Con ritmo lento, casi diría que pesado, la película comienza narrando una historia anecdótica y presentando a un protagonista de personalidad sencilla y honesta. Ya desde el principio cobra especial importancia la actuación de Tom Hardy (recomiendo su visionado en versión original, fundamental), quien transmite exactamente a mi juicio la personalidad del protagonista, y su relación con el personaje interpretado por Gandolfini, que parece casi diseñado a su medida. Este cuenta con un par de frases muy en el estilo en el que estamos acostumbrados a verle, cosa que además se agradece.

Sí que es cierto que no aporta nada nuevo al género, pero también es cierto que le es fiel , y al que le guste el thriller con toques de cine negro sin duda lo va a disfrutar. No es perfecta, hubo momentos en que la fuerza narrativa perdía algo de fuelle y el espectador puede que desconecte momentáneamente, pero enseguida vuelve a engancharte. Pero lo que más me ha gustado (aparte del perro) ha sido la evolución de la trama, la casi perfecta descripción (o interpretación) de los personajes, y que todo esto lleve a un desenlace brutal y a la vez contenido, cómico y dramático. Realmente bueno.

Se me ha quedado una sensación un tanto extraña nada más ver esta película. Las tres historias que cuenta, tan bien entrelazadas y cohesionadas, tienen un nivel de profundidad que pocas veces he visto en este curioso arte. Y es la primera vez que veo un filme que medita de una manera tan efectiva sobre la felicidad, sobre cómo nos enfrentamos a nuestras propias decisiones y sobre cómo somos capaces de vivir vidas que no nos llenan, o que simplemente (y esto es muy triste) se llegan a vivir sólo por los demás. La sensación que se me ha quedado es agridulce, agria porque en parte es deprimente, dulce porque es una forma de enseñarnos a vivir, a disfrutar de la vida. Tremendas actuaciones, tanto Nicole Kidman (tan alabada aquí) como Julianne Moore (estremecedora), Meryl Streep y Ed Harris dan forma a lo que parece una muy buena adaptación de un gran libro, o al menos eso dicen. Lo comprobaré leyéndolo. Eso sí, no recomiendo verla estando bajo anímicamente. 8,5/10

De las peores películas que he visto en mi vida, será porque si busco reirme me veo una comedia y las payasadas-fantasmadas sólo me producen grima. Recuerdo que la vi en el cine y a los cinco minutos ya estaba resoplando y preguntándome qué demonios hacía yo allí. Personajes estereotipadísimos, situaciones ridículas y sobre todo, fantasmadas por un tubo. Y como no podía ser de otra manera, un guión que ocupará a lo sumo 3 folios lleno de frases tipiquísimas dignas del concurso "¿Quién es el más duro del lugar?" Por favor... No vuelvo a ir al cine dejando a otra persona libre elección, democracia al poder y así no tiraré 6 euros al cubo de la basura.

No creo que diga nada nuevo, pero aún así quiero opinar sobre esta excelente película que acabo de ver. Para mí era la típica famosísima que no había visto todavía y los demás sí, menos mal que le he puesto remedio. Me lo he pasado como una enana viéndola, menudo guión y menudas interpretaciones, desde los protagonistas hasta los secundarios hacen que te metas de lleno en ese mundo de locos, o no tan locos. Da mucho en qué pensar, con esa rigidez de las instituciones, esa obligación permanente de socialización de unos inadaptados, esa reclusión voluntaria de la mayoría... Aparte tiene momentos brillantes y divertidísimos como las partidas de cartas, los intentos de partidos de baloncesto, la pesca, la fiesta, para dar paso después al drama de una manera muy efectiva. Y el jefe es genial.

A menudo las críticas que se generan hacia esta película se deben a que resulta poco creíble, a que está plagada de situaciones inverosímiles. ¿Y qué fábula no? ¿Acaso una zorra esperando que caigan las uvas de la parra, verdes por otra parte, es una situación lógica y creíble? Dicho esto, tengo que decir que me encanta esta película: consigue crear en el espectador diferentes sensaciones al mismo tiempo, risas y un nudo en la garganta se suceden una tras otra para unirse en la última media hora. Además, la escena en la que Benigni traduce del alemán al italiano "las reglas del juego" con la consecuente cara de sorpresa del niño es genial. Como punto negativo le pondría que Benigni puede llegar a resultar cargante y que lo más probable es que sea incapaz de ver otra película suya, pero esta me gusta mucho.