La frase más repetida en la película es "no ha pasado nada" y eso es realmente lo que ocurre en el película NADA. Trata de ser una crítica al judaísmo, pero que aquí en España es difícilmente entendible; demasiado localista.
Aun así, no es graciosa, ni amena, ni lúcida, ni nada de nada. Un auténtico tostón. Intento destacar algo pero es que realmente no puedo, no sería justo. No pierdan el tiempo y elijan otra, es complicado que se aburran más que con esta.

La peli es muy buena y todo lo demás como ya habréis leído en otras críticas mejores. A mí me gustaría decir que solo por dos escenas y un plano merece la pena su visionado. Pero para ello tengo que irme al spoiler.

Una película no puede mantenerse solo con dos bellezones desnudos. Adéle y Lèa son dos beldades que todo ser humano desearía...en la cama. Fuera de ella son sosas como ellas solas. Incluso en el catre, donde las escenas están muy bien rodadas, donde el calor que logran las dos actrices es de aplaudir, hace falta algo más. Para un sexo 10 hacen falta los cinco sentidos y estas chicas (o el director) no utilizan mucho dos de ellos, sobre todo el oído y también el olfato.

Fuera de la cama no pasa nada. Y nada es NADA. Hay mil temas sobre los que tratar, pero no se trata sobre ninguno. En la crítica más valorada aquí hablan que se han cortado 40 minutos. Si yo hubiera tenido que aguantar otros 40 min me hubiera cortado las venas del aburrimiento. A la película ya le sobran 45 minutos.

Me decepcionó. Había leído maravillas y no las encuentro por ningún sitio. Un par de actuaciones creíbles y una buena y larga escena sexual entre dos ángeles. Punto y final.

La metáfora del amor vivido por la niña es infinitamente más bello que cualquier otro punto de la película, incluyendo la fotografía (que no retrato) absolutamente veraz y realista, sin ningún exceso panfletístico, que se hace del Opus. La forma de vivir su infantil amor hacia un compañero es la alegoría al amor más abrumadora del cine español de todos los tiempos, bajo mi humilde punto de vista. Maravillosas actrices. En el debe, encuentro en ocasiones una excesiva búsqueda de lágrima fácil.

Desde el minuto 1 la cabeza te echará chispas intentando unir piezas. Todo bien, los actores hasta la fecha prácticamente desconocidos, el guión soberbio y sobre todo uno de los mejores montajes de la historia de cine, para mi modesta opinión.
La vi dos veces en dos días y aun así me sigue pareciendo que tiene dos lecturas exquisitas. Imprescindible. La mejor película que he visto desde hace años.