Me gustaría que alguien me explicase por qué esta película está considerada por la crítica una obra maestra. Es infantil, desquiciante, atropellada, una sucesión de situaciones absurdas que no hay forma de creerse, con un sentido del humor de parvulario y con una ridícula sobreactuación de Cary Grant que no para de soltar patéticos grititos cada 2 frases.
Si hoy en día alguien hiciera una película con un humor tan bobo como ésta, la crítica y el público la despellejaría sin compasión.

La película no hay por dónde cogerla, es un desastre total que provoca más risa que otra cosa si no fuera por el tiempo que te hace perder verla. He sufrido funciones de Navidad escolares mucho mejores. Pero lo que más me cabrea no es la película en sí, sino las críticas pretenciosas de quienes dicen ver atmósferas lovecraftianas y lecturas ocultas que cualquiera con dos dedos de frente y un mínimo de interés por las obras de terror o intriga no advierte por ningún lado. De encasillarla en algún género éste sería el de musical y/o comedia.
Por otra parte, no hay más que ver la "prometedora" carrera del director, quien después de parir esta "joya" se quedó seco, porque su cinematografía solo dio para un par de chapuzas más en la misma línea pero que, curiosamente y al menos hasta que algún iluminado indique lo contrario y unos cuantos freakies cachondos lo apoyen, no alcanzaron el más mínimo reconocimiento.
Y no escribo más porque no lo merece.

¿Pero de verdad alguien ha conseguido ver esta película o lo que quiera que sea hasta el final? Yo sí, a la media hora me lo impuse como una penitencia, como un reto. Y es por ello por lo que me permito escribir este comentario.
No merece la pena analizar el argumento (inexistente), la lentitud (exasperante), la dirección (?) ni a los actores (siempre cabizbajos y como fumados).
Solo le doy dos alternativas al director: o se está cachondeando de los espectadores o alguna disfunción perturba su cerebro. Yo me inclino por la primera opción y la prueba de ello está en el título.