¡Madre de Dios bendito! Hacía tiempo que no veía una película con un guión tan espantoso como este. Es que es lamentable. De verdad, hacer algo así de malo ya es rozar la crueldad. Y habrá gente que dirá " es una película de monstruos, no hay que tener en cuenta el guión"...Pues no, señores. Considero que hay unos mínimos, y lo que se presenta aquí es una tomadura de pelo; un conjunto de sucesos mal contados, mal estructurados y sin sentido. Parece que ha sido escrito por un niño de 7 años, basándose en él mismo jugando con un Godzilla de juguete en la bañera. Un auténtico bodrio. Y si lo tediosa que es ya no es suficiente, los chistecitos con calzador ya es que rematan. Una auténtica tortura que no se la recomendaría ni a mi peor enemigo

Existen películas que parecen intocables por el mero hecho de poseer una categoría de culto, y en cuanto se les quiere meter mano, no tardan los puristas del cine en poner el grito en el cielo.

Tengo que decir que en su momento la Suspiria original me sorprendió en grata manera gracias a su absorbente atmósfera creada a partir de su extravagante estética y apabullante banda sonora. Sin embargo, nunca he logrado tener esa conexión de la que se supone, muchos amantes del cine lograron experimentar. En otras palabras, nunca he logrado sentirme atraído ante la historia contada por Argento. ¿Por qué razón no consigo captar o visualizar esa esencia que tanta gente alaba?

Tras ver esta nueva versión, creo que ha habido en mí una respuesta. Y es que al comparar ambas obras me he dado cuenta de que estaba comparando dos tipos de belleza totalmente diferentes, la artificial y la real.

No conseguí tener tanto apego hacia la Suspiria original porque siempre la he sentido como una belleza artificial. Visualizar esta película es una delicia gracias a su cuidada estética, pero el trasfondo que hay es vacío. No hay alma ni sentimiento detrás. Un argumento que avanza sin pena ni gloria, incapaz de hacerme sentir algo. Un guion que no logra sumergirme en su historia cargada tanto de grandes escenarios como de agujeros argumentales.

Inspirándome en American Beauty, es como una flor de plástico; resulta hermosa a simple vista, pero no hay vida más allá.

Es muy curioso leer las críticas de Filmaffinity y el ver como el 90% de las opiniones de la gente, ya sean buenas o malas, coinciden en el hecho de que el guion es flojo.

Luego por otra parte está la nueva versión. Guadagnino ha cogido esa flor de plástico tan alabada y venerada por muchos, casi intocable, y la ha transformado en lo que para mí es belleza real. Una auténtica flor.

Me atrevería a decir que el remake es aún incluso más violento y salvaje que la original, pero sin embargo, posee de mucha más profundidad y alma gracias a los temas y simbolismos tratados. Con esta si que logro conectar con la historia. Logro sentir empatía por sus personajes. Logro sentir la peligrosa y negativa atmósfera que desprende la academia de baile. Logro sentir todo aquello que Argento no me hizo sentir.

Suspiria (2018) no es solo una película. Es un viaje ante el nacimiento, ante la maternidad, ante la soledad, ante el dolor, ante el ansia de poder, ante el miedo, ante la melancolía, ante la desesperación, ante la misericordia, ante la muerte... Es un viaje ante la fragilidad humana, pero sobretodo, ante la belleza del miedo.

En resumen, en mi opinión el remake de Suspiria es una versión altamente mejorada de la original; mucho más profunda y madura. La recomiendo, y mucho. Pienso que para disfrutarla en su plenitud, es necesario dejar atrás ese lado purista del cine que muchos llevamos dentro, y saber apreciar lo nuevo.

Doraemon es una de esas series que la gente cegada por la nostalgia ensalza como algo imprescindible en nuestra vida. Lo cierto, es que este anime es como un cadáver dentro de una bolsa de basura cubierta de flores perfumadas; a simple vista parece algo hermoso, pero en cuanto indagas un poco te das cuenta que debajo se esconde algo realmente turbio y asqueroso.

Podría hablar del ya tan comentado hecho de que los capítulos de Doraemon son un burdo reciclaje uno del otro; y que visto uno, los has visto todos. También podría hacer una crítica correcta y exhaustiva. Pero no haré ninguna de las dos cosas; la primera, porque prefiero centrarme en otro punto, y la segunda porque este esperpento de serie no se lo merece.


