Estrenar esta película en EEUU debe ser como estrenar El diario de Ana Frank en un festival nazi. Haneke no ha quitado ni ha puesto nada más porque no hacía falta. Haneke simplemente ha cambiado los actores y la actriz. Haneke sabía/sabe que su discurso está vivo aún hoy...10 años después. Por eso el mal sigue llevando palos de golf (que gran metáfora) y las víctimas siguen siendo tan ilusas en su desprotección que creen que la vida es un cuento feliz.
No señores...estos son hijos de p.....de los buenos. Psicópatas de verdad que te van a matar por huevos (otra gran metáfora). Haneke se mea y se caga en el ideario del bienestar social. ¿de qué sirve una casa maravillosa, un barco en el muelle privado y un hijo cuando tus vecinos pueden matarte con total impunidad? ¿ Qué es lo que produce la violencia-espectáculo? Haneke nos obliga a mirar, a sufrir..pero también gozamos morbosamente. en el fondo queremos que se salven...¿o no? El padre, la madre, el niño...pura inocencia...¿o no? Eso se lo tendrán que rsponder ustedes en el cine.

Lo mejor: que Funny Games siga siendo tan impactante tras tantos años. Que la "amerizanización" la hará llegar a más público. Que por fin en una película la violencia causa lo que debería: pánico y horror, indefensión, miedo...Naomi Watts y Tim Roth.

Lo peor: que muchos vayan buscando algo nuevo cuando esa no era la intención.

Si entrevistamos a cualquier jóven hoy en dia y preguntamos: ¿Por qué quieres estudiar? Probablemente nos responderá: para vivir bien en el futuro. Lo que quizás no sepa ese jóven es que aquello que tendrá lo tendrá porque alguien le prestará dinero. Dicho de otro modo: nuestras vidas dependen de los bancos.

En un sistema que ya no entiende lo básico como la alimentación y la vivienda como derecho sinó como negocio y que se revuelve en contra de todo para seguir explotando su idea del "vivir bien" una veientena de hombres y mujeres entre economistas, inversores, delegados de banca, evaluadores de deuda, políticos, controladores, abogados, catedráticos y prestamistas componen, teniendo como modelo una idea del sistema financiero precapitalista, una maquinaria tan compleja y terrible que se lleva por delante la realidad de millones de habitantes de la tierra. Nuestro mundo, nuestros Estados, nuestros países, consintieron a lo largo de más de veinte años una estafa piramidal que es muy fácil de entender: yo, banquero, te presto cien pero tu no me devuelves cien porqué no puedes pagarlo, me devuelves ochenta y los otros veinte los pongo yo. Pero, ¿quién pone los 20 restantes? Todos.

Tras la hecatombe descubrimos que los mismos que generaron el problema están aún mandando. Y que los políticos de todo color y condición apoyaron esas medidas. Aún así, el huevo de la serpiente nace por una palabra: desregulación.

Documental que te deja atónito, con miles de millones de datos, didáctico y violento al tiempo que indignante. Nadie con dos gramos de sangre puede dejar de reaccionar. ¿Por qué siguen impunes?, ¿Qué plan de fondo traman?, ¿Por qué consintieron todos?, ¿Se puede sostener el sistema?

Aterrador, brutal, impactante, tremendo, imprescindible...Inside Job es un despertador de mentes. Queda demostrado: las cloacas visten de Armani.

Para enfrentarse a Broadchurch hay que estar preparado. Porque no siempre tiene uno la oportunidad de bucear así en la desolación y el miedo. Lejos de las fórmulas efectistas, de los misterios enrevesados en mil trampas o de los fuegos de artificio esta serie ofrece sequedad y golpes. Partiendo de la base de un crimen se compone un fresco de personajes tan normales como cualquiera puede serlo. Y es justamente esa perspectiva, la de la normalidad, la que hace el conjunto demoledor.

Describir las andanzas de los detectives es casi imposible. Hay que ver esta serie para comprenderlo. Lo que consiguen David Tennant y Olivia Colman es asombroso. El espectador se ve sometido de inmediato a la acción porque sabe que eso que está viendo pasa. Ocurre a diario. Ese es el horror y el triunfo de esta serie. Esa es la clave: El dolor es uno enemigo que aprovecha la cercanía.

Sumad a todo ello un paisaje impactante, una música que traspasa y un plantel de secundarios que quita el hipo. Ese es el torbellino emocional que nos propone Broadchurch. Sencilla, directa y devastadora. Así es la serie británica que cuenta con 8 episodios que consiguen lo que muchas series no saben conseguir en tres temporadas.

Lo mejor: Olivia Colman. El argumento. La música. Su devastadora visión de la realidad.

Lo peor: Que duele hasta cortar la respiración.

El camino de esta serie ha sido tortuoso: acusaciones de plagio respecto a Damages (ahora resulta que un pequeño homenaje de los guionistas a la gran serie americana es plagio...he visto ambas y no tienen nada que ver), bajas audiencias que de repente pasaban a ser muy altas y luego volvían a bajar...pero ante todo esta serie ha resistido y debe resisistir más porque cuenta con uno de los guiones más absorbentes, bien pensados e implacables de los últimos tiempos.

En una sociedad podrida de ambiciones como la actual, en un escaparate mediático convulso y en un momento crítico a muchos niveles Rosa Ballester se alza como un símbolo de lo que la Justicia debe ser: un instrumento para acabar con los malos. Pero...¿es realmente buena Rosa Ballester? ¿Cuánto hay de ambición o de mentira en su propósito de hundir a De la Torre?

Serie impresionante, bien narrada, absorbente...con actores en estado de gracia (Coronado, Abascal, Grao pero ante todo Blanca Portillo) que se merece muchas más temporadas. Si esto fuese América esta serie sería lider de audiencia por años.

El miércoles el desenlace...

De una fuerza inusitada y de un ritmo lento pero que no decae en ningún momento, este Ghost Writer ( El escritor fantasma en el título original) llega a ser una de las obras cinematográficas más compensadas y perfectas de los últimos tiempos. Rehuyendo totalmente de la acción tramposa, cosa que desagradará a muchos, y ofreciendo una narración exacta como el mecanismo de un reloj el film de Polanski llega a unos niveles de calidad que recuerdan a los mejores thrillers del cine negro. Con pocos elementos, un entorno opresivo y bello y un planteamiento sencillo la película alcanza cotas de desasosiego brutales. El final es uno de esos que pasarán que a la historia. No apta para adictos al cine rápido y especialmente recomendada para amantes del cine clásico.

Lo mejor: los actores están soberbios.
Lo peor: que muchos esperen algo más acelerado y les parezca lenta.