Alguna que otra sí, y es que el film es, a pesar de su grandilocuencia y efectismo visual, una rebosante charca de sangre y vísceras que se colapsa sobre sí misma y deja un cierto tufillo a excesividad y ensañamiento. Lo demás como ya he dicho, remarcable en todo punto y alejado de clichés vanos y asépticos de otras cintas del género.

Aquellos que pretenden arruinar la película comparándola con la original de dibujos animados, y que con mucha ira e indignación alegan que la nueva propuesta de Disney no aporta nada, que es un calco de la original, que bla bla, deberían saber que no es una adaptación, que no pretende aportar nada nuevo, ni en escenas ni en personajes. Es plano a plano la misma película, pero en vez de ser una cinta animada con lápiz y papel tira esta vez de CGI y ordenador. No hay más, señoras y señores, resulta que es el mismo producto pero con distinto formato, simple y llanamente eso, y para los que queríamos ver la misma película pero con animales de verdad, eso ya basta.
El rey león 2019 es maravillosa, con una recreación genial, tanto de animales como de entornos, y con ese realismo y naturalidad impresiona más que la original, que ya hizo lo suyo en su día.

Y es que esta cinta no tiene mayores pretensiones, y juega bien sus cartas para lograr una mezcla de emoción y divertimento que pocas películas del estilo consiguen. Ponme dos actores de comedia, añádele unos cuantos tópicos y chistes de machitos y voilà, ya tenemos blockbuster para rellenar la estantería del videoclub (¡ay, los videoclubs!).

James McAvoy es un gran actor, no hace falta que lo demuestre en esta cinta porque tiene a sus espaldas bastantes buenas interpretaciones, pero lo que es esta película, la borda, caracterizando cada una de las identidades del personaje.
Pero aparte de eso, lo que pretendía ser un film de miedo psicológico y suspense, se queda en un mero borrón predecible, y en momentos hasta cómico.
Una película larga, aburrida y sin más interés que la cara de loco que pone el protagonista y la historia personal de uno de los personajes secundarios.

Y es que el bueno de Roland nos quiso encandilar de nuevo con el tema alienígena ofreciendo una secuela que no reúne los ingredientes necesarios para ser siquiera una película digna por sí sola.
Demasiados diálogos descafeinados, demasiadas escenas con calzador que no quedan nada bien las unas con las otras, sin mencionar el abuso del CGI y el poco lustre de los personajes.
No sé si pretende inspirarse en películas icónicas del espacio como Star Wars o Alien, pero no llega a alcanzar una sola nota que la salve de la hecatombe.