He tenido el placer de ver esta película en un cine estadounidense, sentando en una cómoda butaca reclinable, palomitas con mantequilla y refresco con extra de hielos para aguantar el calor del verano. Os cuento esto porque, total, la película es lo mismo de siempre.

Situaciones ya cotidianas en el cine de ciencia ficción, roles de copia y pega y un buen puñado de chistes (de los cuales sólo un par te harán reír) para aligerar tanto empacho de texto, que lo que quiere la gente es ver explotar cosas. Pues bien, objetivo cumplido, aplaudo ante los efectos especiales de la película, pero no puedo decir nada más de ella.

Y por último, odio que halla ruido en los planos del espacio, donde no hay materia para transmitir sonido