La adaptación resulta moderna porque es lo que pretende. De otra manera la versión de David Lean no puede superarse. La música, el ritmo, los paisajes, los protagonistas demasiado guapos, el colorido verde, verde y solo verde por todos lados invitan a soñar, porque de eso trata la esperanza que aquí se nos muestra. Sin duda es una versión edulcorada pero qué buen sabor nos deja.

Esta película tiene cosas excelentes. Esto es algo innegable, pero siempre, siempre hay que empezar valorando si lo que se nos ofrece es entretenido. Si este aspecto falla, el resto no importará demasiado.
Considero las interpretaciones excelentes pero aun así el resultado me parece soberanamente aburrido.
Destacaré otros 2 aspectos más, uno bueno y otro malo. El bueno es la fotografía, logradísima. El malo es el ritmo tan irregular en todo el metraje.