Sencillamente nos encontramos ante un auténtico genio de la comedia. Benigni es capaz de hacernos reír durante toda la película con su inocencia tan adulta. Un humor sencillo, para todo el mundo, que hace de esta una de mis películas cómicas predilectas.

Es una pena que una película de esta categoría goce de tan poca difusión fuera de Italia. Benigni sigue fiel a su inteligente humor, muy en la línea de Johnny Palillo, y que nos hace mantener una sonrisa permanente. La inocencia del protagonista está muy contrastada con la visión que tienen de él, provocando situaciones fuertemente inverosímiles.
Me gustaría que le diese la oportunidad a otra actriz en lugar de obstinarse con su esposa Nicoletta (El Tigre y la Nieve, La Vida Es Bella, Johnny Palillo, El Monstruo) que, a mi parecer, no hace sino agrandar el papel de su marido.
Por lo demás, creo que nadie debería perdérsela.

Nostálgica, entrañable, inocente, cómica, dinámica... lo tiene todo.
Repasa la vida del pequeño Allen sin olvidarse de sus temas predilectos (el jazz, los judíos, las relaciones, el sexo...) El magnífico guión entrelaza cada historia de una manera brillante, sin dejar lugar a bostezo alguno. ¿Cómo se imaginaba Woody a su idolatrado personaje enmascarado? A través de la radio las cosas eran tan distintas...
Aquellas tardes en las que toda la familia se mantenía en vilo alrededor de aquel mágico aparato lleno de historias variopintas son dignas de mención; y el maestro Allen le rinde un precioso homenaje.

Resulta muy gratificante para los amantes del jazz el volver a visionar un clasico de disney como este. Un servidor no se puede explicar la involucion musical sufrida por la factoria de un tiempo a esta parte.
Recuerdo que de niño me encantaba esta cinta, pero creo que todavia me gusta mas ahora... despues de verla infinidad de veces. (De hecho, yo siempre quise ser un gato jazz...)
A resaltar el personaje de Thomas O'Malley, el gato arrabalero con mas categoria que he conocido. Esta claro que la moral siempre tiene cabida en Disney, pero el humor de algunos de estos personajes lo compensa con creces.
Sin duda alguna, el mejor clasico del gigante de la animacion.
(Disculpen las tildes, pero mi teclado no dispone de ellas...)

Muy poquito esmero en la realización de la cinta. Un personaje tan entrañable como Krahe merece un poquito más. Quizás la fama de Sabina fue escondiendo su carrera (mucho más popular e íntima). Si el documental llega a ser de David Bisbal se lo hubieran trabajado un poquito mejor. También estoy de acuerdo con los demás críticos en que sobra Alejandrito Sanz.