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España España · Cádiz
Críticas de Marla
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
7
29 de mayo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que no se que acabo de ver. Seria un buen resumen. Como un alumno extremadamente perezoso que se enfrenta a un texto o al visionado de un documental que le mandan en clase como tarea y no puede o no quiere sacar nada en clave de ello. Pues asi me siento tras ver "Adieu au langage".

¿Que puede que este señor se este riendo en toda nuestra carusa al hacer esta pelicula? Pues claro que si. Pero mas alla de eso, para mi la peli tiene el atractivo del arte contemporaneo, de obligarte a enfrentarte a algo e interpretarlo. De carearte con una realidad, mejor o peor estructurada, x o y, nueva o manida, pero te la escupe a la cara. Y a mi eso siempre me suscita millones de preguntas. En este caso concreto hay una pregunta grande, en neon, palpitante, subrayada y en negrita. ¿Se puede comunicar sin lenguaje? ¿Acaba este señor de hacerlo?

¿Podriamos comprender la realidad si existiera una ruptura del tiempo y del espacio? ¿Una especie de carencia o desviacion en nuestra percepcion sensorial que distorsionara lo que percibimos? ¿Habria lenguaje o comunicacion posible? Quizas aparecerian nuevos signos que reinterpretariamos y a los que dariamos significado, simplemente porque la necesidad de comunicarse o de hablar de alguna manera es inherente al ser humano, es crucial. Reinterpretariamos los lenguajes narrativos, oral, escrito, todos los que conocemos. Ni las peliculas, ni los libros ni las personas obedecerian ya a la estructura comunicativa que conocemos y que tiene sentido para nosotros. Este es un Adios al lenguaje en todos los aspectos posibles... Y aun asi logra contarnos algo, aunque ese algo solo sea que el lenguaje como lo conocemos ha muerto.
Marla
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7
12 de junio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, más allá del sentimentalismo y del drama ¿excesivo? de la película, dejémonos de remilgos y de pedantería. La has visto, te ha gustado moderadamente y hasta has soltado una lagrimilla. Mr Mckellen, que ya poco importa que interprete a Holmes o a Paco Alba cuando se hace una señora interpretación como la que hace él, consigue acercarte a la realidad que intenta contarte. En este caso, el inexorable fin de una vida que, incluso habiendo tenido momentos brillantes y de lucidez extrema, pierde toda su esencia al llegar a la senilidad.

¿Y no es acaso eso lo que nos espera? Sinceramente, soy una de esas personitas obsesionadas con la muerte y con qué hay o no hay después de ella. Tantos años de preocupaciones y negrura existencial, dilucidando si al morir nos convertimos en gatetes y volamos por el multiverso o si nos reencarnamos, quizás en árboles; si, existiendo de manera coetánea más de un universo, al morir pasamos de uno a otro como quien pasa de nivel en un videojuego. O finalmente, mi más temido y recurrente miedo/respuesta: cuando morimos no hay nada, y simplemente dejamos de existir. Creo que más o menos me explico. Mi neurosis siempre había ido en esa dirección y nunca había entendido a quien se ocupa en darle vueltas a cómo o cuándo va a morir, ni en qué condiciones. Hasta que Mr Mckellen me ha hecho empatizar esta tarde (maldito él).

Mr Holmes juega con la idea de que, llegados a cierto punto, y a cierta edad o estado de deterioro físico y sobre todo mental, podemos incluso desear que nuestra vida llegue a su fin antes que presenciar la pérdida progresiva de nuestras facultades, de nuestros recuerdos y de nuestra propia consciencia, antes de perdernos a nosotros mismos en una vida que ni siquiera merezca ese nombre. Y, a la vez, de que incluso dentro de esa desalentadora situación, que desgraciadamente se ha vuelto cada vez más cotidiana, existen pequeñas victorias o triunfos donde uno se encuentra o se enfrenta a sí mismo con lo que es, y con lo que ha sido. Donde uno puede no solo recordar y autoconservarse al menos un poco más sino crear nuevos recuerdos y volver a inventarse, como vemos en la película.

Por supuesto, la historia acaba como tenía que hacerlo. El viejito halla el modo de encontrarse, modifica sus errores/ su conducta y no muere solo. Es lo que los espectadores necesitamos ver, lo que te deja con un buen sabor de boca, aunque sepamos que pocas historias reales acaban del mismo modo y que, incluso las que lo hacen, las que consiguen tener un final digno o satisfactorio a las preguntas que se han planteado durante su vida, a los errores o los arrepentimientos, a los problemas que supone la senilidad o al menos a parte de ellos, aún esas no suponen más que una victoria menor ante el fin de nuestra existencia. Solo nos queda esperar que, al igual que para Mr Holmes, esa ventaja nos sepa a respiro momentáneo ante la muerte y ante la naturaleza humana.
Marla
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7
25 de febrero de 2018
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os voy a poner en situación. Invierno, ciudad del norte de Europa, bien entrada la tarde. Grupillo de amigos (si es que a quedar tres se le puede llamar grupillo) se reúne en un piso para ver una película. Una de ellos no tiene ni papas de qué película es y solo estaba deseosa de salir de casa porque el invierno en el norte es duro y uno tiende a aislarse y perderse en los pliegues de su propio sofá. La susodicha llega, se sienta y tras los primeros minutos de la película exclama indignada: ¡¿Me has puesto una peli de monjas?!
Pues sí. De monjas, de adolescentes, musical, española. Pero... ¡¿qué...?! Mi amigo se sonríe y me dice "pero es de los Javis". Como si aquello tuviera algún significado para mi, ignorante de la vida. Llevo bastante tiempo sin seguir las noticias de España y ni les conozco ni sé a qué se refiere. "Ah", le contesto. Pues me callo, y la veo. Y, al final, me hago fan. Así de fácil.
¿Quieres darle una oportunidad al cine español pero no te apetece ni algo denso ni algo que parezca una versión raruno-castiza de American Pie?
¿Que tienes el típico día tontorrón y necesitas algo dulzón pero sin caer en la típica comedia romántica insulsa?
¡Dale un tiento a La llamada!
No, no es la mejor película de la historia, ni siquiera una gran película; cuenta con un guión sencillo pero que funciona. Te hará sonreír, te hará pensar y visualmente es bastante agradable. De ahí mi voto, un 7 pa los Javis. Por hacer algo original, por normalizar ciertos temas y por dejarte con una sonrisa tras verla.
Marla
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