One in a Hundred Thousand traslada a la gran pantalla el comic homónimo de Kaho Miyasaka que, a su vez, es una escisión del comic Akaiito de la misma autora. Según la sinopsis, este último está protagonizado por Chihiro Tachibana, la mejor amiga de la protagonista de One in a Hundred Thousand, ocupando esta última el papel de mejor amiga en Akaiito. No he leído ni Akaiito ni el comic de One in a Hundred Thousand por lo que desconozco si la adaptación es fiel o se toma excesivas licencias.

Parece claro es que la autora del manga (2015-2018) se inspiró enormemente en la novela de Yoru Sumino ¿Quiero comerme tu pancreas? (2014, aprovecho para recomendar la película de animación basada en esta novela) y del comic Your Lie in April (2011-2015, aprovecho para recomendar la serie de animación o la película de imagen real basadas en este comic) pero, al menos, en la película esta historia sobre una pareja de adolescentes donde la muchacha sufre una grave enfermedad no me ha cautivado como las otras dos obras.

Una de las razones podría ser que ya con Your Lie in April y ¿Quiero comerme tu páncreas? he agotado mi cupo para este subgénero pero creo que el principal problemas de la cinta es que no existen situaciones donde haya química entre los protagonistas, todo es un intento de copiar las vivencias de los protagonistas de las obras anteriores pero sin diálogos o situaciones que provoquen que esas vivencias nos importen. Al menos en mi caso no sentí conexión alguna ni con los protagonistas ni entre ellos.

Los actores son flojos como suele ser habitual en estas adaptaciones japonesas de bajo presupuesto que no buscan llegar a un nuevo público, sino que son otro producto de consumo para el aficionado a la obra en la que se basan.

Tres adolescente que no se conocen deciden quedar con el objeto de invocar al fantasma del verano tras haber leído sobre este extraño fantasma de apariencia femenina en internet. La motivación de los 3 es la misma, conocer como es la vida de un fantasma ya que los 3 piensan en la muerte. Dos de ellos, el protagonista y la chica, piensan en suicidarse, el primero porque su controladora madre no le permite dedicarse al arte como a él le gustaría y se siente agobiado y presionado (una causa de suicidio entre jóvenes común en Japón), la segunda sufre acoso escolar. Por su parte, el tercero ha sido diagnosticado con una enfermedad terminal. Bajo este punto de partida se desarrolla el mediometraje.

Respecto a su apartado artístico, nos encontramos con unos diseños de personajes y escenarios muy similares a otras obras de animación japonesa modernas. Su director e ilustrador ha trabajado en obras como Tsuki ga Kirei o en la portada de la novela Quiero comerme tu páncreas. Si bien, no participó en la ilustración de la película de animación de esta última, el estilo gráfico de su portada fue el utilizado en los diseños de la misma. El arte de Loundraw se diferencia mediante su paleta de colores, azulada en la noche, amarilla y brillante en el día. La música acompaña correctamente a la escenas del mediometraje por lo que no puedo ponerle pegas ni tampoco alabarla en exceso.

El desarrollo del argumento, realizado por Hirotaka Adachi a partir de una idea del director, se produce de forma esperada sin necesidad de que haya giros de guión enrevesados y sin notar que falten metraje. ¿Se podría haber dado un componente más dramático a la obra añadiendo más metraje sobre las circunstancias del trío de protagonistas? Probablemente, pero no tengo claro que eso hubiese beneficiado al argumento. En general, me parece un argumento correcto que me ha entretenido durante toda la duración de la obra.

Habrá que ver si Adachi y Loundraw siguen colaborando y si tienen pensando desarrollar una película. Yo estaré atento.

El protagonista de la película existe, si uno lee su biografía en Internet no parece que los hechos relatados coincidan en demasía, sería más interesante usar el término basada en un personaje real.

Una vez aclarado el punto anterior podemos empezar diciendo que la película cuenta la historia de Afshin Ghaffarian, joven iraní sumamente interesado en el baile, pasión que en Irán debe mantener en secreto. Esto coincide con otros relatos de emigrantes iraníes donde se incide que hay un Irán público y un Irán privado completamente opuestos. La película acierta en la manera de mostrar este hecho ya que opta por mostrarlo de manera natural sin utilizar efectos artificiales. Efectos que si usan en escenas de palizas y que creo innecesarios en una película que, supuestamente, intenta contar una realidad.

