I am mother del debutante Grant Sputore es una verdadera joyita del cine de ciencia ficción. Tiene todos los elementos del género, pero además se anima a meter, de manera solapada, algunas reflexiones y criticas sobre temas de los cuales pocos se animan a hablar. El filme plantea que no es necesario la figura de un padre en la crianza de un hijo, e incluso hasta la del propio ser humano, ya que la niña es incubada, criada y educada por un androide. Esto plantea un verdadero interrogante sobre la familia tradicional, de hecho Madre, como se conoce al androide, cuando habla de familia lo hace solo refriándose a ella y a su hija. El varón, esta ausente en la ecuación familiar. Hay por ahí también una clara alusión al genocidio Nazi en el horno donde Madre quema todo resto biológico externo para protección y algo más que por razones obvias no pienso contar. La analogía con el exterminio de la humanidad es más que clara.
El director Grant Sputore demuestra que le sobra talento y que tiene una carrera enorme por delante, su planos cortos de Madre son realmente fantásticos, haciendo de una maquina un personaje de piel y huesos.
I am mother es una grata sorpresa para los amantes de la ciencia ficción, con muchas preguntas y algunas dudas de carácter existencial que la hacen sin lugar a dudas uno de los mejores estrenos de Netflix para esta temporada.

Potente, original y austera. "Una historia de fantasma" demuestra como se puede hacer cine sobrenatural sin apelar a los golpes bajos ni a los FX. Lowery se muestra como un gran narrador pero además, tiene el talento para hablarnos de la perdida, el duelo, la soledad y el renacer de nuevo desde la mirada de un triste fantasma que ha quedado atrapado en el limbo de su propia casa. Fascinante filme. Lo disfrute mucho.

Se suele decir que en la ficción cualquier cosa es valida, y es eso es así mientras se mantengan algunas de las reglas de la ficción, cosa que en "El reino" no sucede. Con una trama inverosímil, diálogos de principiante y acartonados y actuaciones sin pisada escénica, casi como si fuera una pasada de guion, la serie creada por los Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro resulta un producto dificil de digerir desde el primer minuto, lo que provoca, al menos eso hizo conmigo, un fuerte rechazo.
Mucho gasto, mucho elenco y una metáfora de una Argentina mesiánica y desquiciada que jamás levanta vuelo.