El silencio de los corderos es una película genial y llena de emoción, intriga y tensión en cada momento. Pero lo más destacable de la película, sin lugar a dudas, son las increíbles interpretaciones de los dos actores principales: Anthony Hopkins y Jodie Foster. Ellos demuestran con su gran trabajo en el film lo maravillosos actores que son. Por un lado, está Hopkins que realiza una interpretación inolvidable como el psiquiatra caníbal Hannibal Lecter con una gran expresividad y maestría. Por otro lado, está Jodie Foster, que aunque tiene un papel menos carismático, logra bordar el papel de agente del FBI vulnerable, sensible, con miedo y frustración de una forma inigualable y estar a la altura de Anthony Hopkins, tarea nada fácil. Todo esto añadido a la química de estos actores, a la destacable dirección de Jonathan Demme y al terrorífico guión de Ted Tally; hacen de este thriller una obra maestra que, por suete tuvo su reconocimiento por parte de la Academia en el año 1991