Para otorgar a una creación la calificación de obra maestra es imposible evitar la subjetividad y cuando estamos hablando de cine mas aún si cabe. Solo es posible diseccionar cada plano, la composición musical, el guión, etc.., pero, por ejemplo, algo tan fundamental como la consideración del final está condicionado por nuestras propias circunstancias personales que hacen que, según vaya avanzando la vida, te apetezca mas o menos almibar en el paladar al salir del cine. Si hablásemos de física cuántica, diríamos que nuestra propia intervención está determinando el resultado final.

Nuestras críticas son unánimes en cuanto a esos aspectos esenciales de la película (ritmo, secuencias, banda sonora, interpretación); las discrepancias se limitan a si la música se oía demasiado o no, si me sobran los últimos minutos o no, si reitera demasiado las explicaciones técnicas o no...

Muchos cinéfilos tuvimos que estar años y años defendiendo "2001" y ahora parece ser que es una película intocable. El secreto, si es que había alguno, consistía en dejarse llevar por la película mientras estabas dentro de la sala. Ya habría tiempo después para analizarlo todo. Eran tiempos en los que no existía internet y la velocidad de intercambio de información era ridícula en comparación con nuestra situación actual. Ahora, afortunadamente, uno puede descargarse la película y verla todas las veces que quiera.

Creedme, id al cine y disfrutad de la película.

Y sí, soy físico y padre...y han sido las mejores elecciones de mi vida.

He dejado pasar unas horas para no dejarme llevar por esa primera impresión que te queda tras salir del cine y que suele desembocar en críticas demasiado polarizadas, y mas aún si se trata de este director. Y tras dormir a pierna suelta y consultarlo con la almohada, el resumen podría ser el título de estas líneas.

Quienes hemos seguido al hindú desde el principio, nos hemos entusiasmado en mayor o menor medida hasta "El bosque" o incluso con la intimista "La dama del agua", y hemos asistido tristes a una posterior decadencia inimaginable en este director, podemos esperanzarnos tras "La visita". Lo cierto es que, aun no llegando al nivel de sus mejores películas, lo positivo es que su resultado dista mucho más de sus últimos trabajos (y en particular de ese "Airbender" donde había que ser muy fan para encontrar algo de Shyamalan).

Ciertamente la película no es de Oscar, pero funciona. Si asistieras a su proyección sin ninguna contaminación previa sobre su autor (ya sé que es imposible, pero bueno...), saldrías pensando que has visto algo con un sello especial que se eleva sobre la media. Para sus seguidores, aquí podrán encontrar muchos de sus lugares comunes: maestría fílmica -ningún plano es gratuito-; buena dirección de actores, y especialmente niños -EXTRAORDINARIO ED OXENBOULD (no es que resulte tronchante, es que transmite una naturalidad apabullante)-; guión que no da puntadas sin hilo -el director intenta cerrar todas las subtramas, no dejando nada a la interpretación del espectador (te gustará o no ese carácter didáctico, pero esto es lo que hay)-; mensaje moral -en este caso, sobre la necesidad de perdonar, aunque consideremos que el ofensor no lo merece- y final marca de la casa -como no se trata de adelantar nada, digamos que rememorando sus películas mas celebradas (y no me refiere al giro argumental, en este caso lógico y sin mas pretensión que ajustar todas las piezas del guión)-.

En conclusión, una buena película, con estilo "found footage" que no cansa en absoluto, cuyo mayor hallazgo tal vez resida en su voluntad de evitar convencionalismos y trascender una trama de terror a través de la visión de unos niños como protagonistas, hasta el punto que uno de ellos es el que decide literalmente el final de la película (cuando la veais entenderéis a que me refiero....).