Guión insulso y previsible, actores en papeles clichés, efectos especiales de bajo presupuesto, desnudos femeninos que entretienen el conjunto y sangre a mansalva. Eso es todo.

Un prota estereotipado, como el resto de personajes, y muchas ganas de hacer cine malo y cutre por parte de Robert Rodriguez. Si realmente lanza las otras 2 secuelas que anuncia creo que son muchas ganas de hacer tragar mierda a un público friki y tan simple como el mecanismo de un machete.

Nada que ver con Planet Terror, que no os engañen. Gracias y un saludo.

Nunca había disfrutado en el cine tanto como lo hice viendo "La cinta blanca".
Este film es un laborioso trabajo en el que cada fotograma es una cuidada fotografía de época, concretamente en un pueblo protestante en el norte de Alemania en 1913, justo antes de la 1ª guerra mundial. Sus habitantes se nos van mostrando conforme suceden extraños y oscuros acontecimientos que nos narra un ciudadano del pueblo (el maestro), el cuál es el único enlace entre lo que pasa en el pueblo y el espectador. Haneke desnuda lo más inhumano de los hombres y nos lo destila minuciosamente servido en preciosos planos excelentemente iluminados.

Sin desvelar nada de la historia intentaré transmitir lo mejor posible y lo sublime de esta obra maestra.
Este trabajo de Michael Haneke no se queda en una historia. Lo que cuenta no es tanto como lo que no nos cuenta. Aunque la historia es muy concreta debemos tener en cuenta la relevancia del momento histórico y el lugar en el que nos situamos.
La inocencia es mentada en la película tantas veces que de tanto mencionarla se le borra el signíficado (excelente ejercicio de Haneke). No veo ni un ápice de inocencia en esta "cinta". Esta vez Haneke hace gala de un "Christian Berger" muy inspirado como director de fotografia que en el blanco y negro juega como nadie lo habia hecho antes. La ambientación es sobrecogedora, así como (sobretodo) la forma en la que se plasma lo más bajo del ser humano. Al finalizar la película cuento tan sólo cuatro o cinco personajes inocentes en una película casi coral donde cada actor (a excepción de alguno) es merecedor de reconocimiento.

Con la de películas que tenemos sobre la guerra civil y que haya tenido que venir un Austriaco a explicarme cómo el ser humano puede degradarse tanto como para dar lugar al fascismo. La educación basada en el miedo y el constante castigo son piezas claves para entender a (por desgracia) demasiadas generaciones.

"Pretenciosa gilipollez (...) Todo resulta un disparate con pretensiones de gran espectáculo" (Carlos Boyero: Diario El Mundo)

Casi no tengo nada más que añadir a lo ya mencionado por Boyero. Aunque comparto la afición de que este hombre me cae mal, por una vez coincido con su rotunda opinión.

Absurda como ella sola en su contenido, y aunque dinámica en la forma al final cuando quieres analizar la obra ves que carece de sentido alguno. Te engancha con sus formas, pero en el fondo no es más que basura que huele a anuncio de coca-cola.

Mala y bonita. Le doy un 7 por los que trabajaron en su forma, aunque en contenido suspenda.

Desde el comienzo se respira la ansiedad, la angustia y la tranquilidad de saber que se puede vivir sin vida, pero quizás para ello sea preferible la muerte.
Dos personas que por ciscunstancias totalmente diferentes acaban deseaándose y necesitándose. Una historia de amor que aunque por la forma recuerda a la sobresaliente "Hierro 3" en el contenido distan mucho las circunstancias y planteamientos de los personajes. Hora y cuarto de imagen y pocos diálogos, al más puro estilo "Ki-Duk Kim".
Durante todo el metraje este creador coreano juega con nuestros sentimientos sin llegar al recurrente histrionismo clásico de las películas asiáticas.

La cuidada imagen y el perfecto casting provoca que olvidemos el aspecto físico de los protagonistas, y que de hecho no nos importen en absoluto, va más allá de eso. Considero que lo que logra el autor es tan dificil que aunque se puedan advertir algunos defectos, estos pasan desapercibidos.

Hay que verla con el alma y valorarla con la cabeza, pero no deja de ser una espectacular experiencia cinematográfica.

sigue...

Desde la primera escena se deja entrever la metáfora política que supone el monstruo. Su nacimiento es producto de un descuido voluntario de las fuerzas militares americanas en corea del sur. ¿Demasiada casualidad? Creo que no cabe la menor duda, así como la supuesta enfermedad, infundada por las fuerzas de seguridad. Esta parte de la película (la política) no es más que el principio.

La lección de cine que dá Bong Joon-Ho es sencillamente increible. En las situaciones más dramáticas de la película consigue sacarte unas risas y alguna que otra carcajada. El visionado de esta película es incompresible desde cualquier otro prisma que no sea el de disfrutar con un arte que en occidente parece algo anclado y poco abierto a la innovación.

No obstante esta es una película que no gusta a todos por igual, de hecho es más que irregular, y quizás su peor defecto sea la ralentización del argumento en lo que seria su segunda mitad. La primera hora de película me parece de 10, y quizás la segunda llegue solo al 8, pero es totalmente comprensible, es imposible mantener el nivel de su primera hora durante todo el metraje. Sus diálogos tragicómicos entrelazados con la acción y el juego que dan el monstruo y las fuerzas de seguridad son la clave para que esta versión a caballo entre "Pequeña miss sunshine" y "Godzilla" sea de momento la obra maestra de Bong Joon-Ho (sin desestimar "Memories of murder", que por otra parte es un pedazo de Thriller).

Otro cine es posible, y desde corea nos lo demuestran directores como Bong Joon-Ho y Park Chan-Wook (entre otros). Un cine muy fresco que lo tiene todo.