Paul W.S. Anderson se encontraba cómodamente sentado en su sillón, con su siempre cálida bata de terciopelo, sus zapatillas de piel y un buen porro en la boca. Pensativo, escudriñaba en su mente los resultados obtenidos con las anteriores tres entregas de “Resident Evil”. Las películas habían sido prácticamente apedreadas por la crítica internacional, y despreciadas por la mayoría de los fans. No obstante, el éxito en cines había sido incuestionable, y las ganancias en taquilla así lo reflejaban. ¿Que podría, entonces, atraer a tantos espectadores a ver semejantes bodrios audiovisuales?

Milla Jovovich. Nada más que Milla Jovovich. Una damisela en apuros en el inicio de la primera película, que posteriormente se transformaría en una bestia aniquila-zombies con sentidos afinados hasta el milímetro y capacidades físicas inhumanas, que le permiten desde correr por las paredes cual príncipe de Persia hasta disparar dos escopetas tranquilamente sin retroceso alguno. Un cúmulo de habilidades inimaginables para formar una de las protagonistas con menos carisma y más atractivo de esta última década. Y ese, pensaba nuestro amigo Paul desde su sillón, es el mismo objetivo que ha de perseguir “Ultratumba”.

Ahora Milla tendrá un ejército de clones de iguales o superiores habilidades a sus órdenes, su habilidad de combate estará más potenciada que nunca, y lucirá más cuerpo que en las anteriores entregas. ¿Suficiente? Para un verdadero crítico de cine, no; pero para las legiones de fans de Milla que asistirán religiosamente al estreno de la película en cines, es todo lo que podían pedir y más.

“¿Y que más podríamos añadir?”, pensaba el bueno de Paul mientras daba otra caladita. Los fans de la saga habrán jugado a “Resident Evil 5” hace poco, así que... cojamos varios enemigos, elegidos limpiamente al azar, metámoslos sin trasfondo alguno, y hagamos que Milla luche contra ellos. ¿Y que hay de Chris Redfield, el varonil y carismático protagonista del juego? La gente quiere algo agresivo, más violento... Hagamos un cruce entre “Resident Evil” y “Prison Break” y saquémoslo sin venir a cuento, nadie lo notará... Y finalmente, hagamos que Wesker chupe cámara. Eso siempre funciona. Aunque claro, siempre sin eclipsar a Milla, protagonista esencial, total y absoluta de la saga. El resto de personajes ejercen un secundario papel de relleno, están ahí solamente para corearla.

Porque Milla NO necesita poderes, NO necesita clones, y por supuesto NO necesita argumento. Tan solo necesita su delantera, su rostro y muchas, muchísimas hostias.

“Es el plan perfecto”, dijo finalmente Paul soltando el delicioso humo por la boca y apagando su porro en el cenicero. Acto seguido, comenzó a quitarse la ropa. Milla había llegado a casa.

Parece ser que últimamente en el cine americano las buenas ideas han perdido su protagonismo y han cedido paso a frivolidades como el espectáculo visual, los actores famosos y guiones convencionales, repetitivos y sin profundidad. Si se cuenta con estos tres factores, el éxito está asegurado, y por ello las productoras han preferido dejar de apostar por algo nuevo y revolucionario, y estancar sus ideas en películas prácticamente similares entre sí.

El género del terror no ha sido precisamente el más afortunado, alcanzando en este siglo el punto más bajo de su mediocridad. Si ya de por si es costoso encontrar un film original, mucho más complicado es que éste alcance un nivel estándar de calidad; y si bien Japón es tal vez uno de los países que mejores películas de terror produce en esta década, no se salva en absoluto de la quema. No obstante, esto no impide que en ocasiones aparezcan ideas interesantes y convincentes para el público medio.

Un buen día Kôji Suzuki, un conocido escritor japonés, decidió escribir un libro de terror que fuese algo nuevo, revolucionario en su concepto. Su obra, "The Ring", uno de los mayores best-sellers de la historia de Japón. El éxito alcanzado llevó a la creación de una película del mismo país, conocida como "Ringu". Como no podía ocurrir de otra manera, en Estados Unidos no tardaron en darse cuenta de su inusual éxito, por lo que la adquirieron con prontitud para sacar su propia película. Con la comercialidad más absoluta, el éxito está en juego. ¿Superará la versión americana al film original?

Gore Verbinski y Ehren Kruger han tomado de la novela japonesa y su adaptación todo lo que les ha interesado, dejando aparte los detalles que han considerado innecesarios y añadiendo cuanto han querido para favorecer su estreno. El resultado es realmente curioso, con una película que parece ser un remake en toda regla de "Ringu", pero que se desplaza por un camino totalmente distinto. El terror ha sido sustituido en su mayor parte por intriga, y lo poco que ha quedado es susto fácil, sin dejar margen apenas al miedo psicológico; el argumento ha sufrido adaptaciones, especialmente en los personajes principales, que tienen poco a nada que ver con la versión original; y la atmósfera de tensión ha sido sustituida por puro efectismo.

¿El resultado? Una película interesante en concepto y desarrollo, pero que carece de puntos muy importantes que la hubiesen permitido desmarcarse en el género de terror, quedando estancada simplemente en el punto álgido de la decencia mínima. No obstante, el éxito conseguido le ha permitido hacerse un nombre, y ampliar la saga con nuevas películas que son completamente inferiores a la primera en todos los aspectos. En cuanto a esta, merece un visionado, eso sin duda, pero no es nada más allá de un film entretenido para pasar una tarde divertida con los amigos o la novia tomando palomitas, y esperar la llamada de teléfono a los siete días exactos.