A los consumidores se nos intenta vender la idea de que en Doraemon impera la felicidad, la amistad y el esfuerzo por superar obstáculos. Nada más lejos de la realidad, pura fachada. Aquí lo que tenemos es a una panda de niñatos repelentes, cada uno más tóxico e imbécil que el anterior. Análisis rápido de los personajes:

-Doraemon: Es quien da nombre a la serie. Su misión es impedir que Nobita acabe siendo un sintecho tirado en las puertas de los supermercados, pidiendo limosna para comprar crack. Para ello, debe enderezarle hasta convertirle en un hombre de provecho. ¿Cómo lo hace? Prestándole inventos sobrenaturales en vez de animarle a superar los problemas por si mismo, volviéndole cada vez más inútil. ¡GENIO! En realidad, Doraemon es un vago cuyo único propósito existencial es comer dorayakis hasta reventar.

-Nobita: El ser más despreciable de los dibujos animados: Patético, inútil, torpe, déspota, egocéntrico, envidioso, presumido, egoísta, llorica, tonto, abusador, tirano, cobarde, cruel y un largo etcétera. Nobita es un claro ejemplo de lo que NO debemos ser en la vida. Es más, en muchos capítulos se vuelve aun más malvado y sádico que sus acosadores. Lo peor de todo, es que en ningún momento podemos apreciar un atisbo de cambio en él, ninguna evolución.

-Suneo: El niñato rico, clasista y superficial de la serie. Es el encargado de ejercer el maltrato psicológico. De nuevo, aquí tampoco se puede rescatar nada.

-Shizuka: Personaje estereotipado creado con el único propósito de hacer babear al grupo de chavales. Es alguien con doble cara. Intenta verse como una buena chica, pero no duda ni medio segundo en humillar a Nobita cuando sea necesario.

-Gigante: De entre todo lo malo, tímidamente hay una pequeña señal de esperanza llamado Takeshi Goda. Este ser de luz es el encargado de mantener el orden del universo propinándole las tan merecidas palizas a Nobita. Gracias por tanto, Gigante. El héroe que tenemos, pero no merecíamos... De todas formas, he de admitir, que también tiene lo suyo, como ser un acosador. Pero bueno, nadie es perfecto.



Con esta clase de protagonistas, hasta Shin Chan me parece más educativo. Y la verdad, creo que es así. Siempre me ha llamado la atención la visión que se tiene hacia estas caricaturas; Shin Chan como el monigote maleducado que da mala influencia, y Doraemon como el dibujo animado inocente. En Shin Chan hay un transfondo, un mensaje claro del porque los personajes son como son. En Doraemon no. Todos son odiables a niveles extremos sin motivo aparente. Recuerdo que cuando era pequeño, tenía una amiga cuyos padres flanderianos del Opus Dei le prohibían el 90% de los dibujos o series por ser poco educativos e inmorales. Como consecuencia, Doraemon era lo único que veía 24/7. Ilusos. A día de hoy es una de las chicas más básicas y superficiales que conozco. ¿Coincidencia? No lo creo.

Reconozco, que en el fondo mi relación con este anime es de amor-odio. Odio lo podrido que están los personajes, odio a Nobita con todo mi ser y el mensaje que deja. Pero a la vez amo la miseria y decadencia que se esconde detrás. A veces creo que el creador de Doraemon era un genio y nos ha vacilando a todos.

Para acabar, me gustaría dejar mis 5 Highlights favoritos. Aclarar que no hay ninguno inventado, todo esto ha sido retransmitido por la televisión y podéis comprobarlo navegando por internet:


-El gato cósmico español: El Matadora es el gato cósmico español. Es de color rojo, lleva cuernos, su hobby favorito es echar la siesta y su máximo deseo ser torero.

-El cameo de Hitler: En un capítulo Hitler hace una breve aparición. Además, aquí Doraemon saca de su bolsillo uno de sus inventos top hasta la fecha: los caramelos hitlerianos. Al tomarlos, puedes hacerte pasar por Hitler. Los dulces favoritos de los miembros del Ku Klux Klan del futuro.

-Doraemon el emborrachador de niños: Episodio en el que Doraemon se dedica a emborrachar a los críos del barrio.

