Este NO es el mejor anime de la historia, pero es uno de los pocoas que superan de largo al manga original, gracias a la magnífica dirección de Mamoru Oshii y los exquisitos diseños de los personajes, sobretodo las bellísimas chicas.

Trata de la relación de amor/masacre de Lum (o Lamu), una extraterrestre de carácter bastante bipolar (ora es dulce, ingénua y amantísima, ora es vengativa, malaleche y taimada) y Ataru Moroboshi, conocido en el mundillo como "la evolución de Nobita". Un tipo que va todo el día cachondo y aunque ama a Lamu, no se quiere aceptar a si mismo y le es infiel a la mímima oportunidad. Cuando ambos sacan lo peor de si mismos, son tan o más divertidos que Mortadelo y Filemón; cuenado sacan lo mejor, son tan adorables como la pareja protagonista de Starman, de John Carpenter.

Rodeados de un personal aún mas chiflado que ellos dos, esta serie es una fuente inagotable de humor suerrealista. Su creadora, Rumiko Takahashi era entonces joven y salvaje, y aprovechaba para parodiar la cultura pop y hacer un poco de crítica social. Es una pena que en las últimas temporadas la serie se vaya volviendo menos loca y más centrada en la psicología de los personajes. No tiene por qué ser malo, pero si os digo que disfruto como un enano con las peliculas de Abraham/Zucker... Solo Dr. Slump le puede cantar la caña en cuanto a surrealismo, referencias freak y cachondeo total, pero Urusei Yatsura resulta más introspectiva, quizá más "universal", y toca a veces la fibra sensible.

Como digo, pueden haber animes mejores (Ashita No Joe, Dragon Ball...), pero en el género humorístico, está al nivel de Dr.Slump, Kinnikuman, Doraemon (pera dar variedad) y otras series deliciosas. El surrealismo de los primeros episodios, de hecho, la acerca más a Padre de Familia que ninguna otra serie en el mundo (yo dejé de ser fan de los Simpson por esta serie. El culpable se llama Mike Scully).