No es que pidamos mucha originalidad a estas alturas en este tipo de películas. Y menos viniendo de un estudio de televisión. Pero este cúmulo de tópicos sigue reduciendo notablemente la calidad de las películas basadas en secuestros, normalmente con final feliz, dirigidas especialmente a las madres aburridas que disfrutan con estos films.

Y es que la película es eso: un conjunto de clichés, recogidos de otras tantas películas similares, y reunidos para crear otra más, que sirva de referente para siguientes producciones.

Y no digo que sea malo, porque hay gente a la que le gusta, y tampoco resulta aburrida, al menos sabe mantener cierto ritmo. Pero un poco de innovación y originalidad jugaría a favor en este tipo de películas.

Valorando en particular a este film, poco se puede decir. Típico, pero medianamente entretenido, aunque con limitaciones. No destaca en nada, pero tampoco es un bodrio. Se puede definir como "una película del montón". Puede divertir, pero no emocionar. Para pasar el rato.

INNOVACIÓN. (del lat. innovator, -onis) adj.

1. Acción y efecto de innovar.
2. Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.
3. Hecho realmente necesario en el cine de terror moderno, pedido a gritos por el público desde hace años.

A partir de aquí, nos basamos en el tercer significado, que es el que nos sirve para hablar de [REC] de forma justa y clara.

Llevamos unos cuantos años con un cine español típico y sin sorpresas. Las originalidades "made in Spain" pertenecen duramente al pasado. Hasta que volvamos a una hipotética segunda edad de oro, tenemos que conformarnos con pequeñas joyitas esporádicas que ayudan a que el espectador medio español siga manteniendo esperanzas de un futuro mejor en la industria de nuestro cine.

[REC] llegó sin grandes pretensiones: gustar al público, ganar algo de dinero e innovar. El éxito fue más allá de eso.

El concepto de "cámara al hombro" ya había sido usado por otras películas, como "El proyecto de la bruja de Blair", pero nunca había resultado tan espectacular como hasta ahora. Tensión, sustos, acción, gore, locura... Todo eso se junta en los 85 minutos de metraje, que consiguen que el espectador llegue al final del film con la sensación de haber estado todo ese tiempo luchando por su vida.

Y ese es el secreto de [REC]: pura innovación. En vez de reventar una vez más el estereotipo de "casa abandonada con maldición" o "invasión zombie" nos ofrece algo nuevo desde una perspectiva nueva. Y es de agradecer, desde luego.

Por todo ello, la película es totalmente recomendable, especialmente, como no, para los amantes del cine de terror. Encontrarán un producto bastante especial. También debería ser interesante para los seguidores del cine español (especialmente en los tiempos que corren...). Una cosa es segura: no dejará a nadie indiferente... y seguro que nadie se dormirá durante la película.

Las adaptaciones al cine están a la órden del día. Libros, series, videojuegos... Todo puede ser adaptado, sin necesidad de un buen guión, ni buenas ideas, ni fundamento siquiera. En el mercado cada vez cuesta más encontrar filmes originales de verdad, por lo que las adaptaciones deberían mantener un nivel elevado de calidad... Por desgracia, pocas veces es asi.

El caso que nos ocupa es la adaptación de, sin temor a equivocarme, una de las sagas de videojuegos de terror más importante de la historia, y una de las mejores también dentro de todos los géneros. Las expectativas no eran pocas: había que crear un guión escalofriante, que conectase directamente con los juegos, había que crear una ambientación terrorífica y claustrofóbica, y había que preparar guiños para convencer totalmente a los fans.

¿Las expectativas se han cumplido? Realmente no todas.

El guión es interesante para los fans de la saga, pero no concuerda en numerosos apartados con ésta. Para los que no hayan jugado a los juegos, resultará absurdo e inconexo en varias partes. Podría haberse aprovechado más.

La ambientación es realmente mejorable, con pocas semejanzas con los juegos. Está la niebla, están los monstruos, está el argumento psicológico... Pero falla la tensión. No hay sustos, no está el agobio y la tristeza que caracterizaban a los videojuegos. Todo es previsible, quizás demasiado. También podría haberse usado mejor.

Los guiños a los fans si están realmente conseguidos. Desde ángulos de cámara conocidos hasta monstruos de renombre (especialmente cierto personaje con cabeza en forma de pirámide...), pasando por escenarios reconocidísimos. Todo un regalo a los seguidores de la saga.

En cuanto a los efectos especiales, no son un exceso de espectacularidad, pero tienen destellos de calidad, especialmente los diseños de varios monstruos (the Janitor, Pyramid Head...). Esto se complementa con algunas escenas realmente memorables, y la característica niebla mejor representada que nunca.

En resumen, la película es imprescindible para los fans de la saga, que la disfrutarán sin tapujos, dejando aparte ciertos fallos de poca importancia. A los que no son seguidores de la franquicia... es un producto muy mejorable, que no transmite miedo, y que da la sensación de poder haber sido muchísimo mejor. Aun así puede ser un film entretenido para pasar un rato "agradable" frente al televisor. Todo depende del punto de vista.