Brokeback Mountain empezó envolviéndome sin darme cuenta, resultó estar cargada de una pasión encarcelada, llega un momento en el que te olvidas de la primera impresión que te da la portada de la película, ves un amor puro y que va más allá de lo que la gente espera, dos personas que se quieren y que simplemente se resignan por vivir en un contexto y en una época que rechaza la homosexualidad.
Bueno y qué decir si en los últimos 15 minutos del film la emoción se apoderó de mí, la verdad es que le pongo un 10 a la película y porque no existe un 11, le daría un Oscar no sólo a la película, sino a los 2 protagonistas. Es sorprendente porque los actores y actrices de la misma me tenían acostumbrada a actuaciones bastante simplistas y es de agradecer que de vez en cuando se haga algo bueno y que lo vean en EEUU, se miren ellos mismos y vean lo que han sido y lo que son con respecto a ciertos temas en algunos sitios, y por ello sobra decir que actitudes como prohibir la película en algunos estados de norteamérica denota la falta de desarrollo mental, que no tecnológico, y a veces no se sabe qué es mejor.

La película Babel del mexicano Alejandro González Iñárritu, como era de esperar, no me ha decepcionado, como ya me pasara con sus dos grandes películas anteriores: Amores Perros y 21 Gramos.
La cinta crea un clima de impacto en el espectador, una sensación expectante, no puedes desviar la mirada de la pantalla y vas marcando el paso de las secuencias con el asombro del que se deja descubrir y enseñar. Nos enfrenta realidades y nos conduce hasta la más infinita desesperación, la persona que se sienta en la butaca choca con la verdad de una sociedad que simboliza a la torre de babel...lenguas distintas-corazones iguales. El fuego, un arma es lo que marca el camino de la película; el poder y la superiodad es lo que convierte esta historia en una realidad miserable. Esta película se verá en cualquier parte del mundo, y no todos la verán con los mismos ojos, siendo diferentes no podemos percibir la idea de igual modo, un africano no puede sentir lo mismo que un nortemaricano y mucho menos que un europeo. La película lleva al extremo las fronteras que el hombre ha creado con su ignorancia, porque divisiones físicas no hay, el mundo es de todos y de nadie. Cada persona tras la película puede reflexionar sobre su forma de ser, sobre su forma de actuar, sobre su forma de tratar a los demás, sobre su forma de sentir, ésta última será la misma que cualquier otro individuo terrenal. Además durante la proyección de la obra maestra nos damos cuenta del egoísmo que existe y del ansia de autoridad, la diferencia que marca tener una nacionalidad en el pasaporte y lo similares que somos todos en el fondo...lo cual no muchos quieren reconocer. El juego temporal típico del director permite al espectador vivir el presente con la sensación de estar marcados por el pasado y el futuro de una acción irreversible y que cuenta no sólo con víctimas y verdugos, un acción que no tiene un principio y un final, sino que arrastra acordes y conduce a sinfonías. En lo referente a la dirección es simple mi valoración: obra maestra, estas películas no se ven, se sienten y transmite un mensaje que los que estamos fuera de las fronteras del poder supremo insignificante saben expresar, como lo ha hecho el mexicano Iñárritu.
Los actores y actrices están pintados también con la varita de la magistralidad, desde el niño marroquí que arranca al espectador de la butaca en una de sus primeras escenas, hasta esa "nana" mexicana que ríe y llora, siente y padece; un Gael García típico y recreado por su director en Amorres Perros, nunca pasa desapercibido; una pareja americana en el "fin del mundo" como pensarían muchos: Brad Pitt y Cate Blanchett que nos invaden de humanidad en este constante choque cultural; y una joven asiática que sorprende con una interpretación de esas que marcan de por vida; la lista de actores que trabajan y ayudan a creer en la historia es infinita y todos dejan una huella para recordar...

Hola a todos!

Destaco “La Carta Esférica”, esta película de Carmelo Gómez y Aitana Sánchez-Gijón es increíble. La vi el pasado lunes y considerando que iba con serias dudas de asombrarme, aún sabiendo que se veía Gibraltar y la Bahía de Algeciras, me sorprendió gratamente.
Vamos a ver, siempre hablamos del tópico “para ser española”, pues bien yo lo usaré porque para ser española denoto un importante desembolso detrás, ya que las escenas de inmersión en el agua son bastante nítidas y el espectador puede considerar que está en un documental marino.
Por otro lado está la trama, una adaptación bastante buena, pero que como la película…hace “agua” en algunos aspectos, ya que aunque provenga de un libro, nunca puedes mezclar tanto dos mundos completamente diferentes (el cine y la lectura). El director en su afán por no dejar detalle preciso del libro, le da a la película un toque narrativo que más que entretener, puede entorpecer la correcta secuencia de los hechos.
Salvando esos aspectos, debo tachar de absolutamente “positivo” el suspense que envuelve. Obviamente no deja cabos sueltos por el camino, y mantiene en vilo al espectador. Como espectador postrado en una butaca no consigues alcanzar el aburrimiento, la historia se desenvuelve como “pez en el agua” sin notar la típica sensación de “lentitud”. Además, siempre encontrarás algo que te sorprenda.
Para finalizar destaco a Aitana, soberbia como siempre, y como no, un Carmelo que nunca deja de sorprender a la crítica y al espectador, en voz baja y sin hacer mucho ruido siempre logra colarse con buen ritmo en la pantalla grande.

Lo Mejor: El suspense, nunca sabes qué pasará, ni al final…

Lo peor: La narración, intentando hilar con hilo fino un libro y una película.

Memorias de una Geisha es una película bastante atractiva, de hecho relata un situación que puedo decir que desconocía y que me acerca de una manera bastante humana a entender la cultura china, pero el problema principal que tiene la película es que le falta carga dramática, desde mi punto de vista, está contada de una forma muy creativa y explícita, pero aún así es un tema bastante delicado y que carece de momentos realmente dramáticos que acerquen al espectador el verdadero sufrimiento que sufre, valga la redundancia, la protagonista. Es una gran película que no emociona, y eso puede ser un pequeño gran desliz del director. Nos perdemos en el colorido de los trajes y nos olvidamos de que la protagonista está sufriendo una realidad que la atrapa, y la dirección se preocupa más en mostrar una época que en enseñar el auténtico drama, la debilidad y el dolor de la joven geisha no se percibe a través de la pantalla.