Asistimos a la formación de trabajadoras Filipinas del servicio domestico, a través de agencias que les destinan a realizar su labor a un pudiente lugar en el extranjero, pero antes deberán prepararse para poder servir tanto físicamente para su explotación laboral, y mentalizarse para toda clase de posibles abusos físicos o sexuales.

Documental esencial que nos hace ponernos en el prisma de estas luchadoras a través de las charlas entre compañeras, su lucha por mantener a la familia, con grandes esperanzas en sus metas y testimonios de las que han tenido mejor suerte o quienes se han enfrentado valientemente a esas duras situaciones.

Y es que son millones de heroínas en Filipinas, país que las ve como tales pues depende gran parte de su economía y estabilidad de las remesas de todas ellas.

Por todo lo dicho aunque no lo parezca estamos hablando en pleno siglo XXI, imprescindible para mostrarnos aun la larga lucha que queda por los derechos humanos.

Este film nos sitúa en la barbarie de la guerra civil argelina de lleno en sus años de plomo.
Para introducirte en la historia no hace falta ser conocedor de tales hechos históricos, el film no busca juzgar ni analizar la situación pues es un contexto que podría ser en cualquier lugar del mundo donde la violencia sea imperante.
El director nos llevara a un viaje onírico por la mente a través de pesadillas con su origen en traumas desde la infancia familiar, la opresión social y la infame guerra y es que si no puedes adaptarte a tales situaciones las secuelas que quedan atadas a cada uno de nosotros acabaran por consumirte o de lo contrario ser participe de las ascuas de ese infierno.