Una de las grandes OBRAS MAESTRAS de nuestro tiempo y que perdurará eternamente en la memoria de nuestros hijos, nietos y bisnietos.
Esta película tiene el mérito de haber salido adelante pese a haberse enfrentado a grandes dificultades. Por un lado su director estuvo en coma durante la práctica totalidad del rodaje de la cinta y todo el equipo de cámaras desarrolló una extraña forma de la Enfermedad de Parkinson. Para colmo de males, una vez terminado el rodaje y la postproducción, los productores se dieron cuenta de que habían olvidado contratar a un guionista y que el equipo se había limitado a grabar escenas de gritos y explosiones sin sentido.
Pero Invasión a la Tierra ha sabido sobreponerse a estos y muchos otros problemas y ofrecernos 5 horas (al menos a mi me lo parecieron) del más alto nivel cinematográfico.

Te gustará si:
- Has sufrido recientemente algún tipo de lesión cerebral.
- Vas al cine con la intención de magrear a tu novia y te importa un bledo la película.
- Vas a ver otra película.

Una de esas pelis que dan verdadera rabia. Una idea tan interesante, convertir el tiempo en moneda de cambio, que podría dar para una disección completa de una sociedad futurista y para narrar una historia profunda e interesante, y que se queda en un blockbuster más simple que el mecanismo de un botijo.

La historia es en síntesis un Robin Hood con persecuciones y tiroteos más bien cansinos y repetitivos y sin un desenlace claro. Para lo que narra a la película le sobra media hora larga.

Los personajes son simples e incoherentes y el reparto se puede contar con los dedos de un muñón. Que el amigo Timberlake trabaje en una cadena de montaje prácticamente todo el día y de repente se transforme en un Van Damme con esteroides todavía me tiene patidifuso. Y de la prota lo único bueno que se puede decir es que está bastante rica. En cuanto a los malos, sus motivaciones y diálogos son tan interesantes que creo que me los voy a tatuar en el antebrazo.


Lo bueno:
- Ah, tienes setenta años y parece que tengas veinticinco. Que gracia.

Lo malo:
- Que me hayan convencido para verla.

La sorpresa de la temporada y un experimento cinematográfico que, contra todo pronóstico, llega a buen puerto. Rodada enteramente en un ataúd, sin flashbacks, introspección... Y lo más sorprendente, sin perder un ápice de interés a lo largo de toda la cinta. Durante su hora y media de metraje, esta grabación logra mantenerte en tensión constante, sin hacerse pesada o pretenciosa en ningún momento. Llegando al punto de trasmitir emociones mucho más frecuentes y poderosas que la casi totalidad de las películas en cartelera actualmente.

Ryan Reynolds soporta la totalidad del peso del largometraje de forma más que digna, logrando la absoluta empatía del espectador. Se podría decir que su actuación y las voces del resto de personajes son básicamente toda la película, sin que esto deba echar a nadie atrás. De hecho, al contrario, se trata de una película que por valiente, original e intensa merece la pena ver en el cine.

Una película en la que ya el título promete. Absolutamente prefabricada, con una historia previsible desde el principio, que logra que cualquier persona a la que el Pattinson le importe un pimiento pierda el interés a los cinco minutos de metraje. Dicen que las buenas películas se pueden resumir en una frase. Francamente no creo en esa afirmación, porque esta en concreto se puede resumir en "triángulo amoroso en un circo" y sin embargo es más mala que sacrificar a un hijo a Satanás.

Los personaje están puestos con un fin, harán lo que se espera de ellos y no les pidas más a los pobres: son planos y poco consistentes. Incluso el malo es una caricatura de sí mismo, un Christoph Walt que abandona su papel de cabronazo nazi para ponerse el traje de villano de opereta. Pattison en cambio es tan dulce que da ganas de vomitar piruletas, probablemente tenga algún antepasado común con Bambi. Podrían haber usado el mismo plano de su cara poniendo morritos durante todo el metraje y yo no habría sido capaz de notar la diferencia.

En resumen: una cinta que no decepciona. Parece un tostón para exhibir al Pattinson y así es.