Sé que esta crítica no va a ser popular, pero aún así, he sentido la necesidad de hacerla y compartirla.

Ante la explosión de júbilo con la que el fandom ha recibido la película me dispuse a verla con entusiasmo. Debo decir que soy un aficionado a DC y al mundo del cómic desde hace más de 25 años, y como cualquier aficionado al medio, estoy pendiente de cada nueva película animada que sale al mercado.

Pues bien, quizá haya sido por las expectativas que tenía, pero el caso es que no creo que esta sea la gran obra cinematográfica de la que todo el mundo habla. Es por ello que centraré el texto en repasar todas aquellas cosas que para mi no funcionan. No me malinterpreten, la película es entretenida, no muy lejos de otras del universo DC animado, pero necesitaba liberar mis demonios después de leer y escuchar tanta miel vertida sobre la película en cuestión.

Empezamos:

- La trama, si bien es interesante, y tiene el planteamiento de un buen elseworld, pronto deja ver sus desequilibrios narrativos. Pareciera ser el final de una obra mal desarrollada en la que falta un principio. El boceto que existe en la película no permite al espectador sentir empatía por los personajes y por lo que sucede.

- No hay un buen estudio de personajes, incluso muchos actúan de una manera diferente a lo que se espera de ellos. Sin desvelar nada diré que John Constantine, La cosa del pantano o Lois Lane parecen estar lejos de su ambiente natural. Luthor es una obeja mansa, lejos del hombre peligroso que alguna vez fue, y Superman parece estar un poco más apagado que de costumbre.

- Se da un protagonismo a personajes secundarios del universo DC que no deberían tener en una trama de tal envergadura, pero ahí están robándole el protagonismo a los pilares del universo DC.

- En mitad del drama los chistes malos caen como bombas que rompen el ritmo.

- El concepto visual poco trabajado que hace que los personajes vistan de forma impoluta en medio de las peores situaciones, un problema que, a mi modo de ver, ha venido arrastrando el universo DC animado durante los últimos años.

- Un diseño de personajes muy alejado del excelente estilo creado por Bruce Timm en los años 90, en el que una sola pose bastaba para dotar de solemnidad a los personajes. Otro inconveniente heredado de la era Flashpoint.

- Aunque el nivel de animación es bueno debo decir que es irregular, y tan pronto te da una secuencia excelente como otra torpe sin que haya justificación alguna de por medio.

- Ausencia de cinematografía. A diferencia del trabajo que hicieran Bruce Timm y Paul Dini en sus inicios, aquí la cinematografía no está al servicio de la trama. No se usa el lenguaje del cine para potenciar la historia, y es una lástima que se pierda esa herramienta en una historia de héroes. Pongo como ejemplo de lo que echo en falta el excelente trabajo de Genndy Tartakovsky en Samurai Jack.

- Y un final facilón, repetitivo y qué parece un deux ex machina con el que justificar cualquier cosas que sucede en el Universo DC.

En definitiva Justice League Dark: Apokolips War, aún siendo entretenida y planteando un historia atractiva, me parece una ocasión perdida para haber hecho una gran historia épica del universo DC, y creo que tiene las suficientes deficiencias para no ser encumbrada como una de las grandes. Lejos quedan películas mucho mejor terminadas como Batman: Capucha Roja, la adaptación de The Dark Knight Returns, Flashpoint Paradox, Batman: Asalto en Arkham, o las ya olvidadas La Mascara del Fantasma, las series de Batman, Superman y de la JLA animada o Batman Beyond: El retorno del Joker, historia seminales donde se encuentran perfiladas de mejor manera muchas de las ideas que parecen aplaudirse en esta obra. Y por cierto, todas ellas películas que nunca fueron recibidas con tanto fervor por el público como esta.

Me pregunto si el amor por la película se basa más en la necesidad de tener tramas telenovelescas que mezclen a decenas de héroes, de ver morir a personajes queridos de maneras impensables o de poder darle en la cara al universo Marvel con una obra mejor que su “ End Game”. No lo se, quizá es que me esté haciendo viejo, que también puede ser...
Espero que este final de universo animado deje paso a otro más equilibrado y preocupado por la coherencia interna de sus historias.

Solaris:

Inmensa.
Bella, pausada, contenida y fascinante.

Maravilloso cuento nos regaló Lem y maravillosas películas han llegado hasta nosotros.

Poco puedo decir, que no hayan dicho ya otra voces críticas en Filmaffinity , pero me gustaría escribir algo que necesito aclarar.

Para quien quiera saber lo que opino de la película, bastará con que acuda a la crítica de Quatermass. Comparto todo lo que dice y no creo poder expresarlo mucho mejor que él.
Valga decir que la obra de Soderbergh me parece una joya incomprendida.

También pueden acudir a la misma crítica para saber lo que opino de la ciencia ficción. Pero me temo que descubrirán que no comparto del todo su manera de ver el género, y me preocupa que esta sea la crítica mejor valorada por los usuarios.

Decir que Solaris, Stalker, 2001 o la Jetté son CIENCIA FICCIÓN y que otras como Star Wars no lo son, es algo que me enfurece tanto como ver a los asnos alimentándose de miel.

La ciencia ficción, sin atender a su limitada, envejecida y caducada definición, permite que coexistan muchos estilos y discursos.

Yo tampoco pretendo ser arrogante al decir lo siguiente: Me preocupa que haya personas que no tengan paciencia para ver determinadas películas, indistintamente del género y las pretensiones de las mismas.

Las buenas historias están por todas partes:

SOLARIS es CIENCIA FICCIÓN
STAR WARS es CIENCIA FICCIÓN

Si, adoro el Western.

