De las poquísimas series de humor que no envejece, humor inteligente, sin ñoñerìas y con la justa dosis de crueldad. Propongo a Costanza como el mejor personaje de la historia de la tele, compendio entrañable de todos nuestros defectos. No pretende comprarnos, no cae en recursos facilones y termina haciéndonos sus cómplices apelando ( o ni siquiera eso les importa ) a nuestra inteligencia y a nuestro escepticismo.

Creo que Chris Elliot debe ser una persona bastante peculiar, con un humor peligrosamente desinhibido rayano a veces con la imbecilidad, pero que por su extraño encanto resulta adictivo. Propongo, eso si, verla sin complejos, dejándose llevar por el niño gamberro que todos (supongo) aún llevamos dentro.

No sabría si calificarla como genialmente subnormal o subnormalmente genial, pero desde luego se trata de una rara avis en el normalmente previsible cine (y no me refiero unicamente al español) más o menos contemporáneo.
Con un argumento casi imposible de resumir sin sonrojarnos un poco: filosofía de reader digest, crisis más o menos religiosas, locos visionarios, snobs de pandereta... y unos actores un puntito desquiciados (El Brujo no deja de recordarme, gozosamente, al entrañable actor que borda el Fernán Gómez del "Viaje a ninguna parte", pero a mi me encanta su sorprendente histrionismo y que chica tan hermosa Iciar Bollaín...), pero que hacen un conjunto al menos para mí, absolutamente hipnótico, absolutamente extraordinario, extraordinariamente valiente.