Metraje pausado que requiere la abstración como condición de entrada en el mundo Kitano, siendo inicialmente un handicap para convertirse luego en su valor más defendible.
Utilizando la metáfora, directa y evidente, de los personajes que abren y cierran el "ciclo" de la película, presenta varias historias entrelazadas por la misma temática, o mejor dicho, por el mismo sentimiento.
Quizás, su mejor virtud sea la capacidad de transmitir con una simpleza descarada, ideas y emociones complejas.

Sutil adaptación de la obra de Shakespeare, que precisamente se enriquece literariamente con los diálogos aportados por Bergman, así como en la caracterización de sus personajes, delicada caricatura de la alta sociedad. En la línea de personajes "comicos" que ya mostrará en "EL Septimo Sello", como el del trovador, Bergman desprende un fino sentido del humor, sin impregnarlo en ocasiones de su siempre mirada transcendente.