Concentrado de mal gusto y topicazos, llevados de la peor manera posible.
Un bodrio espantoso que no hay por donde agarrar.

Estamos ante una obra "testosterónica", es decir, de esas que hay que ver sólo o con amigotes, porque a la mayoría de las féminas no les va a gustar.
Un detalle curioso es que en las películas de Ritchie (al menos las que he visto), no aparecen féminas especialmente llamativas que nos distraigan de la acción. (No, la de RocknRolla no me parece especialmente llamativa). Desconozco el motivo por el que sus películas son como campos de nabos. En fin.
Volviendo a Lock&Stock, para mí lo mejor son los personajes. Aquí, hasta los malos tienen cierto encanto y personalidades muy marcadas.
El guión, pese a lo forzado que es, tiene buenos giros argumentales. Desconozco como es el doblaje, ya que la vi en V.O. y así pude apreciar como muchos personajes hablan con un marcado y curioso acento (cockney).
Muy entretenida y disfrutable, pese a la abundante violencia.

Por más vueltas que le doy, la encuentro sencillamente repugnante. A la mayoría de los "rebeldes", "transgresores" o "alternativos" les encanta, pero a mí me da asco.
Nihilismo sin límites, pero no sólo eso, es una alabanza hacia ese nihilismo, hacia ese vacío. Celebración de lo feo y desagradable, de vivir (¿vivir?) hecho un despojo, con la aguja clavada, rodeado de miseria, violencia y muerte, pero al mismo tiempo siendo tíos guays.

Sobrevaloradísima bazofia. Le doy un 3 por los actores. La estética "feísta" ya estaba inventada.

No estoy de acuerdo con los que piensan que Rick es un "perdedor". ¿Qué es lo que pierde? ¿Acaso le conviene? Rick tiene su propio bar y va por la vida con morro increíble, hace lo que quiere cuando quiere. Su áutoconfianza es total y su aplomo, como para tomar nota.
Creo que no es precisamente el retrato de un perdedor.

Buenísimos los diálogos y la atmósfera, el ambiente del bar, los personajes. El toque final de amistad y final poco convencional la convierten en una película redonda.

Totalmente recomendable.

Si Lars Von Trier ha perdido fe en el ser humano es SU problema. Para él todos somos malos malísimos y de alguna forma pretende incluso justificar cierto tipo de actos (por desesperación, miedo...) Al cuerno Lars, no quisiera estar en tu cabeza llena de negatividad y falta de afecto por la vida y tus semejantes. Deberías saber que el 99% de los seres humanos, viven y mueren sin cometer las atrocidades que aparecen en esta obra de teatro, tétrica y pesimista.

Los seres humanos, a diferencia de la mayoría de animales desarrollamos lazos afectivos y empatía. Por supuesto, para Lars Von Trier eso no existe, solo egoísmo, maldad, bajos instintos...

Anda ya, Lars...

Por supuesto, esta película NO es recomendable. Salvo para enfermos que les falte motivación para suicidarse.