Pues sí, Almodovar volvió a reventar las taquillas, a ganar numerosos premios y a encandilar a millones de personas con su nuevo intento de película. Y es que este intento de película es de las mejores que tiene, a saber:

Un guión primoroso, con unos giros argumentales que producen un patatús a cualquier espectador que se precie, con unos personajes más raros que un perro verde copulando con un gato azul, pero ¡eh! es el Universo Almodóvar, hay que meterse en él para verse reflejado. Unas localizaciones preciosas, con una Barcelona que nunca antes había salido tan bella con sus burdeles, putiferios, esquinas y demás lugares que Peeeedro conoce tan bien. Unos actuaciones, ¡buah!, dignas de estudio por el majestuoso reflejo que dan de la sobreactuación, del mal hacer y de la inexpresividad facial producida por el botox. Unos diálogos preciosos con múltiples referencias al bello mundo del pubis, la tranca y la zoofilia, y que, dichas por esas boquitas de las actrices ganan todavía más. Un atrezzo tan impresionante como el Carnaval de Río, pero aquí las tipas de la peli se ponen los trajes tan fashions para andar por casa, ir de compra o para llevar a cabo su doceavo aborto ese mes. El resto de características técnicas absolutamente demenc... deslumbrantes quiero decir.

Olé! y Olé! por el arte español.

Valoración: Bajo tierra

Un auténtico genio el tipo. Este neoyorquino nos elevaba al cielo del 7º arte en cada película que hacia. Desafortunadamente, hoy en día el hombre no anda muy fino (El sueño de Casadra, Scoop) a pesar de que a conseguido rematar algún peliculón (Vicky Cris Barcelona, Match Point). La polémica se puede generar en cuál es la película perfecta de Woody Allen, la más divertida, la más ácida, la que tiene mejor conjunto de actores. Los ciudadanos comentan que Manhattan, otros dicen todo lo contrario. La verdad es que yo no partiré una lanza en favor a la peli que nos ocupa pues, a pesar de que me parece un peliculón como una catedral, no me parece su mejor obra maestra. La mejor me parece Annie Hall o en todo caso Desmontando a Harry, pero ese es otro tema.

El caso es que en Manhattan el neurótico quiso rodar una peli clásica pero acertando con los cánones que él mismo había impuesto al principio de esa década (la comedia disparatada y crítica) y le salió un "mix" perfecto: la belleza y el clasicismo de sus imágenes hacen de contrapunto al cinismo de los comentarios vertidos por sus personajes, que cacarean de la sociedad, el arte, las relaciones y el sexo de una manera directa e hilarante.

Y no hay que ser graduado en filología o en arte para entender los comentarios de película, conste. Que lo único que hay en el interior del caparazón craneal de servidor es un moco rosado que a veces se le conoce como cerebro.

Las actuaciones son perfectas. La sra Streep actuó solo una vez para Woody, ¡y qué pena! En cualquier película suya hubiera quedado bien un trozito para el papel de exmujer lesbi. Diane perfecta, claro, y sorprende la cálida actuación de esa jovenzuela llamada Mariel Hemingway. Un reparto genial. Una película irrepetible.

Valoración: obra maestra.

Ni blanca Navidad, ni Navidad negra. No. A partir de Love Actually las Navidades se teñirán de rosa empalagosidad. Y también de esperanza, porque yo, que soy un soñador, no puedo por menos de imaginarme a mí en Navidad, encontrando mi media naranja, esa persona con la que serás feliz para siempre. Sí, soy un ingenuo, que se le va a hacer.

Más extraño que encontrar a tu media naranja en navidad o que un grupo variopinto de personas directamente relacionadas encuentren el amor (o el desamor) a la vez en esas fechas es que a mí me gustara esta película. Yo, que tengo el corazón como un témpano y que las comedias (en menos medida los dramas) románticas me repelen, me sentí feliz, me emocioné, reí y soñé con este pastelazo, creado por un personaje que ya me había demostrado que lo nuestro (relación cineasta-espectador, claro) era imposible. Abortos como las bodas y el funeral, el diario de la monga y Notting Hill lo avalan. Y está película me encantó.

Será porque las historias son tan variadas que alguna te acabará tocando la fibra. Será el reencuentro con actores como Liam Neeson, Emma Thompson o Alan Rickman tras una larga temporada sin verles las caras. Será el cameo doble de Rowan Atkinson. Será el punto de desamor y tragedia que muestran un par de historias. O quizás sea el punto ácido y cínico del mejor personaje de la película: el rockero acabado interpretado por Bill Nighy.

No sé que será. Es cierto que la película está llena de esos tópicos tan tontitos de las pelis románticas, pero por una vez, alejé el cubo de la basura y acerqué la bolsa de palomitas. También se le achaca la irrealidad de muchos de sus tramos, o , el hecho de que Hugh Grant siga haciendo de Hugh Grant. Me da igual. Tras Que bello es Vivir, Love actually se sitúa en el ranking de mejores películas navideñas, tiñendo esa bella temporada del rosa de los culebrones y manchándolo todo de alegría, amor y esperanza.

All you need is love, of course...

Valoración: Notable (sobresaliente dentro de su género)