Algunas críticas inciden en que la película no tiene un punto medio entre buenos y malos. A mi parecer los protagonistas de la historia no son especialmente buenos, son simples jóvenes con una pasión artística, mientras que los antagonistas, la policía moral, encaja perfectamente con el comportamiento normal de esos cuerpos "morales" como por, ejemplo, los guardias rojos en la China comunista. Es decir, jóvenes violentos que encuentran en la pertenencia a estos cuerpos la posibilidad de descargar su violencia legalmente.

Otra crítica proveniente de iraníes es que el reparto no es Iraní, a mi también me llamó la atención que una película de este tipo estuviese rodada en inglés.

Hasta ahora no he dicho nada especialmente negativo salvo mi primer párrafo. El razón del 5 es ese primer párrafo, la película cuenta con historias o hechos ficticios para añadir un mayor dramatismo que, en mi opinión, causan el efecto contrario.

Estamos ante la película filipina con mayor presupuesto de su historia, 80 millones de pesos filipinos (poco más de 1,6 millones de dólares) hasta la salida este año de Ang_Sugo:_The_Last_Messenger, 300 millones de pesos filipinos.

José Rizal es una película histórica que rememora los últimos días del escritor y oftalmólogo José Rizal Mercado, inspirador del pueblo filipino en la lucha contra España, añadiendo flashback del pasado para ir conociendo detalles sobre el personaje y su vida. En mi opinión, en esta película de casi tres horas los flashbacks no acaban de funcionar puesto que impide llevar una narrativa que mantenga el interés del espectador, al menos el mío.

Respecto a las actuaciones, choca un poco el acento extraño que tienen los españoles, ya que no nos encontramos con actores españoles sino, seguramente, con filipinos de aspecto occidental. Es principalmente criticable las actuaciones de los frailes y clérigos españoles, las cuales parecen una parodia. No puedo estar seguro de si esto es culpa de los actores o era orden del director parodiarlos para simplificar su maldad. Yo hubiese preferido actuaciones serias, la maldad histórica de la iglesia no debe ser parodiada ni rebajada en un film que pretende ser histórico.

La fotografía de la película presenta algún problema de iluminación en algunas escenas. Por el contrario, las escenas de las fiestas "nobles" están bien recreadas y no se escatimaron recursos ni en decoración ni en los vestidos.

En general, nos encontramos una película donde los españoles son "los malos". La amiga filipina que me la recomendó me avisó que podía sentirme mal por este detalle, si eres un nacionalista patrio no es tu película. Si , por el contrario, quieres ver la historia de España desde otra perspectiva es interesante.

Para los filipinos José Rizal es un héroe y esta película una referencia.

La película trata sobre el uso de presos por parte de las altas esferas policíacas y políticas para asesinar a quienes les estorban. La cinta se centra en dos de estos preso-pistoleros, un veterano a punto de cumplir condena, y, por tanto, cerca de retirarse como asesino; y un joven al que tiene que enseñar para que se convierta en su digno sucesor.

Poco más se sabe durante la primera hora de la película, donde salen nombres y personajes de manera desordenada y sin ningún tipo de presentación. No digo que el director tuviese que haber recurrido a la primera o a la tercera persona sino que mediante diálogos, tal y como se hace en la segunda parte de la película , se introduzca mínimamente a los personajes y se de a conocer algo más la trama.

Esta primera parte de la cinta, se completa además con alguna escena absurda y mucha música machacona junto a cámara inestable y oscuridad indeseable.

Una vez todos los personajes están en el tablero, la película empieza por fin a unir cabos , explicar las conexiones y aclarar el argumento de manera más o menos solvente sin que haya ningún agujero importante. El problema es que es demasiado tarde. Un punto positivo es que en esta parte del filme las escenas de música machacona y cámara temblorosa desaparecen.

En conclusión, es una pena que la película no profundice más y de manera más acertada en la premisa planteada.