Esta película es para mi muchas cosas: enseña el alma humana sin ideologías políticas ni manías (lo políticamente incorrecto hoy día dicta las normas), habla del amor, de como la vida y las situaciones cambian a las personas, habla de camaradería, habla del odio sin sentido, habla casi bien de todo. Todo ello con una puesta en escena muy realista que demuestra que antes, los efectos especiales y los guiones facilones no eran necesarios para entretener y de paso, aprender a ser más persona en este mundo de locos.

Una película en la que los desfasados efectos en las escenas de acción son compensados con unos magníficos diálogos y una excelente banda sonora. Charlton Heston interpreta perfectamente a un realista Robert Neville (militar/médico) y mencionar al no menos genial Anthony Zerbe como líder de la Familia. Un clásico para los individualistas.