Lo mejor de la película la foto que se puede ver de los personajes con un bonito diseño. La película no hay por donde cogerla. Al rato de entrar comienzas a pensar por qué le estas haciendo eso a tu hijo/a, con las pesadas gafas 3D para una película más pesada aún. Y siento decir esto de una animación española, pero no es justo pagar 11 euros por sufrir.

Ya se que suena a orgullo patrio, pero es así.
El acierto:
Técnicamente la película compite de tú a tú con cualquier animación Pixar 2D. Peca de la influencia de Shrek en la creación de personajes alienígenas, pero esto es sin duda condición de la producción. Un sobresaliente a la capacidad y a la esperanza que se abre en el horizonte de la animación en España.
El error:
El guión de Joe Stillman no aporta nada nuevo exceptuando quizá la idea inicial poco aprovechada. Algún chiste de mueca rápida y poco más.
Pero no hagamos sangre. Es una producción comercial que cumple su objetivo principal: recaudar; y además se deja ver. Por tanto, recomiendo ir a verla. Apoyar con un voto de confianza a estos creadores que han demostrado que poder pueden y que solo les falta lo que a todo hijo de Holliwood en los últimos tiempos: una buena historia. Si alguien se anima...

Ed Harris fué nominado como en otras ocasiones como mejor actor por este papel y finalmente se lo dieron a Russell Crowe por “Gladiator”. Para mi Harris es un actor que va creciendo con cada papel, un actor de esos tan brillantes que saben actuar sin deslumbrar como estrellas, haciendo creíbles sus papeles. Y este es el caso de "Pollock", en la que también ejerce de director con un notable resultado.
Como muchas películas sobre artistas, "Pollock" también se centra en el tormento que perseguía al pintor, si no, no habría película; Sus momentos de locura, sus excesos con el alcohol, su trágico final..., pero Harris da pequeñas pinceladas de cotidianeidad que hacen humano al personaje. En cualquier caso no podemos olvidar que cualquier "Biopic" implica una dramatización.
Harris pinta. En la película Ed Harris pinta en planos coreografiados como si de un baile se tratase. Como el propio Polock, Harris realiza una danza casi ritual alrededor del lienzo. El cuerpo del actor habla como el cuerpo del propio Pollock. Pero no solo con la técnica del "dripping". Es impresionante ver pintar a Harris-Pollock un mural para Peggy Guggenheim con pinceles y en vertical.
Pero Ed Harris no esta solo en la película. Junto a él aparecen por la pantalla la pintora Lee Krasner, con quien acaba casándose, interpretada por Marcia Gay Hardén, quien ganó el oscar como actriz de reparto por esta película; el pintor de origen neerlandés Willem de Kooning; Peggy Guggenheim, su mecenas, interpretada por Amy Madigan, casada en la vida real con Harris (todo queda en casa), etc.
Y como broche de oro un tema de Tom Waits.
En definitiva una película más que recomendable para empezar con el arte en el cine.

Probablemente el espacio claustrofóbico donde trabajaba Francis Bacon fuese una prolongación de lo que encerraba su cabeza. Volvemos a encontrarnos una película que se centra en las rarezas de la personalidad sórdida del artista. Y si de demonios se trata nadie quisiera ver los suyos concentrados en 90 minutos. Pero si nos olvidamos de los posibles tópicos, esta es otra película interesante sobre la vida, o mejor, sobre un fragmento de la vida de un pintor.
En este caso es una película especialmente dura, pero con pinceladas de indudable belleza, como la propia obra de Bacon, utilizando en ocasiones juegos de cámara buscando una deformación de la imagen cómplice del trabajo más conocido del artista.
La interpretación de los protagonistas es notable, apoyada la de Darek Jacobi en su gran parecido con Bacon, y con la curiosidad de ver a Daniel Craig en un papel que el agente 007 sin lugar a dudas negaría tres veces, encarnando a George Dyer, amante de Bacon en los 60 y modelo de varios de sus cuadros. La relación como se intuye en el título del film es más que tormentosa.
No es una pelicula para todos los públicos. Y no me refiero a la edad, se entiende.

Al volver a ver Airbag pasado el tiempo ha perdido chispa, ha perdido la innovación visual, la transgresión y se queda en un alocado recuerdo. O bien la pelicula envejece mal o el que empieza a envejecer soy yo.