muy frío para seguir con las excusas.
Así que, 17 euros -y un dolor de cabeza por cortesía de la página web de cinesa- después, allí estábamos los dos, en una sala medio vacía, en el estreno de la película hype del momento y, recordemos, un sábado por la tarde... reconozco que sentí cierta lástima al imaginar el futuro que le espera a las nuevas generaciones cinéfilas como la cosa siga así, pero supongo que siempre nos quedará una fiesta del cine anual, o que vuelva la decencia a los precios, y no sentir el frío acero en la cartera al pagar una entrada.

Bien, habiendo desvariado suficiente ya, al lío, que es a lo que hemos venido. "Es como Apocalypse Now", llegué a leer. Lógicamente, no fui con esa frase en la cabeza a ver la película, ya que hubiera agarrado a mi primo por las orejas y a los cinco minutos estaríamos ya fuera, teniendo que soportar otro "no pasa nada, no te preocupes". Si que le concedo a quien dijo tal barbaridad una asociación que me ha venido a la cabeza cuando caminaba hacia casa desde el cine. Siempre he considerado a Apocalypse Now como el perfecto argumento de videojuego. Fijaos: el protagonista avanza, sumando compañeros y equipo a su causa, superando escenarios y adversidades, lidiando con personajes pintorescos y amenazantes, para encontrarse, al final del camino, con ese duro enemigo final que es Kurtz. Si enlazamos eso con el parecido que Kong tiene con Donkey Kong...puedo llegar a entender la analogía. O quizás quien lo dijo fundamentó su sesudo análisis en ese cartel promocional en el que vemos unos helicópteros sobrevolando un cielo anaranjado. En cualquier caso...

¿Por qué no me gustó? En primer lugar, el casting y desarrollo de personajes me parece muy malo. No me trago a Hiddleston, el rastreador. ¿Por cierto, qué rastrea? Su labor se acaba cuando el mono -no lo olvidemos, mide como un edificio de diez plantas- les da la bienvenida a la isla. Brie Larson hace lo que puede con un papel tan plano que si lo quitamos de la película, esta no se ve para nada afectada. Es fotógrafa, por amor de Dios, y accede a no mostrar nada de lo allí fotografiado. John Goodman...bueno, al menos le dan cierta dimensión al personaje con esa búsqueda de venganza, aunque lo anecdótico de su muerte es insultante. En cuanto a Samuel L. Jackson...quizás es mejor que no diga nada. ¿Para qué desarrollar un buen antagonista cuando puedes dejárselo a las secuelas de la guerra? Que se vean esas placas identificativas chicos...en fin, es tan exagerada su evolución que parece una parodia, o una película propaganda del ku klux klan en la que equiparan su capacidad de raciocinio a la del mono, con claras intenciones racistas.

Además de eso, hay situaciones que la propia película se crea para avanzar y sumar metraje. ¿La construcción de la balsa?¿Para qué? Si se bajan de ella a las primeras de cambio. Otra es cuando se suben al árbol, con la excusa de encontrar un punto con mejor visión para saber que camino que deben tomar. Pero la más sangrante es la que sirve como detonante para la cabezonería de Samuel L. Jackson (explicada en spoiler), que aún después de ser solucionada...da igual, él sigue adelante, porque de algún modo el enorme mono se ha convertido en Vietnam y en una venganza para sus hombres caídos en combate.

Todos estos son fallos que podrían rebajar la nota de una película, pero aún así seguir siendo interesante, mas aún queda el plato fuerte: el guión. No le encuentro ningún sentido. Avanza dando bandazos de un lado a otro, movido por motivaciones cambiantes de los protagonistas (las de John Goodman primero, que simplemente sirven para llevarlos a la isla, y las de Samuel L. Jackson después, para mantenerlos en ella y poder seguir viendo al simio), mientras de fondo se desarrolla lo único que debería importar: ver algún animal gigante, a Kong aplicándole llaves de lucha libre a algún pobre lagarto de esos (¿soy solo yo el único al que le recuerdan a los bichos de Riddick, pero en cutre?), los espectaculares paisajes...etc. Pero que no nos quieran engañar, una película de monstruo no tiene que venderse con falsa pretenciosidad -"es como apocalypse now", os recuerdo-, y debe centrar sus esfuerzos en cuanto a trama a acompañar de una manera ágil, original y con coherencia a la multitud de escenas espectaculares -que es lo que la gente quiere ver-. Huelga decir que, a mi entender, eso aquí no pasa (cuando coge el "palo", lo de las cadenas o el napalm... he de reconocer que sentí un poco de vergüenza).

Por último, y porque sé que es lo que de verdad os interesa...a mi primo le gustó, mucho. Quién tuviera diez años...
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Chief_Brody
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8
7 de abril de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empiezo esta crítica manifestando mi profunda admiración por Shyamalan, lo que de entrada me inhabilita para hacer algo medianamente objetivo, pero no creo que haya nacido aún quien sea capaz de despojarse de toda subjetividad para analizar fríamente algo tan dependiente de las emociones que suscita como una película de cine.

