No voy a entrar ni en criterios de clasificación o de puestos para esta película en comparación con las demás (más que nada porque eso sería prácticamente imposible entre tantos gustos y colores y entre tantos que alaban películas y otros que se dedican a destrozarlas). Tan sólo voy a juzgar una película de la cual se están haciendo varias críticas últimamente (la gran mayoría positivas) y que ya tiene una forma de mito que nadie se la quita. Nada más lejos de la realidad, es una de las películas más importantes y mejor hechas del cine reciente. Su guión está más que cuidado y se vigila de no chirriar en exceso en ninguno de sus momentos, sino sorprendernos y llevarnos al límite. No sólo busca entretenernos, busca dejarnos sin aliento (lo que a la tercera no le fue tan bien, precisamente). Aquí sí que han dado en el clavo y se ha conseguido lo que infinidad de películas busca desesperadamente y no consigue: que el espectador se adentre en un mundo parecido al real y diferente al mismo tiempo, con personajes de gran variedad con los que simpatizar y con momentos verderamente épicos y dignos de maestros.
Puede que la gente también la tilde de sobrevalorada o recargada y pedante. Están en su derecho, pero yo soy de los que la aman. Es como el azar: es justo y la gente sólo necesita un empujón. El Caballero Oscuro es el empujón que nos llegó del azar.

La saga de Daniel Craig se ha convertido en una propia de Bosnan o Moore con esta película. Ahora han hecho que tengamos una gran película para después darnos otra floja o absurda. Si Casino Royale era grande y Quantum of solace relativamente pequeña, ahora el binomio Skyfall/Spectre se divide en Skyfall como la gran película y Spectre como el gran batacazo. Porque eso es lo que es Spectre. Su prólogo no es tan magistral como vendían y me parece que el de Skyfall le da mil vueltas. Daniel Craig está aburrido o así se le ve. Los actores no están aprovechados. El guión no está desarrollado ni es lo complejo que debería ser. Pero lo peor de todo es sinceramente su ritmo: lo que tan bien orquestado estaba en Skyfall, aquí o les pudo la avaricia o lo dejaron en piloto automático. Muy aburrida para ser de 007 y muy absurda para ser digna de la etapa Craig.

Sigue siendo la mejor película que he visto en los últimos tres años desde que fue estrenada. Ninguna película ha logrado sobrepasarla. Y he visto bastantes. Lo cierto es que esta película es mucho más inteligente de lo que se podría esperar. Juega a ser predecible, impredecible, tramposa y congruente. Cuando lo que, por momentos, esboza es un profundo y salvaje estudio psicológico de la mente humana y cómo se puede autodestruir en un ambiente opresivo y con todos los elementos en su contra. Leonardo DiCaprio realiza la mejor interpretación de su carrera. Y Martin Scorsese no para de jugar con nosotros, que es lo que debe hacer en una película de estas características, al mismo tiempo que la iluminación, los planos, la fotografía y la banda sonora hacen estallar nuestros sentidos a cada nueva escena. Imprescindible.

Estoy bastante decepcionado, ya que tras ver dos obras maestras de 10 como las dos anteriores entregas de esta trilogía (subrayando más aún El Caballero Oscuro) descubro que esta última entrega de la saga es buena pero no alcanza todas las expectativas puestas en ella. Si bien es cierto que el desafío era realmente grande y que el reto de igualar o superar a la anterior se perfilaba como realmente peliagudo, sí que me esperaba que quedase en una especie de punto intermedio digno. Y al menos, repito, es buena película. Está correctamente rodada y te engancha hasta su final. Pero nada más. No queda nada de aquel brillante desarrollo de la historia y sus personajes, nada de sus ases sorprendentes, nada de su acción creíble y genialmente rodada. Aquí hasta las secuencias de acción me defraudaron un pelín. Los personajes principales acaban con clase sus papeles (Batman, Alfred, Fox, Gordon), pero los nuevos (TODOS LOS DEMÁS) no tienen mucho tiempo para desarrollarse en pantalla, cortándoles mucha fuerza potencial.
Además, el guión tiene salidas increíbles y hasta poco imaginativas. En ese apartado he salido decepcionado pese a que ya no quedase casi nada por hacer.
Es un cierre de trilogía al frío, pero mejor acabado que la gran mayoría de trilogías y a fin de cuentas entretenido y cumplidor.

Desde que este dúo se juntó por vez primera con Gangs Of New York, han ido in crescendo hasta llegar a esta obra maestra de lujuria y locuras varias. En otras manos hubiese parecido una película para adolescentes. Pero en las manos adecuadas es una excelente película que logra recrear con todo lujo de detalles (incluyendo una sorprendente voz en off) la increíble vida de Jordan Belfort. El hombre que se dio a conocer como El Lobo de Wall Street por su arte en la manipulación con tal de conseguir mover el dinero del cliente a su propio bolsillo.
Dura tres horas y, por momentos, es tan apasionante y loca que parece que te metas en la película del todo y vivas cada momento, cada fiesta, cada diálogo. Posee una de las escenas más graciosas de los últimos tiempos.
No te la pierdas. Por cierto: DiCaprio se quedaría corto sólo con un Óscar y un Globo de Oro por su interpretación. Sencillamente inmejorable.