David Spade protagoniza otra vez una de estas películas de risa desenfranada en las que todo está destinado a reir con las tonterías más sublimes.

No es una buena película, sin duda, es una de esas películas que uno tiene que ver con la mente en blanco, bucando pasar un rato divertido, con risas tontas. El tema del que va la película es lo de menos, ya que no dejan de ser una serie de gags, uno detrás de otro protagonizados normalmente por David Spade y un chucho que le da muchos dolores de cabeza.

Por otro lado, la película tiene el claro atractivo de contar con la presencia femenina de Sophie Marceau, la preciosa actriz francesa que solo con su presencia alegra cualquier película.

No es una gran película, y es de esas que uno ve "sin querer" porque la ponen por la tele, si ese es el caso puedes estar viéndola con tranquilidad, ya que seguramente te echarás unas risas, y eso es mucho, ya que segruamente con nuestras vidas ya tenemos suficientes tristezas...

A pesar de la pareja protagonista, con Susan Sarandon y San Neill, que no hacen un mal papel aunque ambos, y sobretodo Susan, sobreactuan en sus papeles, es una película que paso sin pena ni gloria por la taquilla y que en televisión nunca será más que una película de Telecinco un sábado por la tarde.

Trata sobre como en una pareja perfecta la confianza se va rompiendo por culpa de la aparición de una tercera persona. Así, el marido perfecto empieza a perder los papeles, mientras nota como pierde a su mujer porque la locura la va consumiendo...

Tiene algunos momentos de cierta tensión/miedo y tiene el problema de ser muy lenta al principio y un poco "hollywoodiense" en su final, que a pesar de estar bien argumentado parece demasiado enrevesado para ser verdad.

Lo dicho, si la pillas un sábado en telecinco seguramente dormirás la siesta...

Una película que me ha sorprendido ya que sin dejar de ser una típica comedieta americana nos deja un muy buen regusto, sobretodo por una genial actuación de Dennis Quaid, por la tiernura de Scarlett y por lo bien que lleva su papel un Thoper Grace hasta el momento desconocido para mi.

El tema tratado es de la más radiante actualidad, qué pasa cuando se produce una fusión o adquisición entre empresas y hay un montón de puestos prescindibles... ¿quién se va a la calle?... normalmente gente que lleva mucho tiempo trabajando, que está cerca de los 50 años y que necesita de sus ingresos para mantener su estructura familiar. Y que pasaría si además, de la otra empresa te traen a un mocoso de 26 años como jefe? Pues supongo que todavía se hace más dificil, ¿no? Eso sin comentar lo que puede pasar si empieza a hacerse muy amigo de tu hija mayor...

Una película seria pero divertida a la vez, que nos presenta de una manera agradable este tremendo problema y como se lo puede tomar un hombre que tenía un buen puesto y con necesidades fuertes monetarias, por otro lado, la vida del exitoso chaval de 26 años tampoco es una balsa de aceite, y todo el éxito profesional que tiene es éxito que le falta en su vida personal.

Una película que vale la pena ver, te entretendrás y para nada te quedará la sensación de haber visto una comedieta mala.

Una película para los amantes de la intriga, con el típico papel interpretado por Morgan Freeman, que como siempre está genial. Además, Ashley Judd también lo hace bastante bien. Lo único que le falta es un argumento un poco más cerrado para que el propio expectador tenga las mismas armas que los agentes del FBI para poder resolver el caso, y que no sea el amigo Morgan el que se luzca por si solo.

Una buena película, que hoy en día lo más seguro es que veamos por la tele, y que nos puede hacer pasar una buena tarde de domino o noche de sábado.

Una buena película, que te va a distraer pero que no es una película de aquellas que guardarías en tu dvdteca.

Uno tiende a verla por la pareja protagonista, pensando que una película en la que actua el ya veterano Robert de Niro no puede ser mala, y más si además se ve acompañada del joven actor/director Edward Burns. Pero acaba siendo una película flojita, de las de segunda línia que no va a ser casi recordada en el palmarés de cualquiera de los 2.

Que la película pase al olvido no demerece la actuación de De Niro, que como siempre, está soberbio, y nos regala una dureza combinada con su humor newyorkino que hace que la película se pueda como mínimo salvar. No es el caso de Burns, con una actuación que no pasa de ser la que podríamos esperar de una comedieta juvenil.

Respecto a la trama, es una trama pseudopoliciaca en la que se investigan una serie de asesinatos cometidos por una pareja de criminales de Europa del Este, algo ya muy repetido en el cine, que tiene como única novedad que incluye la importancia de la mass media, como los de la televisión son capaces de todo, incluso perdiendo los escrúpulos para poder aumentar sus niveles de audiencia.

Una película que no debemos obligarnos a ver aunque nos distraerá en el caso de que caiga en nuestras manos por casualidad.