Esta es una de las películas con las que me he sentido decepcionado y absolutamente distante con la mayoría de los críticos.
Después de leer sus críticas esperaba ver una comedía como mínimo divertida y parecía que inteligente también.
Todo lo contrario. No es una comedia: no tiene la menor gracia; no es divertida: es aburrida y pesada; no es inteligente: sorprende la sobrecarga de estupidez. De hecho es en lo único que sorprende.
Ozores o Pajares son maravillas del cine al lado de esta bazofia, y "Dos Tontos muy Tontos" es una fina película intelectual, cargada de sutileza, comparado con esta porquería para descerebrados.
No hay nada aprovechable: lo peor, el guión. Absolutamente hueco, solo relleno de abundante y muy detallada violencia gratuita muy desagradable. Hubiese sido una suerte que el guionista-director se hubiese entregado a la cría del champiñón en lugar de perpetrar este engendro.
Los actores tal vez podría haberlo hecho mejor, pero con tamaña dirección sacaron lo peor de si mismos. Resultan tan estúpidos como el guión y la dirección, obra de la misma mente.
Ni siquiera la música puede aprovecharse. No es mala, pero intercalada a máximo volumen en secuencias excesivamente largas para su mayor lucimiento resulta francamente molesta y produce unos cortes que hacen aun mas pesada y lenta la ya lentísima acción.
Me sentí timado por el tiempo perdido y me dejó mal sabor de boca ver como hay gente inepta y sin cortapisas morales que se dedica a generar porquería facilona con la que saben que podrán ganar dinero a costa de la gran cantidad de gente ingenua e intelectualmente desarmada que se tragará sus bodrios y que encima quedará contenta. Por supuesto que si quedan contentos no hay nada que decir. Allá cada cual.
Pero si hay algo que decir, nada bueno, respecto al apoyo de algunos críticos engreídos que pretenden ser "enfants terribles" y que creen estar intelectualmente por encima del resto de la humanidad jugando a recomendar lo que no son más que malas películas. Por tanto dedicándose a engañar. Harían un gran favor a los aficionados al cine desplazándose a un lado, o jubilándose, para dejar lugar a críticos jóvenes que, mayoritariamente, harían su trabajo honestamente.