Mi querido amigo indio me ganó en el momento en el que vi por primera vez a Graham Hess despertándose sobresaltado con el grito de su hija pequeña. No me sonrojo cuando, delante de cualquiera, no dudo en colocar a Señales como una de las películas de mi vida. El cine no deja de ser provocar sensaciones en el espectador, y pocas veces se me han humedecido los ojos como viendo a Joaquin Phoenix gritándole "andiamo" a unos niños brasileños mientras ve la televisión metido en un armario, echándose la mano a la boca cuando el video casero se pausa y vemos por primera vez la figura del alien, o en la maravillosa escena de la última cena de toda la familia.

Esta película resume lo que es para mi Shyamalan; alguien con tres inquietudes fundamentales, llevar lo sobrenatural a la realidad, las relaciones humanas y la sutileza. Inquietudes que transmite a sus espectadores de una manera pausada, progresiva, y sobre todo, particular, y que llegan libres de aditivos, de fuegos artificiales, simple y llanamente por su labor como guionista (es básicamente por esto por lo que es mi héroe), y de montaje. Porque no nos engañemos, Night es el maestro de la fantasía, de la ciencia ficción mundana, y...¿sois capaces de nombrar más de un par de escenas de CGI en sus películas? Pues eso.

Con respecto a su inquietud fundamental, la de sacar a la luz lo sobrenatural que forma parte de la realidad, es posiblemente la razón por la que lo admiro tanto. Por buscarle un simil, diría que es el Stephen King del cine, un apasionado de la ciencia ficción y de la fantasía, que la homenajea y retuerce para hacerla formar parte del día a día, acercándola a nosotros, haciéndola real.

Sigamos. Guionista, había dicho. ¿A quién se le ocurre hacer una peli sobre una invasión alienígena, siendo la invasión el mero contexto sobre el que hacer un alegato sobre la importancia de tener fe? ¿Quién se inventa El Bosque? ¿Quién es capaz de, habiendo creado un sello que se basa en un final sorpresivo, siga siendo capaz de hacerlo? Siempre deja su impronta, y uno sabe cuando está viendo una película suya. Pero no solo de finales vive; la comicidad siempre presente, la magnífica representación de las relaciones entre personajes, los geniales golpes de guión, el uso de la música, y generalmente, el propio argumento, ese también es el sello Shyamalan.

Podría dedicar esta crítica a hablar de este gran hombre, o de como se le ha crucificado estos años... pero conociendo un poco a Shyamalan, él preferiría que se hablara de su arte, así que allá vamos.

La película es una vuelta a ese director genial, para el que la introducción de sus historia sueles ser tú comprando la entrada del cine y las palomitas, ya que cuando te sientas en tu butaca y empieza, no puedes evitar fruncir el ceño y pensar "¿me habré perdido 10 minutos de peli?". Tiene mucho mérito hacer una película de dos horas sin introducción, con cinco personajes (esto podría ser discutido con el amigo Kevin) que nunca confluyen en el mismo escenario (fijémonos en que a partir de la media hora la cámara sólo graba a dos a la vez como máximo), y en dos escenarios de tamaño reducido. Pero claro, eso es guión, y ahí el amigo sabe lo que se hace.

Sigue en spoiler
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Chief_Brody
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8
30 de enero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de comenzar comentando mi debilidad por Jake Gyllenhaal. Creo que dota a todas sus interpretaciones de una credibilidad, y aún mas importante, de un carisma que hace que siempre empatice con él. Aquí no es mérito exclusivo suyo, el guión acompaña, mostrándonos el terrible proceso de un hombre incapaz de expresar su dolor después del fallecimiento de su esposa.

Hay a priori material para alguna cazadora de premios lacrimógena made in Hollywood, pero no es el caso. Jake -Davis- se convierte en una persona sin filtros, que hace lo que puede para no enfrentar el traumático suceso por el que ha pasado, caminando durante toda la película en esa fina cuerda trenzada por la empatía que nos genera, la cómica naturalidad con la que actúa la mayor parte de las veces (mención especial en el spoiler), y lo patético de algunas situaciones, sin olvidar como es capaz de mantener y alimentar ese pequeño germen que llevamos dentro durante todo el metraje, preguntándonos "cuándo va a explotar este tío?".

En cuanto a los secundarios, en líneas generales me parecen lo menos destacable de la película, con matices. No acabo de creerme como reaccionan ante la -cuanto menos peculiar- forma de actuar de nuestro protagonista. Nunca veo un intento de ayuda -aunque para ellos es evidente su incapacidad de afrontar la situación-, sino una actuación egoísta, y que en términos de la trama simplemente ayudan a que esta avance, y que siga el show de Gyllenhaal. Quizás pueda salvar a Judah Lewis, porque con él se desarrollan algunas de las que considero mejores escenas de la película.

A pesar de estos fallos, no tan grandes como parecen -no nos engañemos, aquí la película es Davis Mitchell- la cinta me ha parecido notable, y aún mas importante, deja poso, algo que ya sabemos no es muy habitual hoy día.

Lo mejor: Jake gyllenhaal y la evolución de su personaje a lo largo de la cinta. Multitud de escenas de las que te acordarás días después de haberla visto.
Lo "peor": el resto de secundarios, meros acompañamientos. La escena de la punta...¿un cliché?

Para más críticas, escenas memorables y un espacio para discutir sobre cine, visitad Las crónica de Big Whiskey https://cronicasdebigwhiskey.wordpress.com/
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Chief_Brody
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