Esta película esta basada en hechos reales que sucedieron a partir de los años 60 en Ciudad de Dios, una fabela de Río de Janeiro. El narrador es el protagonista, Buscapé, un niño que nace en Ciudad de Dios y va creciendo hasta convertirse, por fortuna, en fotógrafo de un periódico local. Desde la óptica de una persona que intenta dejar un mundo de delincuencia, Buscapé narra como evoluciona el crimen organizado en la ciudad; conocido y amigo de los principales cabecillas de las bandas se ve más o menos involucrado en la vorágine de acontecimientos, que como siempre, no detallare.
Estrenada en 2003 y dirigida por Fernando Meirelles y Katia Lundi, es, a mi juicio, la mejor película brasileña. Fantástica fotografía al servicio de un increíble guión. Marcadas influencias del cine americano de los 70, pero con un toque brasileño que le aporta a la película la credibilidad necesaria.
La controvertida historia que sucedió en Ciudad de Dios es un claro ejemplo de cómo fue la situación en muchas de las ciudades brasileñas. Lo que comenzó siendo delincuencia juvenil se transforma en crimen organizado; y conforme pasan los años cada vez son más jóvenes sus protagonistas, hasta llegar a la situación de que hay bandas formadas por niños que apenas llegan a los 12 años.
Una película que recomiendo como esencial. Una historia que te atrapa desde el principio y que te mantiene pegado al sofá. El hecho de que sea una historia real aporta más dramatismo y crudeza. No deja de ser una crítica a la situación actual, que tampoco es que haya cambiado drásticamente.