Esta es una de esas películas que ves de casualidad, que ni siquiera se estrena en el cine de tu pequeña ciudad (bueno, de la mía). La ves en el estante del videoclub y como tienes oferta de 2x1 y ya has cojido el megaéxito de superhéroes o la última del gran director clásico pues coger por rellenar, por probar.....y ¡¡¡¡COÑO!!!

Me parece un peliculón, la ves y no se ha acabado y ya quieres volver a verla, no por su metafisica ni por su lenguaje fílmico, simplemete es entretenidisima. Pero no entretenida en plan sólo acción o sólo humor. Es por su ritmo por la forma de narrarla: el narador que nos guía, los retrocesos en el tiempo...pero sobre todo por los personajes y las situaciones. Un Robert Downey Jr. soberbio que nos hace sentirnos completamente identificados con ese pobre desgraciado que es el amigo enamorado de la que folla con todos menos con él, porque él: es más bueno; JO0DER, el no quiere ser bueno, sólo quiere follarsela. Y el pobre hombre se acuesta con ella pero sólo para dormir y de pronto le dice 1Que coño, no puedo hacer esto! Y se va al sofá. Es increible.

Y va y le acompaña un pasota, un típo duro gay que es la reostía, Val Kilmer que también se come al personaje. Y con estos personajes que ya de por sí son para hacer una trilogía se forja una historia loca loca loca que en ningún momento decae, llena de idas y venidas, que no vueltas de tuerca a lo Shyamalan.

Lo dicho, es muy probable que si la veis y sea de vuestro agrado la pongais una vez al mes para que os suma el ánimo, para sentiros identificados, para pasar ungran rato viendo una gran película.

Realmente es esta una de esas películas que uno se alegra de haber visto, porque con el paso del tiempo siguen viniendo sus imágenes a la cabeza con una nitidez total. Una ambientación de lo más enigmática y tranquilizadora nos envuelve en todo momento sobre todo gracias a la gran banda sonora y a la fotografía oscura y simple.

Sin embargo creo que aquí comienza también su principal defecto, demasiado arítmica, demasiado poco sustancial es su primera hora. No se trata de que personalmente yo tenga nada en contra de las películas lentas, pero creo que este Egoyan debería aprender algo de Lynch y si pretende contar en 100 minutos lo que cabe en 20 por lo menos que lo hago con ritmo, con soltura.

Sobre la historia no hay nada malo que decir, un gran argumento, aunque repito que se solventaría mejor en un cortometraje. No da para más. Y Mia Kirshner simplemente genial.....ya me entendeis.

No entiendo la tendencia actual a martillear cualquier película americana por el simple hecho de ser melodramas y de ensalzar otras por el simple hecho de ser "nuevas comedia usa". No entiendo como los mismos críticos que se tronchaban con Virgen a los 40, hoy se dedican a poner muy por debajo de lo que le pertenece a esta película.
No es brillante, no pasará a la historia, pero si alguien me pide consejo, le diré que vaya a verla, que se lo pasará bien, que verá dos grandes actuaciones, preciosos paisajes, y una historia que perfectamente puede ser real, digan otros lo que digan.
A pesar, de escenitas típicas, la película no es ni mucho menos una mamarrachada, no lo es porque cuando se podrían poner en plan el muy ateo de Nicholson se convierte a la fe cristiana no lo hace, él es como es y Freeman es como es. Y la película no intenta convencernos de cual es mejor, nos muestra que la gente puede pensar diferente y aún así respetarse, quererse, y eso me gusta. Y sinceramente hay momentos muy buenos, como cuando Freeman habla de lo que quería ser de joven y en lo que se ha convertido, será muy típico, pero es así, estremece pensar que toda su vida ha pasado, ahora es viejo. Decide vivir como siempre ha querido lo poco que le queda, ¿porque dicen que es una historia poco realista?

Esta película refleja todo lo que es y como se crea una secuela típica. Una primera media hora dedicada casi por completo a recordar el original, refrescar la trama de la primera, presentar las consecuencias que ha causado en la Teniente Ripley, e incluso empezar mostrando la nave y el gatito que tan característicos son en la primera. Y apartir de ahí coger todo lo que funcionó en el películón de Scott y repetirlo, pero también con maestría, eso sí. Tenemos un androide, un malo, un montón de muertes, Ripley se encariña con alguien por quien tendrá que hacer todo lo posible para que ambas salgan con vida (en la primera era el gato, ahora una niña encantadora), Ripley es tomada por tonta y al final resulta que es la diosa más grande que ha salido en la pantalla en ropa interior; los aliens una vez más se cuelan donde menos los esperas (aunque claro, ahora sí que los esperas)...

Pero al margen de que el comienzo sea demasiado repetitivo para los que conocen bien y tienen fresco el original, y aunque todas las escenas claves nos resulten demasiado familiares, lo cierto es que en cuanto la nave de Ripley se posa en el planeta de los Aliens cmienza un auténtico películón de intriga, que constantemente te pone los pelos de punta y el corazón encogido de los nervios y la tensión extrema.

Hay un aspecto en el que creo que incluso supera al original, la acción. Es uno de lo puntos fuertes de la película y suple la falta de originalidad del original. Lo único malo es que los marines son demasiado "marines", demasiado americanos. Obviamente esto es voluntario y es un recurso para mostrar la formalidad de Ripley frente a estos tipos enamorados de las palabras malsonantes, de las fanfarronerías y de los chistes faciles; pero al principio es demasiado exagerado, no se salva ni uno. Aunque el hecho de que los pesonajes sean tan planos al principio ayuda aque evolucionen mucho más y al final no se parecen en nada a lo que empezaron siendo.

En resumen, una secuela típica, basada en calcar el éxito del original, pero tratandolo de un modo nada pretencioso y formalmente magnífico,con grandes efectos y un gran ritmo lento para crear tanta tensión como en la de Scott.

Muy real, un guión perfecto que no cae en convencionalismos, una fotografía sin trucar. Cada personaje secundario es imprescindible para entender a los protagonistas, unos personajes completamente realistas, encarnados por unos actores soberbios. No es una crítica sin más, es una reflexión muy muy trabajada.