Mucha gente me mira de forma extraña cuando admito que adoro el western. Siempre creo adivinar cierta incredulidad e incluso cierto desdén en los ojos de aquellos que acaban de ser confidentes de dicha manifestación. Cómo si el “cine del oeste” fuese cosa de otros tiempos, quizá cosa de nuestros padres y su afición por “Yon Güein” ( con todo mi respeto y admiración por “ El Duque”). Y no sé por qué me siento en la desagradable tesitura de tener que justificar con argumentos sólidos una adoración que se sustenta por si sola.
A esas personas que huyen del western, a aquellos que tiene prejuicios les diría: tomen asiento, acomódense, solo van a ser tres horas de su vida. No se arrepentirán…

Esta “Broken Trail” o, como ha sido traducida aquí, “Los protectores”, es una magnífica película y sería sin duda el mejor alegato a favor del western que podría ofrecer al incrédulo. Un relato en apariencia pequeño, como tantos otros dentro del género, en el que los personajes, vaqueros de los que transportan caballos a lo largo del país, se hacen grandes por lo que hacen, por lo que dicen y por lo que callan. ¿Alguien tiene en mente la reciente "Open Range" de Kevin Kostner?

Buenos actores, tan buenos que desaparecen en favor de sus personajes. Grandes diálogos plagados de silencios y frases cargadas de significado. Un espectáculo de paisajes bellos, diáfanos y calmados. Y sobre todo una historia emocionante, compleja, bien escrita y mejor contada por el maestro Walter Hill.

Broken Trail es un relato que trasciende el simple entretenimiento, como solo lo saben hacer los grandes, para convertirse en una película envidiable y emotiva. Una película directa, sin concesiones y a su vez cargada de lirismo y de una especial poesía que va adherida a las botas llenas de barro y a las heridas sucias por el polvo del camino.

Los amplios espacios del Oeste americano demuestran, una vez más, ser el lugar ideal para despojar al relato de todo lo superfluo y centrase en lo que de verdad importa de la vida:

De las manadas de caballos salvajes recorriendo la pradera, a la última reflexión del día frente a una bella puesta del sol, del calor del fuego encendido en la noche, a la camaradería de compartir un duro viaje, del honor y del sentido del deber, hasta el placer de escuchar una bella melodía y perderse en los ojos de una bella mujer…

Si la gente supiese lo que se esconde detrás de esos magníficos westerns…

Decía Anthony Mann que “ Del western nace sobre todo el mito, y es el mito lo que da el mejor cine”. Eso es lo que nos da con esta película Walter Hill, sobretodo eso, buen cine.

Ojalá tengamos Walter Hill para rato.

Ojalá el western nunca muera.

Relaciones de pareja, problemas de convivencia, dudas, infidelidades, amor, desamor....aparentemente una película compleja, reflexiva y profunda. Si no estás muy atento puedes llegar a creer que el discurso es serio e importante, lleno de pequeñas verdades sobre el amor y la tan complicada relación de pareja. Pero ¿nadie echa en falta nada?
Obviamente yo si lo hago y eso es lo que me impulsa a advertir a los incautos que se quieran servir de mis palabras.


La película se deja ver, eso es cierto, pero hace aguas por muchas razones.
Tiene sus momentos, pero si nos ponemos exigentes....

En la vida real las personas tenemos sueños, aficiones, pasiones y trabajos complicados. Todos tenemos problemas que se cuelan por las rendijas del día a día y que empañan nuestras relaciones personales hasta el punto de diluirlas, mezclarlas y hacer que en algunos momentos pasen a segundo plano.
Al igual que en muchas series de televisión, esta película se quita de encima todo lo que no le interesa para así poder campar a sus anchas por los dominios del amor. ¿Qué les pasa a los personajes que viven única y exclusivamente por y para el amor? ¿Qué van a hacer con sus vidas cuando lo consigan? ¿Acaso no tienen la capacidad de amar otro tipo de cosas?
Los personajes viven vidas vacías, incompletas y aburridas, que solo pueden llenar con el amor de otras personas. El mensaje es erróneo y manipulador. Hablar del amor a otras personas olvidando el amor por uno mismo hace que los personajes no dejen de ser sombras patéticas de lo que deberían ser.
Los hombres de la película son víctimas y se les retrata como incapaces de tomar decisiones de peso dentro de la pareja.
Las mujeres aparecen como manipuladoras, agresivas en reacciones y actitudes (¡¡¡vaya gritos e insultos!!!) y muy egoístas.
A mi modo de ver el retrato se quedan en el estereotipo y la simplicidad. Se construyen, pues, personajes planos y sin ningún tipo de profundidad y no me convencen sus razones para amar o dejar de hacerlo. Además las relaciones de los personajes secundarios, apenas esbozadas, se van diluyendo según avanza la película

¿Alguien tiene en mente Antes del amanecer o Antes del atardecer? Detrás de aquellos protagonistas sí que se respiraba autenticidad...

¿Alguien disfrutó con Love Actually o cuatro bodas y un funeral? si es cierto, personajes simplones, pero ¿acaso no eran cuentos maravillosos sobre lo bonito que es el amor?

¿Alguien se identificó con las miserias de los personajes de Wonderland? ellos sí que sufrían por amor.

¿Alguien venera los Puentes de Madison? Eastwood si que sabe hablar con profundidad.

The last kiss es un poco indefinible ¿es una comedia? a veces lo parece ¿es un drama? el final complaciente lo desmiente.
Mi conclusión es que los personajes son planos y arquetípicos y el discurso que va sin dirección fija lastran una película que se deja ver como tantas otras del género....