Anderson, de la mano de actuaciones relevantes (sobresaliente Bale, bien acompañado de los demás), lleva la película muy bien. Le faltó el punch final, no le funcionó la "vuelta de tuerca" final. Pero, fijémonos en las cosas positivas de la película. Como decía, bien narrada, actuada, por momentos inusual fotografía muy por encima de lo standard, sorprende. Film cuidado, prolijo, detallista, interesante. Recuerda alguna cosa de Polanski (pienso en Le Locataire, en Repulsión).

La recomendaría con gusto. Vale sólo por Christian Bale, y su más que creíble papel.

¿Porqué no decirlo? Sam Peckinpah, aquel director injustamente semi olvidado, no la hubiera hecho mejor.

Va rumbo a convertirse en un Clásico de comienzos de siglo. ¿Porqué? Porque tiene todos los ingredientes para ser considerada un ejemplo de cine neo-noir. Porque Mortensen está muy bien, y María Bello se roba la película. Y, porque Cronenberg demuestra que es un excelente narrador.

Luego de ver esta película, quizá valga la pena darle una vichadita nuevamente a una de las mejores películas de los sesenta: Straw Dogs (o Los perros de paja como se conoció por esta parte del mundo).

No me pesa, y defiendo con los dientes apretados mi voto: Un 10.

No me cansaré nunca de verla. Necesito repasar cada tanto esta película, como un recuerdo nutricio, con sus imágenes y su música sin igual.

Vale la pena verla una vez más.

Munich fue un proyecto personal de Spielberg. Proyecto asumido y realizado con sumo respeto.
Muestra un mundo sombrío, confuso, engañoso. Donde no importa quien posee la razón, sino la razón de quien o de que debe primar. Donde las pequeñas cosas quedan perdidas o desubicadas frente a una realidad tenebrosa y cruel (es notable la escena del atentado en el mismo momento que una pareja goza de su luna de miel).

La película es inusual, está excelentemente filmada y actuada. Impresionante el papel de Geoffrey Rush, un actor fuera de serie, de esos que engalanan cualquier cinta, hagan lo que hagan. Nunca están mal.

Por último, esta película me hizo recordar el tango de Discépolo, Cambalache, que bien se aplica la letra de este tango: "El mundo fue y será una porquería ya lo sé / en el 510 y en el 2000 también /..."

Exactamente como la primera de la saga, buen comienzo pero el final no logra mantener el ritmo. Sin embargo, a favor, tiene escenas muy logradas: la aparición de Nocturno en la Casa Blanca, la huida de Magneto. Luego, muy bueno el papel de Alan Cumming como Nocturno, estupenda Rebeca Romijn-Stamos como Mystique, siempre excelente Ian McKellen como Magneto. Y Hugh Jackman como Wolverine que tampoco desentona, todo lo contrario.

Con respecto a Ian McKellen, es sorprendente como levanta el filme cuando aparece él. Actor estupendo, fantástico.

Lástima que el final no mantiene el mismo interés, y cae casi estrepitósamente sin nada que hacerle.