-Nobita, el déspota: Momento en el que Nobita planea usar uno de los inventos de Doraemon para volverse un tirano. Tras explicar su malvado plan, exclama con orgullo: ¡Genial! ¡Soy el amo del planeta!¡Soy un déspota!¡VIVA!

-Nobita ya tirano: Otro episodio, en el que un Nobita ya tirano y dictador, manda construir una estatua de oro gigante a su imagen.

Antes de nada, decir que Nolan no me parece mal director en absoluto, he disfrutado enormemente de películas suyas como Memento o la trilogía de Batman. Pero aun así, está lejos de ser el genio que muchos dicen que es.

Quizás la alta expectativa que se ha generado en mi debido a las excelentes críticas, y la posterior decepción al ver que ''no era para tanto'' sea lo culpable por lo que he puntuado a esta película con un simple 4. Pero lo que sí puedo decir con exactitud es que Origen esta áltamente sobrevalorada.

Prácticamente esto es lo que he podido apreciar de este film:

-Idea no tan original y mal desarrollada : Básicamente a simple vista se podría decir que Origen posee una idea creativa, pero no es así. Este tema ya se han tocado en anteriores películas, entre ellas Paprika, que incluso podría decirse que Origen es una burda copia de esta , pues hay demasiadas similitudes entre ambas historias. De todas formas comprendo que para una persona que desconozca este dato, el tema pueda resultarle de lo más interesante, el problema llega cuando la historia se desarrolla mal y se presentan agujeros argumentales.

-Película pretenciosa que intenta ir de ''compleja'' cuando esta sobreexplicada: Una de las cosas que más me gustan son las películas que te hacen pensar, esos films que acaban y te pasas 1 semana rayándote intentando comprender que sucedió y sacando TU PROPIA INTERPRETACIÓN. Con Origen no es así, desde el minuto 1 de la película Nolan se dedica a explicarnos con pelos y señales todo lo que va sucediendo sin dejar que el espectador saque sus propias conclusiones, y lo peor es que va de compleja cuando no lo es. Por cierto, el final no tiene nada de complejo, y la gente que diga que si lo tiene, cuando vean Donnie Darko les acabará estallando la cabeza.

-Personajes planos y estereotipados: Los personajes no me dicen absolutamente NADA, y en ningún momento he logrado simpatizar con ninguno de ellos. Algunos de ellos simplemente están como único propósito de ir explicándole al espectador que es lo que va sucediendo…Y mira que me gusta Ellen Page, pero en esta película resulta hasta tediosa.


-No me dice ni me hace sentir nada: Otra de las cosas que más me gusta del cine, son aquellas películas que te hacen reflexionar y te aportan un mensaje. Origen no es más que 2 horas y media en su mayoría de escenas de acción y efectos especiales que visualmente pueden ser espectaculares, pero que una vez terminada no dice absolutamente nada, y la verdad no se si lo pretende, pero en el caso de que lo haga, creo que ha fallado.

¡Qué si! Que la película se ha grabado en 12 años. ¡Qué si! Que en alguna escena te puedes sentir identificado por lo real que puede llegar a ser. Pero no todo vale en el cine, señores. Y de nada sirve realizar un ''experimento'' que no da a ninguna parte.

Aquí la pregunta: ¿Tendría las mismas críticas esta película si en lugar de 12 años, se hubiera grabado en 2 con diferentes actores? Para mi, claramente no. ¿Por qué? Porque a pesar de lo atrayente que pueda llegar a ser la duración del rodaje, nos encontramos ante una trama casi inexistente. Empecemos por el hecho de que el niño protagonista tiene el mismo carisma que un palo de madera. Luego está el argumento, que va sobre la tediosísima vida de este. Como ya dije antes, hay momentos en concreto donde puedes sentirte reflejado. Pero es que en el 99% de la película no pasa nada trascendental, una sucesión de hechos que llevan a nada. En ciertas partes parece que empieza a haber un poco de ''chicha'', algo de emoción; sin embargo, no se terminan de desarrollar y acaban pasando sin pena ni gloria.

Si la finalidad de la película era mostrar la vida misma; existen muchísimos films que cumplen con esto sin necesidad de recurrir a pretenciosos experimentos.

Pero bueno, para gustos colores. Si a alguien le ha emocionado Boyhood y sacado alguna reflexión me alegro por esa persona. Yo por mi parte, no he sacado nada.