Pescar es recibir sin dar nada a cambio.
Pescar es causar daño sin remordimientos.
Pescar no siempre es matar.
Con una intereante metáfora de la vida en el mar, la soledad y la culpa, Ki-duk Kim nos trae una de las películas más bellas e interesantes de la ultima década. Con imagenes y escenas muy poderosas, la película nos cuenta la historia de una joven dueña de un conjunto de casas flotantes y que por la noche se acuesta con su huéspedes a cambio de dinero. Llena de temores y recelos, pasa los días en compañia de su perro y sus peces, hasta que llega un nuevo inquilino, del cual caerá terriblemente enamorada.
Una vorágine de pasión, celos y masoquismo nacerá del extraño encuentro. Ambientada en un lugar de belleza inclasificable junto a una fotografía exquisita y unas actuaciones exactas, parecería díficil encontrarle fallos a este filme, pero en su mismo sentido onírico y en su lento guión en donde radica el problema. La historia se vuelve damasiado simple y somnífera, algunas acciones de los personajes caen en lo ridículo, además el personaje femenino (como sucede a menudo en la cinematografía de Ki-duk Kim) es dibujado de una forma incorrecta, lleno de matices machistas y conducta rebajada. Además terminas de conocer bien a los personajes y sus propósitos ya pasada la primera mitad de duración.
Sin embargo, lo bello de su puesta en escena y lo arriesgado de su historia se merece un mérito aparte, por lo que todo amante del cine asiático vanguardista no debe de perderse este film. Eso sí, la película es díficil de ver, por lo que más de una vez es mejor ver de reojo las perturbantes escenas que se muestran en pantalla.

Solía creer que las películas de Pixar eran otro producto más de Disney, el mayor monopolio de cine comercial, con claras excepciones como: Buscando a Nemo, Monsters Inc. Y WallE. Si bien recordaba a Toy Story, era más por el hecho de ser la primera en su género y la facilidad con la impresionó en mi niñez, pero la recordaba así como una película de mi infancia que nunca volvería a ver, ya que me parecía una película muy infantil.
Hoy al ver Toy Story 3 recuerdos de mi infancia vinieron a mi mente, conmoviéndome y llenándome de nostalgia, y no solo eso, también descubrí que no existen películas solo para niños. Malas películas hay y muchas, pero todo adulto tiene un niño que regocija en su interior al ver: a un pescado anaranjado buscar en el océano a su hijo, a una niña hacerse amiga de unos monstruos muy singulares, a un robot enamorarse de otro robot y a un puñado de juguetes que hablan luchar por recuperar a su dueño.
Pixar mejora y evoluciona con cada película que saca y está cambiando la historia del cine, las películas de animación y ya ocupan un lugar muy importante en al catálogo de cualquier amante del buen cine.
Toy Story 3 es la comedia familiar por excelencia. Está llena de un humor inteligente, gran acción y buenos sentimientos. Hay escenas que son memorables, dejando totalmente impactado al espectador o profundamente conmovido. Si bien en momentos su principal premisa (la de unos juguetes con vida) a veces no convence debido a la idealización de sus sueños, es también su eslabón mas fuerte y lo que la hace tan especial.
Sin duda Toy Story 3 es una película que no puedes dejar de ver si ya has disfrutado con las anteriores entregas de Pixar, y si no lo has hecho es un buen punto por el cual iniciar.
(Quiero ver Toy Story 1 y 2 de nuevo)

Sinceramente la primera parte me gustó mucho y me dejo boquiabierta, pero realmente desconozco la razón, porque la dirección no mostraba algo innovador, el guión era algo estúpido y las actuaciones no eran ninguna maravilla. Definitivamente creo que los super hiper efectos y la increible Megan Fox surtieron efecto. En esta segunda parte me sucede lo mismo, pero decir por segunda vez que una película así me gusta, sería como traicionarme a mí mismo y alas bases del buen cine. Simplemente, puedo decir que es un blockbuster más del montón, pero que sí te hara pasar un buen rato, aunque eso sí esta bien larga.
Por cierto, me gustó más la primera, me emocionó más.

En 1980, Michael Chamberlain junto a su familia hacen un viaje de campo a Uluru. En su estancia sucede un trágico accidente que cambiaría su vida para siempre y causara un revuelo en todo el mundo.
"Un grito en la oscuridad" en un testimonio de hasta donde puede llegar la prensa y la sociedad guiadas pr el morbo y el escándalo, en donde la justicia y el respeto hacia los Chamberlain se ven negados totalmente.
La película es un fiel registro de la historia vivida en esos tiempos, Meryl Streep y Sam Neill se lucen en sus papeles, tanto así que Streep fua galardonada en Cannes como Mejor Actriz. Sin embargo siento que se le pudo haber extraido mucho mas a la historia, además en algunos momentos la película pierde ritmo. La puesta en escena es correcta, pero se mantiene al margen de cualquier movimiento arriesgado.

Me bajo el sombrero ante Slumdog Millionaire, es increíble en todos los aspectos. Es de esas películas que te llenan el alma con felicidad, energía, emoción y entusiasmo. Te pierdes en su historia y vives la vida de los personajes. Con una Fotografía poderosa y una música mítica, perdérsela es una brutalidad. Sinceramente, una de las más emocionantes películas de los últimos años, se merece con todo derecho los premios que le han sido otorgados.