¿De qué va Cloverfield?
¿De un sorprendentemente elusivo monstruo gigante que arrasa Nueva York sin previo aviso ni motivo aparente? ¿De americanos pijitos que lo graban todo que ni Lars Von Trier y sus amoríos post-adolescentes en mitad de la catástrofe? ¿De un enigmático conglomerado empresarial nipón, cuyos tentáculos abarcan desde el mercado de bebidas azucaradas sospechosamente adictivas hasta la perforación insensata de simas oceánicas? ¿Quién es Jamie Lascano, y qué pasa con su novio Teddy (password="jllovesth")? ¿Es realmente la organización ecologista (ecoterrorista, según portavoces de Tagruato) T.I.D.O. responsable de la destrucción de la central de Chuai -- no lejos, por cierto, de la costa neoyorquina? ¿A qué sabrá el dichoso Slusho?
Me pregunto qué peli habrán visto algunos.

La imponente presencia de Vinnie Jones como matarife Asperger y la violencia outré y grand-guignolesca son lo más destacable de Midnight Meat Train, una peli entretenida para estómagos intrépidos que también cuenta con una ambientación notablemente malsana.
El final es desde luego sorprendente, y muy en la onda Clive Barker, pero resulta también un poco desconcertante por el súbito cambio de registro, que en mi opinión hubiera debido ser más gradual (no diré sutil, porque la sutilidad en MMT está fuera de la cuestión). Cierto que Kitamura nos da alguna pista aislada, pero aun así la coherencia del conjunto se resiente. Una pena, aunque tampoco un drama.

Está de moda últimamente, cada vez que sale una película de superhéroes mejor que Catwoman, a todo el mundo le parece siempre muy "inteligente". Vamos hombre. Esta peli estará muy bien, en ciertos aspectos. Es entretenida y espectacular, y tal... pero es patochada tras patochada.
El argumento es resultón siempre y cuando pienses en cosas bonitas, aunque está trufado de paridas. Los diálogos, muy de usar y tirar. Todos esos discursazos épicos me entran por un oído y me salen por el otro, no sé si me explico. Se acostumbrará uno. Los personajes me parecen fatal trazados. En toda la saga, en realidad. Magneto, verbigracia. Debería ser un personaje memorable, coño, y es un villano malignoso, acartonado y cerril, por más que se ponga en plan "viejo amigo" de vez en cuando. No hay conflicto ni hay ná. Bolivar Trask, discretísimo. Ni siquiera Lobezno, que chupa cámara, tiene la mitad del carisma que debería tener.
Son cosas que no entiendo: con todo lo que te curras todo el apartado visual, con actorazos (de lo mejor, el casting) a tu disposición, ¿que costaba trabajarse un poco los aspectos más... literarios? Anda que no hay tiempo para explayarse, no son ochenta minutos de peli, precisamente. Pero nos hemos pasado dos tercios dando brincos y disparando rayos y haciendo volar estadios. A lo mejor se profundiza un poco más en estos temas en algún director's cut de, no sé, cuatro horas media?
Vale, y Mystica. Oh my god. Que se joda el casting, Mystica. Pura poesía plástica, tu. Mystica, cual pitufina vengadora, destruyendo guardaespaldas trajeados. Luego se convierte en un avejentado federal y te crea cierta confusión, pero por lo general al final, alabado sea dios, los subterfugios tienden a dejarse a un lado y los asuntos tienden a arreglarse a hostias, y vuelve a ser esa diosa escamosa y desnuda (azul pero desnuda) repartiendo zapatilla. Llora, Russ Meyer. Mystica. Del cinco al seis por ella solamente.

Una película difícil. Quien espere un western crepuscular a lo Unforgiven torcerá el gesto ante el gore explícito o la inverosimilitud de algunos puntos del guión. Y quien busque un slasher se desesperará durante la larga y lacónica travesía por el desierto, y por el ritmo parsimonioso que el debutante Zahler imprime a su criatura. Porque Bone Tomahawk no es una película de terror ambientada en el Oeste, sino una combinación (que no exactamente una mezcla) de dos géneros dispares, de dos lenguajes narrativos, cada uno con sus propias convenciones y mecanismos propios. A mí me pareció un experimento interesante, al que en cualquier caso hay que poner algún pero que otro.
Los géneros parecen sucederse más que confluir: así, el desarrollo de la película es el de un western casi clásico (o eso me parece a mí, que no soy cinéfilo de pedigrí), para en su desenlace desembocar en un terror cercano al torture porn. Es un quiebro arriesgado y un poco desconcertante; personalmente hubiera preferido un crescendo más sutil, una transición en el que ambos lenguajes se conjugasen un poco, en lugar de simplemente alternarse. Tiempo había: Bone Tomahawk no es corta, y el viaje por el desierto parecía prestarse a un descenso gradual al Corazón de las Tinieblas que en realidad no se produce.
Como casi siempre con el cine yanki actual, los aspectos plásticos o formales están muy bien. A cualquier cosa la llaman "de bajo presupuesto" hoy en día. Las actuaciones buenas, los diálogos pasables (hay un tópico recurrente, el de la mentira piadosa, que no sé muy bien cómo interpretar). Supongo que cualquier revisionismo del western está actualmente condenado a la comparación con Tarantino y los Cohen. He de decir que a mí me ha gustado bastante más que Django (no he visto los Hateful). El tratamiento de los "malos" es muy de cine de terror: un aura de horror atávico los envuelve y magnifica, rozando a veces una inverosimilitud que a nadie molestaría en un slasher, pero que puede chirriar un poco aquí.
En fin. Kurt Russell y caníbales, western y terror. Con semejante sinopsis no es de extrañar que las expectativas del espectador se disparen, lo cual siempre es un arma de doble filo. A pesar de todo me ha gustado, aunque como decía algún otro usuario, yo también he necesitado un tiempo de reflexión para llegar a esa conclusión.