Llegué a la serie por la introducción, tenia algunos ángulos y movimientos de cámara llamativos, por alguna razón la vegetación que había crecido sobre el óxido de un mundo post-apocalíptico me resultaba prometedora e intrigante.Pero empecé a hacer concesiones a medida que transcurría el capítulo, demasiada sonrisa, demasiados modelos sin cicatrices, (a pesar de haberse entrenado por meses atravesando un bosque con los ojos vendados), mucho vestuario con aire de alta moda, y algunos actores que sencillamente parecen digitales. Sin embargo, lo que me sacó de la serie, fue la escena de la fiesta. Creo que fue una salida en falso total del director; la música, la disposición de los personajes, la protagonista bajando por la escalera ante la mirada de todos(cliché eterno), y la falta de tensión del momento se conjugan causando esa sensación no de estar en una reunión de seres místicos sino en una fiesta de disfraces de chicos adinerados, que por otra parte, no envejecen. Como introducción al género de chicos de once o doce años puede funcionar, lo cual es válido para un producto televisivo, en especial si es de MTV.