La serie tiene una muy buena apariencia, como corresponde a las exitosas series de suspense nórdicas.
Sin embargo, falla en lo fundamental: el suspense debe resolverse con alguna explicación, aunque no sea verosímil,, pero que se entienda. Aquí no ocurre eso. Simplemente, es como si no hubiera final. Se cierra de una manera cutre y ya está. No se explican muchas cosas. La sensación que te queda es la de haber perdido el tiempo. ¿Para esto he estado yo viendo todos estos capítulos? Bien es cierto, que mientras los estás viendo te engancha (tampoco en exceso), pero la sensación final es la que describo.

Decepcionante. La esperaba con impaciencia, dada la alta calidad de las entregas anteriores. Sin embargo, aquí han cambiado de registro, tratando de parecerse algo más a las películas americanas. Más persecuciones, más muertos, .... y menos suspense. Toda la trama se sostiene por la incompetencia de la policía danesa. La película no lo dice, pero lo supone. No es creíble cómo se les escapa una y otra vez el asesino. Ése es el único misterio.

Mala. La intriga y el posible humor de la serie se basa en presentar a un protagonista muy limitado, casi retrasado. Es imposible identificarse mínimamente con el protagonista. (Casi) ninguno nos comportaríamos así. Es una pena, porque quizás, en otras circunstancias, hubera podido tener algunas posibilidades.